El niño, el topo, el zorro y el caballo de Mackesy
Sin lugar a dudas para cada tiempo un enviado. Está máxima de sabiduría universal bien vale para los libros, las historias, los discos, los profetas y cualquier símbolo o protagonista que apalanque al mundo hacia mejores derroteros.
En esa categoría de «enviados», está la historia de «El niño, el topo, el zorro y el caballo» de Mackesy.
A continuación una interesante reseña de la obra, escrita por Javiera Hojman, para la página web www.culturizarte.cl , y luego un brevísimo resumen de la película.
Disfrutenla
Enmanuel
El niño, el topo, el zorro y el caballo, basado en un libro infantil ilustrado de Charlie Mackesy, está diseñado para generar emociones. Y lo logra: no es gratuito que esté nominado al Oscar a Mejor Cortometraje Animado, y que haya ganado el Bafta en la misma categoría. El autor del libro también es uno de los directores, y eso hace que el cortometraje sea muy fiel al mensaje que pretende entregar -y que entrega en la versión escrita, que tuvo mucho éxito-. La animación es hermosa, la trama es poca y el centro del contenido está en las reflexiones sobre la vida, la amistad, la familia y el amor, que mantienen los personajes de forma espontánea -y a veces, levemente forzada-. Se ha hablado de esta obra como “el principito del siglo XXI”, y es una comparación bastante acertada.
Javiera Hojman
La película es una gran metáfora del mundo interior de un niño, y muestra cómo aparecen, en la mitad de un espacio nevado, distintos animales que interactúan y cuyas características se contraponen. El protagonista empieza solo, perdido y en busca de un hogar, y conoce a un topo amistoso e inocente, obsesionado con el pastel, que está dispuesto a acompañarlo y ayudarlo a cumplir su meta. En el camino se encuentran con un zorro reservado y desconfiado, y con un caballo maternal y protector, y muy rápidamente generan un vínculo de amor, lealtad y aprendizaje compartido en el que tocan muchos temas profundos y duros. Es un corto que busca generar emociones y dejar moralejas sobre el comportamiento humano, así como mostrar las múltiples dimensiones de las emociones humanas.
Javiera Hojman
Los animales son metáforas un poco evidentes de las distintas aristas de la personalidad del niño. El topo es la inocencia y la necesidad de amor, el zorro son las defensas frente a las amenazas, el caballo es la búsqueda de aceptación y de proteger a los amados. Todo eso, sumado a la personalidad del niño (que nunca dejan que olvidemos que es un niño, lo que es un enorme acierto) forman la complejidad de los seres humanos. Lo que resulta un poco cansador son las constantes enseñanzas que pretenden inculcar al público, que aparecen una tras otra, algunas un poco forzadas, porque llegan como si los personajes hubieran desarrollado demasiado rápidamente las relaciones de familiaridad y amor que nos muestran, que espontáneamente se dicen cuánto se aman, y que tras haber intercambiado dos frases mueven el diálogo a lo profundo e íntimo.
Javiera Hojman
El corto sigue un poco la estructura de las fábulas tradicionales, con personajes animales que dejan moralejas a partir de sus acciones, pero con menos acontecimientos. Es una especie de conversación de autoayuda, animada hermosamente y con algunos elementos cómicos. La animación es maravillosa, muy bonita, los personajes son enternecedores, y la simplicidad de los paisajes y las figuras funciona muy bien. Al cortometraje le sobran algunas reflexiones y le falta un poco de acción, pero es suficientemente conmovedor y estéticamente agradable como para compensar y generar una muy linda experiencia, siempre teniendo en mente que el público objetivo son los niños: para las lecciones de vida, los adultos tenemos demasiado ego como para aceptar animales animados como maestros.
Javiera Hojman
2 Comentarios
María
Hermoso cuento, debemos de vez en cuando sacar ese niño que llevamos dentro y que nos enseña que somos débiles en cualquier momento de la vida y que la vida es un constante aprendizaje.
Beatrice
Que bonito ❤️