El Monstruo de Flatwoods. (Tomado de Culturizando.com)
Uno de los casos más interesantes y aterradores de la Criptozoología (estudio de los animales ocultos), es el referente al Monstruo de Flatwoods; mejor conocido como el Monstruo de Braxton o el Frantasma de Flatwoods; y que es descrito como un extraterrestre o críptido que apareció en el pueblo de ese nombre en Virginia, Estados Unidos, durante la noche del 12 de septiembre de 1952.
Al monstruo y su manifestación se les incluyen dos entidades que tenía una gigantesca luz roja que sobrevolaba el área del pueblo, y que considerada por ufólogos como una posible nave que era piloteada por el mismo monstruo, la segunda una especie de humanoide de 3 metros de alto, con una cara rojiza que brillaba desde su interior y un cuerpo verde.
Los testigos del hechos descubrieron a la criatura con una cabeza redonda, con ojos mecánicos e inhumanos; también tenía una decoración en la parte superior con forma de as de espadas, que podía hacer sido un casco o una simple capucha. El cuerpo de esta criatura era vagamente humanoide, metido en una falda oscura y plisada, de color verdoso.
La presencia de brazos es diferente de acuerdo a los reportes; ya que algunas personas la describen sin ellos, mientras que otros aseguran que el ser tenía brazos cortos y delgados que terminaban en tres dedos similares a garras; posicionados frente al cuerpo y no a los costados como pasa en los humanos.
La noche del 15 de Septiembre de 1952, dos hermanos, Edward y Fred May, así como su amigo Tommy Hyer (de 12, 12 y 10 años respectivamente) vieron un brillante objeto que cruzaba el cielo sobre Flatwoods. El objeto descendió en territorio propiedad de un granjero local; y luego de verlo, los jóvenes acudieron al hogar de los hermanos May, donde dijeron haberlo visto chocar en las colinas.
De ahí, la madre de los chicos; Kathleen May, los acompañó junto con otros jóvenes más, Neil Lunley de 14 años, Ronnie Shaver de 10 y un guardia nacional llamado Eugene Lemon, de 17 años a lo largo de la granja propiedad de G. Bailey Fisher para localizar lo que sea que hubiesen visto los chicos.
El perro de Lemon corrió a lo lejos hasta perderse y luego comenzó a ladrar, para regresar solo segundos después al grupo con la cola entre las patas y temblando del miedo. Finalmente, tras caminar por unos cuatrocientos metros a lo largo de la colina, fueron testigos de una pulsante «bola de fuego» a unos 15 metros. También dijeron haber percibido una niebla que hizo que sus ojos y narices ardieran.
Lemon entonces se dio cuenta de dos pequeñas luces a la izquierda del objeto, bajo un roble cercano. Al dirigir su linterna hacia ellas, la criatura se hizo presente con un agudo chillido y comenzó a flotar hacia ellos por un momento, antes de cambiar de dirección y salir rumbo a la luz flotante de nuevo.
En ese momento, el grupo huyó a toda velocidad.
Al volver a casa, la señora May contactó al sheriff local y al dueño del periódico «El Demócrata de Braxton», un diario local. Stewert, dueño de periódico; condujo una serie de entrevistas y regresó al sitio junto a Lemon constatando que «aún había un olor enfermizo, ardiente y metálico en el ambiente». El Sheriff Carr y su asistente Burnell Long rastrearon el área por separado, pero no consiguieron ningún resto del encuentro.
Durante la mañana del sábado 13 de septiembre, el Sr. A. Lee Stewart visitó el sitio del encuentro por segunda ocasión y descubrió dos huellas alargadas en el lodo y restos de un líquido espeso y negro; reportándolos como posibles ‘indicios’ del aterrizaje de un objeto volador basado en la premisa de que el área no había sido transitada por vehículos en al menos un año.
Posteriormente se reveló que las huellas habían sido hechas por una camioneta pickup conducida por un habitante local llamado Max Lockard; que había ido al sitio unas horas antes en busca de la supuesta criatura.
Luego del evento, un par de investigadores obtuvieron una multitud de reportes de testigos que afirmaron haber experimentado un fenómeno similar o relacionado; y entre estos se cuentan la historia de una mujer y su hija de 21 que aseguran haber encontrado una criatura con la misma apariencia y olor una semana antes del incidente del 12 de septiembre; con el encuentro afectando a la hija de forma tal que tuvo qué ser confinada a un hospital de salud mental por espacio de tres semanas. También obtuvieron una declaración de la madre de Eugene Lemon, la cual reportaba que aproximadamente en el momento del evento; su casa fue sacudida violentamente y la recepción de radio desactivada por al menos 45 minutos.
Un evento verdaderamente relacionado con el encuentro de la criatura en el bosque es la supuesta enfermedad de Flatwoods; la cual sufrieron varios miembros del grupo que encontró a la criatura el 12 de septiembre. Los síntomas, que duraron varios días; fueron supuestamente ocasionados por la exposición a la niebla o gas emitido por el monstruo.
Estos síntomas incluían irritación de la nariz e inflamación de la garganta. Lemon sufrió de vómitos y convulsiones durante toda la noche, y tuvo dificultades para comer y pasar saliva durante algunas semanas posteriores, debido a la inflamación en su garganta. Un doctor que trató a varios de los testigos describió que los síntomas eran similares a los ocasionados al gas mostaza; aunque algunos de estos también son comunes en aquellos que sufren de histeria, la cual pudo ser desarrollada gracias a la exposición a un evento traumático.
En el año 2000, tras casi 48 años de investigación del evento; Joe Nickell del grupo de investigación paranormal del Comité para la Investigación Escéptica, concluyó que la luz en el cielo reportada por los testigos el 12 de septiembre era nada más que un meteoro, y que la luz roja y pulsante era quizás un faro para navegación aérea.
En el caso de la criatura, se concluyó que la descripción de los testigos coincidía con un búho. Nickel explicó que la percepción del animal podría haber sido distorsionada por el estado de estrés de las víctimas tras observar la luz en el cielo.Al igual que con el Mothman y el Goblin de Hopkinsville; los investigadores y la Fuerza Aérea consideran a la criatura como nada más que un búho, específicamente una Lechuza Común.
Fuente: Titi González Méndez Culturizando.com. Con información de mitosmonstruosyleyendas.blogspot.com