«¡Moisés! ¡Moisés!». Por Enmanuel

¡Moisés! ¡Moisés!

-¡Moisés! ¡Moisés!
Dijo Tzipóra al viejo patriarca

-¡Moisés! ¡Moisés!
Repitió aquella mujer, cuya alma y nombre significan «pequeño pájaro»

-¿Qué quieres?
Alcanzó a decir aquel hombre, emergiendo del sueño

-Acabo de despertar con el corazón turbado, lleno de miedo, inmerso aún en oscuras neblinas.

-Descansa y vuelve al cobijo del Altísimo, quien despeja nieblas y consuela corazones.

-Lo sé, lo sé, pero es que fué el mismo Elohim , quien me dijo en el sueño, que no pertenezco al linaje de Abraham, y no se si merezca su intercesión.

-¡Calla mujer!. No perdaís el tiempo en vanos temores y sin sentidos. El sueño, del que me despertastéis, era terrible y portentoso: soñaba que a un soplo del Altísimo, el mar retrocedió cambiándose a tierra seca y fueron divididas las aguas… en ese momento tu voz me sacó del delirio.

Enmanuel