Opinión

Por los ANCIANOS (Parte 2). Por Miguel Alberto Zurita Sánchez


Los ancianos en el mundo moderno…. ¿Cuál es la alternativa a envejecer?

Después de haber dado, un vistazo, a la historia y a los ancianos en ella, donde logramos ver, a groso modo, en las diferentes épocas y socio culturas, más resaltantes o predominantes, como eran considerados y el lugar que ocupaban, además de obtener cierta información, que nos muestra como nuestra forma de actuar y tratar a nuestros ancianos, la heredamos de la antigua Grecia.
El Mundo Moderno, trajo la transformación del poder político donde fue delegado al pueblo. Surge el funcionariado y lo que conocemos hoy en día como la jubilación. El trabajo pasa a ser la característica más valorada entre la sociedad, y el Estado, pasa a ser el responsable de compensar los servicios prestados a la sociedad. Es entonces cuando el cuidado de los ancianos, que hasta entonces correspondía exclusivamente a la familia, pasa también a ser responsabilidad de los poderes públicos.
Ya en el Mundo Contemporáneo, donde el mayor valor pasa a ser el conocimiento moderno y por lo tanto la experiencia y sabiduría de tiempos pasados sufre una gran transformación, y el anciano ya no se adapta, es incapaz de aprender y progresar, y el concepto de vejez sufre, por consiguiente, una connotación negativa, además del gran valor que se le otorga a la apariencia física y estética. A todo esto se le suma, que debido al desarrollo de las ciencias y entre ellas la médica, la esperanza de vida se alarga en las sociedades y el número de ancianos crece. Esto conlleva a una mayor necesidad de asistencia médica, que a su vez conduce a un empobrecimiento del estado de bienestar.
Este fenómeno es progresivamente agravado por la disminución de la natalidad, la liberación femenina, la incorporación masiva de la mujer al mercado laboral, y el control de su sexualidad a través de la píldora anticonceptiva, por consecuencia, la sexualidad deja de verse exclusivamente como un fin para procrear. La familia sufre grandes transformaciones en su estructura y desaparece la familia extendida para convertirse en la familia nuclear, y el anciano se transforma en un ser desprotegido. Empieza a producirse el fenómeno de la soledad entre las personas mayores, especialmente los que viven en zonas urbanas.

Aclaro de forma expresa, lo que es una familia extendida y una familia nuclear.
Familia extendida se refiere a las conexiones de sangre o parentesco que unen las generaciones sucesivas a través de líneas de descendencia paternas o maternas. Es decir aquellas conformadas por padre, madre, hijos, abuelos, tíos, sobrinos, primos, etc. en algunos casos hasta la cuarta generación bisabuelos, estas deben estar viviendo todos bajo un mismo techo o domicilio, compartiendo obligaciones, deberes y derechos, que puede ser ayudar en la crianza de los nietos, sobrinos, colaborando económicamente con el sustento del hogar, entre otras obligaciones, derecho a disfrutar del uso de los bienes del hogar y del afecto de la familia.
Una familia nuclear se compone normalmente de un padre, madre y sus hijos, sean biológicos o adoptados. La familia nuclear ha sido tradicionalmente la unidad básica de la estructura de la familia más grande. Es desde la familia nuclear que se aprenden varios valores como el amor, la tolerancia y la convivencia. Sin embargo, las tasas crecientes de divorcio, los matrimonios retrasados y el parto retrasado continúan afectando su prevalencia.

Familias


Hoy la población está envejeciendo rápidamente y este fenómeno sólo lo frena la natalidad y la inmigración. La familia nuclear se encuentra con grandes dificultades, a la hora de cuidar a sus ancianos y con la incorporación de la mujer al trabajo, la familia no puede dar respuesta a esta situación. Se hace necesaria la creación de sistemas que comprendan una serie de servicios, prestaciones y actividades, que se hagan bien de forma privada, con ánimo o no de lucro, o bien de forma pública a través de los sistemas públicos de servicios sociales de un territorio (Comunidad autónoma o Estado, por ejemplo) a personas vulnerables por cualquier causa (económica, edad avanzada, menores de edad, víctimas de cualquier delito, etc) que actúen para substituir a lo que tradicionalmente, era exclusivamente responsabilidad de la familia, pero especialmente de las mujeres.
Tal y como se ha visto, desde tiempos remotos, el cuidado de los ancianos supone una gran preocupación, y un enorme gasto a los Estados.

Algunas concepciones que tiene el envejecer


El aumento de la población anciana es una preocupación en la mayoría de las sociedades. En China, India, Japón, Corea, Irán, Irak, Israel, y en casi todos los países del continente asiático, existe un enorme respeto a los ancianos. En India existe un gran porcentaje de personas mayores, en las zonas rurales, que realizan actividades agrícolas y reciben todas las admiraciones y respeto por parte de los familiares. En Japón existe una gran preocupación en integrarles en la vida laboral, creando Agencias de empleo para jubilados y Centros educativos para niños y mayores de manera simultánea.
En Argentina, Brasil, México, Ecuador, Paraguay, Bolivia y otros países de América Latina con tradición artístico-cultural, el anciano artesano desarrolla su actividad y creatividad con éxito, hasta que la salud se lo permite, y no hasta que lo retire la sociedad.
En Argentina, la Universidad de Buenos Aires y la Universidad de Lomas de Zamora , ofrece diversos cursos para personas mayores: desde arte o historia, hasta computación y natación. La finalidad de sus programas no sólo es pedagógica y de incremento del capital cultural: además busca establecer un vínculo entre la universidad y un sector de la comunidad, esto se hace de forma gratuita.
Además del potencial cultural para desarrollar, las personas mayores son una fuente de información inagotable. Seguramente no vamos a coincidir completamente con todas sus apreciaciones de la vida, pero si tomamos el caso de una persona de 80 años, esto equivaldría a escuchar a un testigo presencial a partir de 1940, nada despreciable ¿NO?
En Suiza un estudio realizado muestra como los ancianos viven muy en contacto con su familia, pero en cambio en zonas urbanas el anciano aparecía alejado y con rostro triste y preocupado, lo que llevo a actuar, para llegar al estado actual. En cambio, el mismo estudio realizado en niños asiáticos y latinoamericanos, el abuelo aparecía muy integrado. En Francia se están realizando programas para que los ancianos enseñen oficios a los jóvenes.
En España hoy, existe uno de los índices más elevados de esperanza de vida. Los ancianos son tratados a menudo como niños y se usa calificativos tales como “chochear” al referirse a que se han visto mermadas sus facultades físicas y especialmente mentales. Esto plantea que ese deterioro generalizado ha sido más bien fruto por no usarlo, que por el papel que le ha adjudicado la sociedad. Se tiende a representar al anciano con su bastón haciendo largos paseos para pasar el tiempo, a menudo acompañado de sus nietos o incluso jugando al dominó o a cartas en casales y centros de ancianos en general.
Actualmente se está replanteando esta visión del anciano y se está intentando cambiar su rol, buscando alternativas que no los excluya del conocimiento técnico, por ejemplo asistiendo a Centros de Competencia Internacional de dibujos de las familias.
Todo apunta a que la edad no debe limitar, la única cosa que puede limitarnos es la enfermedad. Desde una punto de vista económico, el anciano ya no es productivo ni útil, y pasa a ser una carga económica para el sistema, que es otra limitante importante, que debe atacarse desde varios flancos, para lograr revertir esa situación.
En otras culturas, completamente divergentes a la nuestra, la subsistencia y la necesidad de adaptación al medio, ha conllevado a maneras de proceder, completamente inverosímiles para nosotros, como Los Chukchis de Siberia, un pueblo paleosiberiano que habita una zona muy extensa y casi despoblada entre el mar de Bering y el mar de Chukchi, incluyendo la península de Chukchi, de nómadas, cuando sus mayores ya no podían aportar nada, los abandonaban en la nieve, a petición del propio anciano, pues éstos suponían una carga para el grupo.

Concepciones


¿En qué países es mejor ser anciano?


Fred acaba de cumplir 70 años en Noruega y Zaina hace poco celebró sus 61 en Tanzania. Aunque sus edades sean similares, sus vidas no lo son.
Él espera vivir hasta los 85 años: habita en un país donde la salud y el transporte están subsidiados y además posee una pensión estatal y otra de la compañía privada en la que solía trabajar.
Zaina, en cambio, no tiene ninguna esperanza de recibir una pensión y posee una expectativa de vida que no supera los 75 años.
Sus casos son la portada del Global Age Watch Index, el último ranking 2015 (no fue posible ubicar el del 2.019, así como tampoco a los anteriores) publicado por la ONG británica Help Age, el estudio que mide el bienestar de los ancianos en cuatro áreas: seguridad salarial, salud, capacidades personales y ambiente social favorable.
Este refleja los datos de 96 países que representan el 91% de las personas mayores de 60 años en todo el mundo.
El Índice compara países, resaltando buenas prácticas y áreas de posibles mejoras, además de brechas en los datos y la información.
Uno de los puntos, más destacados, es el hecho de que América Latina registró los cambios más llamativos en comparación con las cifras de 2014, sobre todo en lo que se refiere a seguridad salarial.

El mejor vs. el peor país


El país del mundo donde los ancianos viven mejor es Suiza, seguido por Noruega, que fue el líder en 2014.
En el tercer puesto se ubica Suecia, seguido por Alemania y Canadá. Holanda ocupa la sexta posición, Islandia la séptima, Japón la octava, Estados Unidos la novena y El Reino Unido la décima.
Todos los países del top 10, con la excepción de Japón, se ubican en Europa y América del Norte.
Un alto Producto Interno Bruto (PIB) per cápita, sistemas de pensiones de amplia cobertura, buenos servicios de salud y ambientes sociales favorables, son algunas de las cualidades de los primeros 20 países de la lista.
Mientras, en el otro extremo, Afganistán es el país que ofrece las peores condiciones para los ancianos. Muy cerca están Mozambique (94), Tanzania (91) y Uganda (88).

¿Y en América Latina?


Panamá fue el país latinoamericano en obtener el mejor puesto: el número 20.
A esa nación le sigue Chile (21) Uruguay (27), Costa Rica (28), Argentina (31) y México (33).
En el nivel intermedio se ubica El Salvador (54), Bolivia (55), Brasil (56), Nicaragua (57), Guatemala (59).
Venezuela (76) fue el país latinoamericano en obtener la posición menos favorable, mientras que Honduras se ubicó muy cerca, en el puesto 82.
El informe pone especial atención a las pensiones y cómo ellas pueden contribuir a que la gente permanezca activa y sea autosuficiente por más tiempo.
México (33) y Perú (48) son citados como ejemplos de países en los que ha aumentado considerablemente el número de pensionados con resultados positivos.
Sin embargo, una de las conclusiones del estudio es, que solo la mitad de la población mundial aspira a recibir una pensión básica en la vejez, por lo que urge a los gobiernos a actuar más rápido para extender las coberturas mientras la cantidad de ancianos aumenta.
En el mundo, para la fecha del informe, había un total de 868 millones de personas mayores de 60 años, cerca del 12% de la población global. Para 2050, está previsto que aumente a 21%.

Viejitos con seguro


Los mejores y peores países para envejecer en América Latina


Como hemos visto, y de acuerdo al estudio de Help Age International 2015.
Los tres mejores países para envejecer en América Latina son Panamá, Chile y Uruguay.
Los tres menos recomendables son Honduras, Venezuela y Paraguay.
En el podio del índice global de envejecimiento se encuentran cuatro europeos: Suiza, Noruega, Suecia y Alemania, mientras que Estados Unidos se ubicó en el noveno.
El estudio es elaborado de manera anual por Help Age Internacional. El reporte se enfoca en cuatro aspectos: seguridad de ingresos, estado de salud, competencias y entornos favorables.


¿Qué ha hecho Panamá, para alcanzar ese puesto?


El país centroamericano ocupa el puesto 20 en el índice global, con un destacado logro, en lo referido a las competencias entre su población que llegó a la vejez.
Esto es que las personas mayores, tienen mejores niveles de educación y acceso a empleo, que el resto de América Latina. Otro aspecto que destaca del promedio regional, es la garantía de ingresos para la población mayor de 65 años.
El informe de Help Age señala, que la buena colocación de Panamá se debe «en gran medida a la existencia y a la efectividad de políticas estatales, con una orientación de políticas sociales en general y de políticas de envejecimiento en particular».
Posee una tasa de empleo del 98,3% para personas entre 55 y 64 años, posiblemente en respuesta a los bajos ingresos provenientes de la jubilación, destaca Help Age.
Tiene buenas puntuaciones en el dominio de salud, una posición moderada respecto a la cobertura de pensiones y una tasa de pobreza del 17,7%. Además, la ley para asegurar los derechos de las personas mayores. Panamá es, también, un país que muestra una elevada tasa de envejecimiento, según el último informe del Centro de Investigaciones de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Panamá (julio de 2015), hasta junio de ese año, la nación istmeña cuenta con 302.120 personas con 65 o más años. Su población total son casi cuatro millones de mujeres y hombres.
Uruguay, Chile y Argentina son los países con mayor cantidad de población de 60 años o más.
Otra consideración especial hecha por el reporte, es la situación en Chile.
Help Age destaca la nación sudamericana que tiene una alta tasa de empleo de 65,4%, una tasa de cobertura de pensiones del 83% y una tasa de pobreza en la vejez del 15,2%. Regionalmente, se desempeña en salud, mejor que los demás. También es líder en la región en cuanto al nivel de educación de los adultos mayores.
Uruguay se desempeña mejor en seguridad de ingresos. Tiene la tasa de pobreza en la vejez más baja (8,3%) y a 92 de cada 100 de sus personas mayores dentro del sistema de pensiones.
Panamá, Chile, Uruguay, Costa Rica, Argentina, México y Colombia se encuentran por encima de Italia, Portugal, Grecia y Rusia en el índice global de envejecimiento.
Finalmente Brasil, el país con la economía más grande de la región, se encuentra en el puesto 12 entre los latinoamericanos, debajo de Bolivia, Perú y Ecuador, entre otros.
Honduras se ubica en la posición 82 del índice elaborado por Help Age Internacional. Sin embargo registra su mejor posición en la categoría de salud (46) con valores superiores al promedio regional, por los indicadores de bienestar psicológico. Se ubica en la posición más baja (85) en la categoría de seguridad de ingreso, con el PNB y la cobertura de pensiones más baja en la región (8,4%). Su tasa de pobreza entre personas mayores es de 28,9%, la tercera más alta en la región.
Venezuela ocupa la posición 76 del índice, la segunda más baja en su región. Aunque registra el puesto más alto (29) en la categoría de salud, con valores superiores al promedio regional, se ubica en la posición 66 en el área de seguridad (de ingreso), al registrar la tasa más alta de pobreza entre ancianos (38%). Sin embargo, la cobertura de las pensiones se acerca al promedio en la región (54,2%). Se ubicó en el último lugar en la categoría de «entorno favorable» (93). «Sus valores están por debajo del promedio regional en tres de los cuatro indicadores: seguridad (17%, lo más bajo de la región), libertad civil (66%) y satisfacción con el transporte público (59%)».
Paraguay ocupa la posición 69 de la clasificación general, que en la categoría de salud está en la posición 50. Respectivo a la esperanza de vida, ocupa el puesto 60. Se ubica en las últimas posiciones en la categoría de entorno favorable (77) debido a la baja satisfacción de las personas de la tercera edad con el transporte público (41%) y la seguridad (33%)».

Tabla Help Age Internacional


Mi opinión


El envejecimiento, está concebido como un proceso deletéreo, progresivo, intrínseco y universal, a nivel morfuncional desde las células, que acontece a todo ser vivo con el tiempo, como expresión de la interacción entre el programa genético del individuo y su medio ambiente, por lo tanto no podemos escapar de ello, aunque sea nuestro mayor deseo o necesidad; esto por aquello del gran valor que se le otorga a la apariencia física y estética, más remarcada en estos tiempos. Es preponderante que todos entendamos y aceptemos esto, cuando seamos jóvenes aún y capacidad para digerirlo. Mientras no lo hagamos, la ciencia cosmética seguirá llenando las cuentas, de los grandes consorcios de fármacos, clínicas y laboratorios de estética, a costa de los pendejos que niegan el envejecimiento. Piel lozana y rellenos no eliminan la ancianidad, por el contrario la reafirma.
Con respecto al informe de la Help Age Internacional y Venezuela, los recursos naturales renovables o no, no necesariamente son determinantes, para cambiar de nivel de desarrollo o rango a un país, pongo un pequeño ejemplo, de muchos que puedo usar de Suiza; este país importa desde Venezuela el cacao y producen el mejor chocolate del mundo, por casos como ese ocupó el puesto N°1, en el ranking 2015 y Venezuela el N°76; no es tener recursos, es saber administrar los que hay, no es que son más honestos, es que cumplen las leyes, que ellos mismos crearon, no es que son santos, es que trabajan en colectivo y por la igualdad, de la media hacia arriba, no es que son sabios por naturaleza, es que invierten en educación, que si es determinante para el progreso.
En cuanto a la senectud, el anciano necesita más que asistencia material, oportunidad y apoyo para desarrollar valores esenciales que sustentan la vida humana y le den sentido, como son: el amor, la relación interpersonal, la cultura y la alegría de vivir. No puede sepultarse en un pasado, sino que ha de envejecer con dignidad, pues sigue teniendo presente y futuro; ambos engendrados por él, con calor y sufrimientos aunque no se le reconozcan ni se le agradezcan.
¡Morir joven, es la alternativa a envejecer o prepararte para vivirla dignamente!
¡Concebir la vejez como un estado de degradación biológica, separado de las otras etapas de la existencia, es ignorarla como una fase de desarrollo natural, de la vida de todo ser humano. Es imperativo tener presente, que no venerar al anciano, es demoler la casa en la que tendremos que albergamos, al atardecer del día!

Me despido con una frase de George Bernard Shaw o simplemente Bernard Shaw, quien fue un dramaturgo, crítico y polemista irlandés cuya influencia en el teatro, la cultura y la política occidentales, se extiende desde 1.880 hasta nuestros días.


Miguel Alberto Zurita Sánchez. ¡No Más MGF´S! Coro 21 / 04 / 2.020.

«La Vejez». Alberto Cortez

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