Estar sin estar y no estar estando. Por Enmanuel
Estar sin estar y no estar estando
Cuando Horacio escribió la frase «Carpe Diem» en el poema número 11 del primer libro de Odas, allá en el Siglo I antes de Cristo, asumo que jamás pensó la era del teléfono móvil con sus consecuentes redes sociales, a través de las cuales las relaciones sociales iban a ser mas virtuales que reales.
«Carpe diem quam minimum credula postero» (Aprovecha el día y no confíes en el mañana) seguro significaba dar un abrazo, besar, un apretón de manos, sentir al viento que desordena los cabellos y acaricia la cara, vivir en primera fila ese «no se qué» que produce ver el nacimiento o la puesta de sol a la orilla del mar o en la cima de alguna montaña, intercambiar fluidos con la persona que amas. Es decir, vivir y sentir el presente, el «aquí y ahora» sin la intermediación ni la intervención de algún aparato electrónico o comunicacional que haga de gestor virtual de la socialización y de interacción con el paisaje.
Nuestro tiempo se ha vuelto el tiempo de la falsa eternidad virtual, del efectismo de las luces, colores, sonidos e imágenes que te alejan del ejercicio de la sensorialidad y te acercan al mercado de la mentira y de la «realidad» aumentada y manipulada artificialmente.
Todo esto pareciera tener oscuros intereses solapados para controlar la falsa libertad de cada individuo, mientras inmensos ordenadores y procesadores de datos, acopian, segundo a segundo, información sobre los gustos, hábitos y valores biométricos de cada habitante del planeta, que luego se revertirá en un control «backdoor» del pensamiento de la población mundial.
Una cena familiar de navidad o fin de año, dónde cada comensal además de la cubiertería y vajilla respectiva, empuña su teléfono móvil interconectado con otras cenas y conversaciones a distancia, estando sin estar y no estar estando en ninguna de ellas, fragmentándose en ondas electromagnéticas y perdiendo la oportunidad de oro de vivir su presente a plenitud, es el orden del día.
Así arrancamos el 2022, en una virtual aldea global controlada por los artífices de las redes sociales y las aplicaciones que falsean la realidad, mientras, como ovejas en rebaño, le damos a un falso y extraño pastor, nuestro «Yo» mas íntimo.
¡Que el Santo Único nos aclare el camino!
Enmanuel
4 Comentarios
jhonnyrogervargas
Comienzo con traer a colacion una experiensa vivida estas pasadas navidades llegabamos a la casa de una abuelita de un familiar que cumplia años de vida al llegar a la puerta de la casa nuestra sorpresa una caja envuelta en papel regalo dentro de la misma ya hacian varios celulares guardados pues nos toco dejar los nuestros tambien una ves adentro nuestra querida protagonista del dia hace su aparicion y dijo ahora si podemos compartir conversar y disfrutar el regalo de dios para conmigo del don de la vida. excelente reflexion compartida en este articulo felicitaciones y gracias por compartirla
Julyrma
Como dice una gran amiga: «Llevas razón!».
Que no nos extraviemos entre el estar y el ir…
Angel Martínez González
Muy buen artículo, felicitaciones
admin
Gracias Ángel Alexis. Saludos
Al Margen del Tiempo espera por tu excelente pluma