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«FUERZAS OPUESTAS». Olimpio Galicia Gómez

«En este mundo todo tiene su lado opuesto…»

FUERZAS OPUESTAS

En este mundo todo tiene su lado opuesto: positivo y negativo, bonito y feo, malo y bueno, ánodo y cátodo, macho y hembra, Dios y el Diablo, blanco y negro, grande y pequeño, gordo y flaco, inteligente y bruto, rico y pobre, alegre y triste y pare ya de contar.

Al plantear el tema de palabras antípodas, recuerdo al Ing. Ibrahím López García, cuando trabajaba en su investigación sobre los imanes y el magnetismo como energía permanente. Llegó el momento cuando Ibrahím creyó encontrar el imán unipolar, y nos decía que si esto era posible sería la gran revolución científica del siglo, puesto que se caerían todas las teorías de la física basadas en la bipolaridad.

Después de mucho experimentar, el ingeniero Ibrahím, concluyó que no era posible un imán de un solo polo. Él indicaba, que así como la tierra tiene sus polos norte y sur, el universo requiere de fuerzas actuantes contrarias para mantener el equilibrio.

Entonces, así como los imanes serán siempre positivos por una cara y negativos por la otra, así también existen entre nosotros los «vivos o avispa’os» versus los pendejos. En esto los venezolanos siempre hemos tenido mucha identificación, por lo cual el «vivo» siempre aparece en la foto como el que vendió al contado y el pendejo como el que lo hizo a crédito.

Hoy por hoy, el fulano que descubrió que con su audacia, su carente vergüenza, su viveza criolla puede llegar a ser, de la noche a la mañana, un portento, con sólo montar un negocio y especular con los artículos de primera necesidad, o haciendo trampas y emboscadas a la gente por medio de la Internet, o, para hacerlo más fácil, enchufándose en el gobierno y a la sombra de otros corruptos lograr su objetivo.

Al «vivo» que habitaba en el barrio, sin ninguna preparación académica, sin haber heredado fortuna alguna, sin haber ganado el premio gordo de la lotería, es ahora un flamante ejecutivo que se mudó a la urbanización de los ricos, anda en unos camionetones y se da la dolce vita, porque se cuadró en el alto gobierno. De este personaje hay muchos que comentan lo extraordinario de su suerte, lo bien que le ha ido y lo grande y bueno de su progreso, es decir, lo admiran y hasta le rinden pleitesía. Al honrado trabajador que sigue devengado el mísero sueldo en bolívares, lo llaman pendejo.

Facundo Cabral, recordando a su abuelo, decía que éste fue un general muy voluntarioso y valiente, sólo le tenía miedo a los pendejos. Cuando le preguntaban por qué, respondía: «porque son muchos, no hay forma de cubrir semejante frente». Además, recalcaba que «son muy peligrosos, porque al ser mayoría eligen hasta el presidente».

Un vecino de nuestro pueblo en la península de Paraguaná, nos decía que él tuvo siete hijos y uno solo vivo. Ante esta aseveración, una preocupada señora le increpa diciéndole: «ah mundo Silvio, ¿se le murieron los otros seis?. » No!», respondió de inmediato el aludido. «Ninguno ha fallecido, pero Fay es el único que no trabaja, tiene casa propia, carro y plata en el banco. Los demás son pendejos».

Siguiendo en esta tónica, un día le pregunté a Juan, mi padre, el por qué no me había puesto su nombre en vez de éste que me endilgó. Muy parsimonioso mi papá me respondió diciendo: «es que todo Juan es pendejo. Y con la cara de pendejo que tu tienes desde que naciste, con eso tienes bastante».

Olimpio Galicia Gómez

VAI PASSAR. Chico Buarque