Dos poemas de JULIO CÉSAR JIMÉNEZ
AMOR DULCE Y TIERNO
I
Ya le he pedido a Dios
que un ángel en tu morada viva,
te acompañe dónde vayas,
te cuide toda la vida
que veas reverdecer los campos
y retoñar las espigas
y que vayamos los dos
por una misma campiña.
II
Que nuestro amor dulce y tierno
sea para toda la vida
que tengamos dos retoños
un varón y una niña,
el varón como su padre
la hembra a ti parecida
y feliz en nuestro hogar
que Dios siempre nos bendiga.
III
Con un amor dulce y tierno
que más se quiere en la vida,
siempre sonriendo felices
algún dolor Dios lo mitiga,
si aumenta mucho el calor
alguna sombra nos brinda
y si nos aprieta el frío
ambos seremos cobija.
JULIO CÉSAR JIMÉNEZ
UNA NEGRA ENAMORADA
I
Baila negra la parranda
baila negra el parrandón,
negra mueve la cintura
al compás de ese tambor
que ahí viene el negro José
y también le gusta el sabor.
Llamálo negra, llamálo
y brindále un palo e’ ron
para que lo veas mecerse
como árbol con ventarrón.
II
Entre danzas y más danzas
la negra se enamoró
y cada vez sentía danzar
más fuerte su corazón.
_ Agárrame fuerte, negro
dame duro ese apretón,
quiero dormir en tus brazos,
desbordarme de pasión
y no me sueltes más nunca
hasta que muera de amor.
III
Entre susurro y susurro
estaban José y Leonor,
viviendo muy tiernamente
aquel momento de amor.
_¡Ahí llegó el comisario!,
de pronto gritó una voz,
viene agitado de celos
porque le roban la flor.
Y sin importarle nada
con las dichas acabó.
JULIO CÉSAR JIMÉNEZ