«SILENCIO».Por Enmanuel

Volví un día del desierto donde me había refugiado apartándome de la citadina algarabía y justo al entrar a la gran ciudad, burócratas que graznaban como cuervos, me pidieron palabras por peaje… yo solo respondí con silencio. Luego pidieron que rompiera el silencio, que lo llenara de voces.
Entonces lo quise partir, picándolo en pedacitos… sin embargo solo encontré mas silencio en cada trozo que dividía.
Me gritaron después, que recogiera sus pedazos, que no inundara a la «culta» ciudad con mi «sucio» silencio.
Recogí, poco a poco los fragmentos quebrados y volví a construir, con ellos, un solo silencio, que cargué en el zurrón de mi alma, mientras contrariado, volví donde mis amigas las piedras a contarle lo sucedido… conversando en silencio.

Enmanuel