“En la calle 83, número 28 raya 50, quinta ‘San Francisco’ ”. Episodio 3: EL HIJO DE LIBORIA, NIETO DE GENARO Y GOYA. Por Enmanuel Camejo Zavala
EL HIJO DE LIBORIA, NIETO DE GENARO Y GOYA
El hijo de Liboria, nieto de Genaro y Goya, era un joven alto, delgado, moreno, de rasgos gruesos, pelo muy corto, de crespos rudos y diminutos. Solía ir a la casa solo cuando Abuelita Pepe estaba allá y la razón no era otra que esta era su madrina de bautizo junto con el maestro Rogerio Espinoza.
El hijo de Liboria, tenía una particular manera de hablar y caminar. De expresión facial muy tímida, miraba al suelo cada vez que decía algo riéndose nerviosamente, repitiendo cansonamente en cada conversación la frase : «Ah mundo», a modo de muletilla.
Así, por ejemplo, le decía a abuelita:
- «Gueno madrina… ¡Ah mundo!… tenía meses que no la veía«
Otras veces miraba al suelo y repetía sin lógica alguna:
- «¡Ah mundo!, se murió mi padrino Rogerio y mi mamá no fué al entierro. ¡Ah mundo!, si yo juera sabío, la juera llevado aunque sea en carrito…¡Ah mundo!.»
El nieto de Genaro y Goya, estudiaba ingieneria civil en la Universidad del Zulia, pero con muy poca fortuna, pues llevaba seis años estudiando y no había alcanzado ni el tercer semestre.
Un día que estaba de visita en la casa, sentado en las sillas de mimbre del porche, conversando con Adela mientras abuelita terminaba de vestirse para recibirlo, se levantó de improviso y pegando un carrerón calle abajo, salió gritando como loco:
- ¡Ay mi diosito!, dejé las arepas puestas en el budare prendío y ya se deben haber vuelto cacho. ¡Ah mundo!.
Y cual correteo de zamuro antes de iniciar el vuelo, levantando sus largas y delgadas piernas, agarró rumbo a 1ro de Mayo donde vivía con su mamá Liboria y sus abuelos Genaro y Goya.
Enmanuel Gerardo Camejo Zavala