Mal d’Aurore. Por Enmanuel
Mal d’Aurore
Mal d’Aurore (o Mal de Aurora) solía levantarse en las mañanas y renegar del sol. Un odio visceral por la luz recorría sus entrañas y se decodificaba en fonemas intensos contra la humanidad.
Renegaba de Dios (no sé si por todopoderoso o por ser padre de los humanos) pero su odio era primigenio y demoníaco, plétora de las más bajas pasiones.
El Gran Objeto Exterior lo animaba a la negación, a exaltar lo imaginario.
Se deleitaba con El Bosco en su Jardín de las delicias. Se sentía un poco sátiro, recua de primitivos demonios , serpiente maldita.
Mal d’Aurore terminó por hacerse savia humana, pecado original, sello de origen de un planeta, que nunca supo alcanzar a Dios.
Enmanuel