«De Enlil, Nannar y Nergal». Por Enmanuel

De Enlil, Nannar y Nergal

Abrió la puerta lentamente, tan sigilosamente como pudo. Observó los extremos de su campo de visión y exhaló, profundamente, un suspiro.
Eran las 21 horas del día tercero del segundo mes del año 4.334 del calendario de Mātu Akkadū. Todo parecía tener sentido. No por casualidad se había topado con aquella puerta bermeja.

Un intenso olor a incienso y ambar, provenía de aquel recinto, lo pudo descifrar a la primera bocanada de aire, pero ¿por que él? ¿por qué toparse aquel día con la causa de sus perturbadoras pesadillas?.

Hacía mas de 5000 años que An y Ki concibieron a Enlil (El señor del Viento), quien lideró a los Dioses hasta su destierro fuera de Dilmun. Pero ese extraño día, de aromas milenarios y puertas rojas, el mismo Nergal se había apoderado del espíritu del viento.
Ahora si lo entendía todo, las recurrentes pesadillas no eran otras cosas que visiones de antiquísimos territorios mesopotámicos arrasados por el mal. De cuando su alma encarnada en Sin o Nannar (si prefieren llamarlo así) se enfrentó al rey del inframundo.

Ahora, en otras tierras y otras culturas, había girado otra vez el tiempo, justo a las 21 del día tercero del segundo mes del año 4.334. La batalla por la luz del gran sol central de la galaxia, perdida en el gran agujero negro del desamor… había comenzado.

Enmanuel