PROMISSE. Por Enmanuel

PROMISSE

• ¡Ey Natalio, los Bustillos me dieron a Promisse en la tercera carrera del viernes para el hipódromo de La Limpia!

Natalio bajó brevemente su cabeza y escudriñó el retrospecto hípico del hipódromo de La Limpia, y efectivamente notó que el Alazán Promisse de cinco años, hijo de Futrone en Tapatapa, no debería perder.
Entonces le respondió a Gabriel:

• Pa’lante primo a jugarle los cobres

Maracaibo se vestía de fiesta para cada jornada hípica los viernes en la noche, choferes de carritos por puesto, autobuseros, estudiantes, propietarios de equinos, caballericeros, entrenadores y jinetes exibían sus galas y pregonaban sus favoritos para la jornada.

• ¡A Tirolesa voy! (gritaba un apostador de tribuna)
• ¡Dame dos pa’esa y casamos la apuesta! (Le respondió «Paisano», el vendedor de dulces del cine Alcazar)

La fiesta hipica había comenzado como cada viernes en la noche.

Los caballos de la tercera carrera ya estaban cuadrando en el starting gate.

• ¡No joda Natalio, fuertes a locha que nos hacemos ricos hoy y pasamos la noche con «La Caleña» en el Tibiritábara! (Gritaba Gabriel enfebervecido, a todo pulmón, en la tribuna central)

El juez de partida ordenó la apertura de las puertas del «Aparato»… y el hijo de Futrone en Tapatapa, segundos después, perdía la carrera llegando segundo (a cabeza) detrás del castaño Peñarol.

Enmanuel