Al margen del tiempo. Por Ruth
Al margen del tiempo
Me cuentas, al margen del tiempo y yo miro al paralelo, quizás más cercano que la extraña memoria de cuando me sentí al tope del mundo.
Cuando corres entre caminos y esperas ese reencuentro, sea de hermanos o de un humorado pasado, parece que los ojos se quedan empozados y no veo mucho más allá de los zapatos.
Así vi aquella creo Maria Elena o sería María Teresa, no recuerdo en el momento, pero los típicos moños y los sonidos de sus chanclas, clac clac y más clac, ella toda emocionada y yo mirando perdida en carcajadas.
O fue Jose algo, hubo uno para cada santo, ay como me reía pensando lo poco atractivo de cada chamo, estaban como pájaros solo pajeando y lo más bonito, nadie ni pensó eso por un rato, era un desfile de gatas y gatos!
No me rio de ese momento, ¡no!. Cómo hacerlo, yo participante del contrato y como dice el refrán, ni corta ni perezosa sin las chanclas pero con los moños, como una simple gata, puse la mejor de la peor cara y caminé en paralelo aún sabiendo sería olvidada.
Es al margen del tiempo, ese que me ha enseñado, no tomar ningún momento sin saborearlo, porque aunque quisiera en chanclas poder recrearlo, no hay moños, ni gatas, ni gatos, solo la memoria de bellos ratos que han quedado dentro del corazón embotellados.
Ruth
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