El Sueño. Por Enmanuel

El Sueño

De pronto pensó que estaba encerrado en un enorme globo hecho de tierra, viento, fuego y agua, que flotaba en el espacio y que seguía una trayectoria que él mismo desconocía.

Miró, detenidamente, al cielo (intensamente celeste) y comprendió que nada de lo que veía era cierto: ni el color ni su aparente vaciedad.

Giró lentamente su cabeza a la derecha y apreció la casa blanca, de balaustres y ventanales azul oscuro, con tejas descoloridas por el intenso sol que soportaban. Vió, también, a su viejo perro Canelo, que aún saltaba cuando de jugar era con Alejandra y Manuel, sus dos hijos mayores.

Entonces, súbitamente, aceptó que todo aquello que veía, era una especie de sueño del cual nunca despertaría, porque ni siquiera sabía quien lo soñaba.

Enmanuel