*Los Amanecidos». Por Enmanuel Camejo
No podía llegar el mes de Diciembre a Paraguaná, porque, desde el primero hasta el treinta y uno, «Los Amanecidos» sacaban sus violines y desde las cinco de la mañana, comenzaban a dar vida a la tradición:
«La mazamorra», «Mujer bonita», «Las Piedras», » Cerro Verde», «Anillo de compromiso», entre tantas y tantas que se hacían leyenda, en las manos y violines de los músicos paraguaneros desde mediados, hasta finales del siglo XX, desde el Patio de Ondas del Caribe o desde la Plaza del Obrero en Punto Fijo..
La voz de Don Pepe Martinez, invitaba a encender los aparatos de radio y la comunidad paraguanera entera, festejaba recuerdos y hasta aprovechaba para hacer sus denuncias comunitarias.
Don Pepe Martinez y sus violines populares «Los amanecidos», liderados por las virtuosas manos de José Petit, marcaron un hito en la historia de la radiodifusión falconiana Navideña, que hoy recordamos en Al Margen del Tiempo.
Enmanuel Camejo
3 Comentarios
Ricardo Vargas P
Que época tan sabrosa, amanecía uno en sintonia con Ondas del Caribe o en presencia física. Estudiando en Maracaibo en Luz, mi Tio Pachuto y su esposa Angela no pelaban un programa , poniendo alegría y sabor al comienzo del día. Momentos para recordar a esos tiempos qué no volverán. Saludos
Maria
Tiempos aquellos, mi abuela los escuchaba y de ahí tuve yo referencia del grupo «los Amanecidos»
Miguel Alberto Zurita Sánchez
Recordar a “los Amanecidos”, es evocar tiempos de la buena espera, de la incertidumbre e inquietud, por los regalos que traería “El Niño JESÚS”, tiempos de infancia e inocencia, que en otrora “sobraban” y hoy hacen tanta falta, si es falso lo que digo, pongo un ejemplo, en una pregunta ¿Cuánto era la tasa de embarazo precoz de aquellos tiempos?
En el 2.012, según el diagnóstico del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa), Venezuela registraba la más alta tasa de embarazo adolescente entre los países de Sudamérica, con 101 nacimientos por cada 1.000 mujeres de 15 a 19 años de edad, …… ¡en ese tiempo!.
¡Muy buen recuerdo amigo Mano Lo!