«Y DE REPENTE DIOS HABLÓ…». Por Enmanuel
Y DE REPENTE DIOS HABLÓ…
La tarde ya cerraba su tienda. Tres tragos de whisky me transportaban en alas de la canción. Una fina lluvia de minúsculas gotas frías relajaban al músculo y bendecían mi cara.
De repente… ni la tarde, ni el whisky, ni la música, ni la lluvia, simplemente un impromptus de luces y colores en el cielo, reclamó el Amén de la tierra y el viento, y un inesperado arcoiris se aprovechó del sol y se derramó en colores.
Dios habló a mi alma y le dijo: «Dile a su razón que sea simplemente feliz y ya».
Enmanuel
Un comentario
Mónica Márquez
Dios