«El Minotauro». Por Delfos

El Minotauro

Pasifae cerró los ojos y pensó como liberarse de las infidelidades de Minos (su rey y esposo). Ya no sentía nada por él, su vientre se secaba y cerraba, cada vez que el infiel rey la procuraba.

Sin embargo, sus ganas de hembra la apuraban de madrugada, e imaginaba musculosos y dotados héroes penetrando su deseo.

Pasifae, había aprendido de su hermana Circe las artes de la magia profunda y esto le permitió conjurar a su esposo Minos, para que en cada eyaculación (en vientres distintos al de ella) serpientes, escorpiones y escolopendras salieran por semén, envenenando a sus amantes.

Sin embargo el hechizo sobre el Rey Minos no era suficiente y para saciar sus frustados deseos de hembra, a tenor de la mágica pasión insuflada por el Dios Poseidón hacia el potente y musculoso Toro blanco de Creta (creado por el mismo Poseidón), entregó su ardiente sexo al libidinoso animal, quedando preñada del mismo y concibiendo al feroz Minotauro.

Semejante e infernal creatura, ni animal ni hombre (¿acaso los dos?) y cuyo alimento era unicamente la carne humana, fué encerrada en un laberinto, hasta el momento de su muerte a manos de Teseo, quien finalmente acabó con esta triste historia de engaño, pasión, magia, venganza y dolor.

Delfos