«En mi pueblo los niños ya no pintan flores…». Por Delfos

«En mi pueblo los niños ya no pintan flores…»

En mi pueblo la dictadura se disfrazó de socialismo.
Tomó la banderas de Marx y los Castro (y como estos últimos se supo camuflajear de viento).
Llenaron las avenidas, calles y callejones, de nuevos nombres, de esos que huelen a polvo y a tierra, pero si acaso saben a historia.
En mi pueblo la mentira es un trío de cartillas que cursan entre los párvulos confundiéndose con el ABC.
El que trabaja paga peaje de hambre, escasez y nececidad, mientras que el que roba desfila con honores sobre las podridas tablas del stablisment gubernamental.
En mi pueblo la gente grita y maldice en privado y luego arenga lisonjas «cuando pasa la corte».
Las casitas se llenaron de fotos de muertos, de velitas «pa los santos», de esperas por la llegada de «la transferencia», de esperanzas que se han vuelto «semen de ahorcado».
«En mi pueblo los niños ya no pintan flores ni paisajes de colores…»

Delfos