RECUERDOS DEL ABUELO. Por JULIO CÉSAR JIMÉNEZ

RECUERDOS DEL ABUELO

                   I

¡Oh! Viejo que velaste por mis sueños,
que marcaste muchas pautas en mi vida,
que pasaste noches enteras en desvelo,
despertaste ilusiones en mi vida,
que tibiaste mis manos con tus manos, abuelo,
que curaste en mi cuerpo las heridas,
me enseñaste a ver en las estrellas los destellos,
a levantame de caídas tras caídas,
a buscar de la existencia lo más bello,
a abrir brechas para hallar salidas;
poniendo en tu ser todo el empeño
para que yo aprendiera de la vida.
¡Que Dios te tenga allá en el cielo!.

                 II

Pasando tanto tiempo, viejo, no te olvido;
extraño las andanzas a tu lado,
aún recuerdo cuando era un niño
me llevabas tomado de la mano
y me sentía seguro y muy tranquilo
por tanto afecto y de amor colmado
y con ese, tu proceder sano y sencillo
te quise, viejo, y te sigo recordando
y aunque tantos años que te fuiste,
te quise, viejo, y te sigo recordando.

                III

Por ti, viejo, lanzo una plegaria.
¡Échame la bendición mi viejo!.
Que este poema escrito con el ama
clama a Dios te tenga allá en el cielo.

JULIO CÉSAR JIMÉNEZ