«Un brevísimo cuento de esperanza». Por Enmanuel
Escuché en el viento, palabras que golpeaban el «mundo de lo aparente»:
– Si puedes imaginarlo, ¡imagínalo!. La realidad está hecha de buenas y malas intenciones, las que prevalezcan, marcarán tu historia.
El viento, en giros y arrebatos, se perdió en el finisterre. Solo silencio se escuchó después.
Todo estaba consumado.
De mí, dependía transformarlo.
E.C.
2 Comentarios
buenos dias saludos mis querido hermanos de camino excelente s iniciativa de esta pagina gracias miguel por compartir tus vivencias
De mi dependía transformarlo un abraso hermano
Mónica Márquez
Gracias!!!