Letras

«La desaparecida». Manuel Rojas

La desaparecida

Hoy viví algo extraño, muy extraño, fui al antituberculoso a buscar un medicamento, y cuando fui al baño, viví una experiencia extrasensorial asombrosa, una señora llegó a la puerta y aunque me tocaba a mi la dejé pasar, por eso de «primero las damas» y así fue, el baño era para ambos sexos, y la mujer entró, yo me quedé en la puerta, juro que no me moví para ningún lado, estuve ahí, parado en la puerta, esperando, de pronto llegó una señora y fue a pasar al baño, entonces le dije que adentro estaba alguien, pero que tardaba mucho, la señora no quiso esperar y entró, me dijo que hay dos baños, y cerró la puerta, al ratico salió y me dijo que en el baño no había nadie, eso me impresionó y le dije a la señora que no había visto salir a la primera mujer, en fin, entré al baño y en efecto no había nadie…me invadió la zozobra, fui hasta la fila de gente que esperaba y no la vi, regresé al baño, y nada; juro que la mujer no salió o yo no la vi salir, y esa extraña experiencia sigue en mi cabeza…debo escribir algo, algo que tiene que ver con la gente que entra a los baños y nunca sale, de alguien que se mete en un ascensor y jamás sale, o que entra en un pasillo y no regresa, y se extravía en un portal en el que el peso de otra dimensión la arrastra hacia otros espacios, y alguien se queda como un idiota, sin alusiones personales o si, a mi mismo, esperando a que salga de donde no va a salir…el mundo gótico me sigue, me persigue, me invade, y yo, pobre de mi, soy su ventilador, su embajador, su medio para hacerse realidad en un mundo incrédulo y agnóstico…como el mío…jajajaj

Manuel Rojas

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