Esperanza… ¡exiliemos al miedo!. Por Delfos
No es el virus que nos mata, es el miedo quien permite que lo haga…
«Los pulmones representan nuestra capacidad de recibir y dejar ir a través de la respiración. Cuando respiramos recibimos la vida. Cuando tiramos el aire dejamos ir lo tóxico de nuestra vida.
Por eso los problemas pulmonares están relacionadas con el miedo a recibir la vida y a no sentirnos merecedores de esa vida.
Sí entendemos que detrás de toda enfermedad hay una emoción que la provoca, cuando tenemos ese miedo a “vivir” y creemos que no podemos afrontar todas las circunstancia que nos depara la vida, estamos afectando a nuestros pulmones. Si tengo miedo a soltar, a dejar ir cosas del pasado, rencores, apegos… estoy en unas emociones que van a afectar a mis pulmones.» Monsalud Luque
Decían los antiguos sabios que el miedo bloquea y enferma los pulmones, se paralizan y colapsan ante el conflicto de miedo a la muerte, miedo arcaico de ahogarse, miedo visceral (cuando desaparece mi razón de vivir). Miedo a perderse como territorio propio.
Al parecer nos sembraron el miedo a través de todos los medios de masas del mundo. Nos gritaron que este virus iba a acabar con el 5% de la población mundial y nos llenaron de miedo, preparándole el camino de la muerte, para que el virus logre los objetivos de quien sabe oscura presencia.
Pero no es tarde, al miedo lo vence la esperanza…
«Pero los que confían en el Señor
renovarán sus fuerzas;
volarán como las águilas:
correrán y no se fatigarán,
caminarán y no se cansarán»
ESPERANZA
Cuando la tormenta pase
y se amansen los caminos,
y seamos sobrevivientes
de un naufragio colectivo.
Con el corazón lloroso
y el destino bendecido
nos sentiremos dichosos
tan sólo por estar vivos.
Y le daremos un abrazo
al primer desconocido
y alabaremos la suerte
de conservar un amigo.
Y entonces recordaremos
todo aquello que perdimos
de una vez aprenderemos
todo lo que no aprendimos.
Y no tendremos envidia
pues todos habrán sufrido.
Y no tendremos desidia
Seremos más compasivos.
Valdrá más lo que es de todos,
que lo jamás conseguido.
Seremos más generosos,
y mucho más comprometidos.
Entenderemos lo frágil
que significa estar vivos.
Sudaremos empatía
por quien está y quien se ha ido.
Extrañaremos al viejo
que pedía un peso en el mercado,
que no supimos su nombre
y siempre estuvo a tu lado.
Y quizás el viejo pobre
era tu Dios disfrazado.
Nunca preguntaste el nombre
porque estabas apurado.
Y todo será un milagro
y todo será un legado.
Y se respetará la vida,
la vida que hemos ganado.
Cuando la tormenta pase
te pido Dios, apenado,
que nos devuelvas mejores,
como nos habías soñado
ALEXIS VALDÉS
Delfos
2 Comentarios
Nilsa
No podemos perder la esperanza. Vendrán tiempos mejores.
José Camejo
Completamente cierto.
Y el poema de Alexis Valdez termina de reafirmarlo