ORÍGENES DE LA NAVIDAD. Por Victor R. Salazar
LA NAVIDAD
La Navidad (en latín: Nativitas, ‘nacimiento’) es una de las festividades más importantes del cristianismo, junto con la Pascua de resurrección y Pentecostés. Esta solemnidad, que conmemora el nacimiento de Jesucristo en Belén, se celebra el 25 de diciembre en la Iglesia católica, en la Iglesia anglicana, en algunas comunidades protestantes y en la mayoría de las Iglesias ortodoxas. En cambio, se festeja el 7 de enero en otras Iglesias ortodoxas como la Iglesia ortodoxa rusa o la Iglesia ortodoxa de Jerusalén, que no aceptaron la reforma hecha al calendario juliano para pasar al calendario conocido como gregoriano, nombre derivado de su reformador, el papa Gregorio XIII. El 25 de diciembre es un día festivo en muchos países celebrado por millones de personas en todo el mundo y también por un gran número de no cristianos.
Nota: El calendario gregoriano es un calendario originario de Europa, actualmente utilizado de manera oficial en casi todo el mundo, denominado así por ser su promotor el papa Gregorio XIII, quien promulgó su uso por medio de la bula Inter Gravissimas. A partir de 1582, sustituyó gradualmente en distintos países al calendario juliano, utilizado desde que Julio César lo instaurara en el año 46 a. C. El calendario juliano era, básicamente, el calendario egipcio, el primer calendario solar conocido que estableció la duración del año en 365,25 días.
La reforma gregoriana nace de la necesidad de llevar a la práctica uno de los acuerdos del Concilio de Trento: ajustar el calendario para eliminar el desfase producido desde el primer Concilio de Nicea, celebrado en 325,34 en el que se había fijado el momento astral en que debía celebrarse la Pascua y, en relación con esta, las demás fiestas religiosas móviles. Lo que importaba, pues, era la regularidad del calendario litúrgico, para lo cual era preciso introducir determinadas correcciones en el civil. En el fondo, se trataba de adecuar el calendario civil al año trópico.
En el Concilio de Nicea se determinó que la Pascua debía conmemorarse el domingo siguiente al plenilunio posterior al equinoccio de primavera en el hemisferio norte (equinoccio de otoño en el hemisferio sur). Aquel año 325 el equinoccio había ocurrido el día 21 de marzo,5 pero con el paso del tiempo la fecha del acontecimiento se había ido adelantando hasta el punto de que, en 1582, el desfase era ya de 10 días, y el equinoccio se fechó el 11 de marzo.
El desfase provenía de un inexacto cómputo del número de días con que cuenta el año trópico; según el calendario juliano que instituyó un año bisiesto cada cuatro, consideraba que el año trópico estaba constituido por 365,25 días, mientras que la cifra correcta es de 365,242189, o lo que es lo mismo, 365 días, 5 horas, 48 minutos y 45,16 segundos. Esos más de 11 minutos contados adicionalmente a cada año habían supuesto en los 1257 años que mediaban entre 325 y 1582 un error acumulado de aproximadamente 10 días.
Al jueves -juliano- 4 de octubre de 1582 le sucedió el viernes -gregoriano- 15 de octubre de 1582. Así, diez días desaparecieron debido a que ya se habían contado de más en el calendario juliano.
El calendario gregoriano se originó a partir de un primer estudio realizado en 1515 por científicos de la Universidad de Salamanca, y de un segundo en 1578. Del primero, se hizo caso omiso y del segundo, finalmente, surgió el actual calendario mundial, aunque el mérito se atribuyó a otros personajes.
Los primeros países en adoptar el calendario actual fueron España, Italia y Portugal en 1582. Sin embargo, Gran Bretaña y sus colonias americanas no lo hicieron hasta 1752
Los angloparlantes utilizan el término Christmas, cuyo significado es ‘misa (mass) de Cristo’. En algunas lenguas germánicas, como el alemán, la fiesta se denomina Weihnachten, que significa ‘noche de bendición’. Las fiestas de la Navidad se proponen, como su nombre indica, celebrar la Natividad (es decir, el nacimiento) de Jesús de Nazaret.
Los orígenes pueden variar de acuerdo a la festividad. Aunque la fecha exacta del nacimiento de Jesús de Nazaret no se encuentra registrada ni en el Antiguo Testamento ni el Nuevo Testamento (Biblia), el 25 de diciembre ha sido significativo en los pueblos de la antigüedad que celebraban durante el solsticio de invierno en el hemisferio norte (desde el 21 de diciembre). La adopción de esa fecha se realizó siglos después, empezando por el testimonio de Sexto Julio Africano en el año 221 acerca de la fecha de nacimiento en Judea y el calendario litúrgico filocaliano de 354 después de Cristo.
Existen diversas teorías sobre el origen del 25 de diciembre como día de la Navidad. Según defiende William J. Thige, ya en el siglo III se celebraría el nacimiento de Cristo el 25 de diciembre, aun antes de que los romanos celebraran la fiesta del Sol invencible (Sol Invictus).
Según otros autores, la celebración de esta fiesta el 25 de diciembre se debe a la antigua celebración del nacimiento anual del dios-Sol en el solsticio de invierno (natalis invicti Solis), adaptada por la Iglesia católica en el tercer siglo d. C. para permitir la conversión de los pueblos paganos.
En Antioquía, probablemente en 386, Juan Crisóstomo impulsó a la comunidad a unir la celebración del nacimiento de Cristo con el del 25 de diciembre, aunque parte de la comunidad ya guardaba ese día por lo menos desde diez años antes.
En el Imperio romano, las celebraciones de Saturno durante la semana del solsticio, que eran el acontecimiento social principal, llegaban a su apogeo el 25 de diciembre.
Algunas tradiciones de la Navidad, particularmente las de Escandinavia, tienen su origen en la celebración germánica de Yule, como son el árbol de Navidad. Allí la Navidad se conoce como Yule (o jul).
SATURNALES
Las Saturnales (en latín Saturnalia) eran unas importantes festividades romanas. La fiesta se celebraba con un sacrificio en el Templo de Saturno, en el Foro Romano, y un banquete público, seguido por el intercambio de regalos, continuo festejo, y un ambiente de carnaval en el que se producía una relajación de las normas sociales. El poeta Catulo la llamó «el mejor de los días».
Nota: Cayo o Gayo Valerio Catulo (en latín, Gaius Valerius Catullus; Verona, actual Italia, h. 87 a. C.-Roma, h. 57 a. C., aunque muchos estudiosos aceptan las fechas 84 a. C.-54 a. C.) fue un poeta latino. En su estado actual, el corpus catuliano consta de unas 116 poesías, 102 encabezadas por una dedicatoria a Cornelio Nepote que sin duda debió pertenecer a una compilación anterior, aparentemente distribuidas en tres grupos. El primero, hasta la composición 60 inclusive, comprende poemas líricos cortos, en metros varios, de asuntos sacados de los más diversos acontecimientos de la vida: poesías amorosas, otras dirigidas a amigos o enemigos, improvisaciones ingeniosas, anécdotas, sátiras, y un breve himno a Diana.
Saturnalia, en honor de Saturno, fue introducida alrededor del 217 a. C. para elevar la moral de los ciudadanos después de una derrota militar sufrida ante los cartagineses en el lago Trasimeno. Oficialmente se celebraba el día de la consagración del templo de Saturno en el Foro romano, el 17 de diciembre, con sacrificios y banquete público festivo (lectisternium) y al grito multitudinario de “Io, Saturnalia”.
Nota: Cartago fue una antigua ciudad del norte de África, en el actual Túnez (a unos diecisiete kilómetros al noreste de la capital de este país), fundada por emigrantes fenicios de Tiro a finales del siglo IX a. C., según la datación moderna más aceptada.
Tras la caída de Tiro en poder de los caldeos, Cartago se independizó y desarrolló un poderoso Estado que llegó a rivalizar con las ciudades-Estado griegas de Sicilia primero y con la República romana siglos después. Su estructura de gobierno fue de carácter republicano con ciertas características monárquicas o de tiranía, aunque evolucionó posteriormente a un sistema plenamente republicano.12 Los territorios controlados por Cartago la convirtieron en la capital de un próspero Estado, viéndose enriquecida por los recursos provenientes de todo el Mediterráneo occidental.
En el siglo III a. C. se enfrentó a la República romana en tres guerras (conocidas como primera, segunda y tercera guerras púnicas) por la hegemonía en el Mediterráneo occidental y de las que salió derrotada. A mediados del siglo II a. C., fue destruida por Escipión Emiliano en la llamada tercera guerra púnica.
Pero esta fiesta era tan apreciada por el pueblo, que de forma no oficial se festejaba a lo largo de siete días, del 17 al 23 de diciembre. Las autoridades estatales se vieron obligadas a atender a la costumbre popular, visto el fracaso que supuso intentar reducir a 3 o 5 días de celebraciones propuestas respectivamente por Augusto y Calígula. A finales del siglo I, las vacaciones judiciales se prolongaron definitivamente a cinco días.
En las fiestas Saturnales, se decoraban las casas con plantas y se encendían velas para celebrar la nueva venida de la luz. Los romanos amigos y familiares, se hacían regalos (en un principio, recordando a antiguos rituales, velas o figurillas de barro) como los que se hacen en la fiesta de la Navidad. Estas fiestas estaban dirigidas por un sacerdote, que cambiaba según el dios al que se le daba culto, el sacerdote se elegía en un colegio de sacerdotes.
Las Saturnales se celebraban por dos motivos:
- En honor a Saturno, dios de la agricultura.
- Como homenaje al triunfo de un victorioso general (fiesta del triunfo).
Las primeras se celebraban del 17 al 23 de diciembre, a la luz de velas y antorchas, por el fin del período más oscuro del año y el nacimiento del nuevo período de luz, o nacimiento del Sol Invictus, 25 de diciembre, coincidiendo con la entrada del Sol en el signo de Capricornio (solsticio de invierno). Probablemente las Saturnales fueran las fiestas de la finalización de los trabajos del campo, celebrada tras la conclusión de la siembra de invierno, cuando el ritmo de las estaciones dejaba a toda la familia campesina, incluidos los esclavos domésticos, tiempo para descansar del esfuerzo cotidiano.
Eran siete días de bulliciosas diversiones, Orgias, banquetes e intercambio de regalos. Las fiestas comenzaban con un sacrificio en el templo de Saturno (en principio el dios más importante para los romanos hasta Júpiter), al pie de la colina del Capitolio, la zona más sagrada de Roma, seguido de un banquete público al que estaba invitado todo el mundo. Los romanos asociaban a Saturno, dios agrícola protector de sembrados y garante de cosechas con el dios prehelénico Crono, que estuvo en activo durante la mítica edad de oro de la tierra, cuando los hombres vivían felices, sin separaciones sociales. Durante las Saturnales, los esclavos eran frecuentemente liberados de sus obligaciones y sus papeles, en algunos casos, cambiados con los de sus dueños.
Las celebraciones del nacimiento del Sol y su nuevo período de luz fueron sustituidas por la Iglesia, quien hizo coincidir en esas fechas el nacimiento de Jesús de Nazaret con el objetivo de acabar con las antiguas celebraciones. Gradualmente las costumbres paganas pasaron al Día de Año Nuevo, siendo asimiladas finalmente por la fiesta cristiana que hoy en día se conoce universalmente como el Día de Navidad.
FIESTAS EN OTRAS CULTURAS EN TORNO AL 25 DE DICIEMBRE
Algunas festividades que coinciden con ese periodo fueron de carácter pagano. Algunas culturas mencionan en sus rituales astrológicos a algún dios sol; tales como Apolo y Helios (en Roma y Grecia), Mitra (en Persia), Huitzilopochtli (en Tenochtitlán), entre otros. Algunas culturas creían que el dios del sol nació el 21 de diciembre, el día más corto del año, y que los días se hacían más largos a medida que el dios se hacía más viejo. En otras culturas se creía que el dios del sol murió ese día, solo para volver a otro ciclo:
- Los romanos celebraban el 25 de diciembre la fiesta del Natalis Solis Invicti o Nacimiento del Sol invicto, asociada al nacimiento de Apolo.15 El 25 de diciembre fue considerado como día del solsticio de invierno, y que los romanos llamaron bruma; cuando Julio César introdujo su calendario en el año 45 a. C., el 25 de diciembre debió ubicarse entre el 21 y 22 de diciembre de nuestro Calendario Gregoriano. De esta fiesta, se tomó la idea del 25 de diciembre como fecha del nacimiento de Jesucristo. Otro festival romano llamado Saturnalia, en honor a Saturno, duraba cerca de siete días e incluía el solsticio de invierno. Por esta celebración los romanos posponían todos los negocios y guerras, había intercambio de regalos, y liberaban temporalmente a sus esclavos. Tales tradiciones se asemejan a las actuales tradiciones de Navidad y se utilizaron para establecer un acoplamiento entre los dos días de fiesta.
- Los germanos y escandinavos celebraban el 26 de diciembre el nacimiento de Frey, dios nórdico del sol naciente, la lluvia y la fertilidad. En esas fiestas adornaban un árbol de hoja perenne, que representaba al Yggdrasil o árbol del Universo, costumbre que se transformó en el árbol de Navidad cuando llegó el cristianismo al norte de Europa.
- Los aztecas celebraban durante el invierno, el advenimiento de Huitzilopochtli, dios del sol y de la guerra, en el mes Panquetzaliztli, que equivaldría aproximadamente al período del 7 al 26 de diciembre de nuestro calendario. Aprovechando la coincidencia de fechas, los primeros evangelizadores, los religiosos agustinos, promovieron la celebración de la Navidad y así desapareció el dios prehispánico y mantuvieron la celebración, dándole características cristianas.
- Los incas celebraban el renacimiento de Inti o el dios Sol, la fiesta era llamada Cápac Raymi o Fiesta del sol poderoso que por su extensión también abarcaba y daba nombre al mes, por ende, este era el primer mes del calendario inca. Esta fiesta era la contraparte del Inti Raymi de junio, pues el 23 de diciembre es el solsticio de verano austral y el Inti Raymi sucede en el solsticio de invierno austral. En el solsticio de verano austral el Sol alcanza su mayor poder (es viejo) y muere, pero vuelve a nacer para alcanzar su madurez en junio, luego declina hasta diciembre, y así se completaría el ciclo de vida del Sol. Esta fiesta tenía una ceremonia de iniciación en la vida adulta de los varones jóvenes del imperio, dicha iniciación era conocida como Warachikuy.
EL EDICTO DE TESALÓNICA
En el año 311 el Emperador Galerio había emitido en la ciudad un edicto conocido como el Edicto de Tolerancia de Nicomedia. En él se concedía indulgencia a los cristianos y se les reconocía su existencia legal y libertad para celebrar reuniones y construir templos para su Dios, por lo que la persecución de los mismos finalizaría.
Nota: El edicto de tolerancia de Nicomedia (Edictum tolerationis Galerii) del 30 de abril del año 311 puso un punto final a las medidas represivas instituidas en el Imperio romano en contra de los cristianos por el emperador Diocleciano. El edicto de Nicomedia fue promulgado por el emperador Galerio, quien inicialmente habría sido uno de los instigadores de la política de Diocleciano en este aspecto y como tal, según las fuentes cristianas de la época, uno de los más decididos enemigos del cristianismo. Galerio murió cinco días después de la promulgación del edicto.
A principios del siglo IV, Constantino I había terminado con la clandestinidad y persecución de los cristianos, otorgándoles ciertos privilegios y permitiéndoles la construcción de grandes templos. En 313, junto a Licinio, emitió el Edicto de Milán, por el que se otorgaba tolerancia religiosa y la libertad de culto para los cristianos.
Nota: El Edicto de Milán (en latín, Edictum Mediolanense), conocido también como La Tolerancia del Cristianismo, fue promulgado en Milán en el año 313 y en él se establecía la libertad de religión en el Imperio romano, dando fin a las persecuciones dirigidas por las autoridades contra ciertos grupos religiosos, particularmente los cristianos. El edicto fue firmado por Constantino I el Grande y Licinio, dirigentes de los imperios romanos de Occidente y Oriente, respectivamente.
En el momento de la promulgación del edicto, existían en el Imperio cerca de 1500 sedes episcopales y al menos de cinco a siete millones de habitantes de los cincuenta que componían el imperio profesaban el cristianismo. Después de la aprobación, se inició la etapa conocida por los historiadores cristianos como la Paz de la Iglesia.
A cambio de esto, Constantino tomó parte en las disputas que ya existían en el seno de la iglesia, convocando en el 325 el Concilio de Nicea. En este concilio se desterraron las tesis arrianas que negaban el carácter divino de Jesús como parte consustancial de Dios. A pesar de ello, el cisma arriano se prolongaría al menos hasta el siglo VI, y no terminaría hasta la muerte del último de los monarcas arrianos, el rey visigodo Leovigildo. Del Concilio de Nicea se originaría el llamado Credo Niceno, último punto de encuentro entre las iglesias de oriente y occidente.
El mismo emperador Constantino fue el primer gobernante del Imperio romano de credo cristiano, aunque no fue bautizado, por el obispo Eusebio de Nicomedia, hasta poco antes de morir. Con él se iniciaba una nueva época para la iglesia, y en el transcurso del siglo IV su influencia en las esferas del poder aumentaría, a pesar del paréntesis de tres años que supuso el gobierno de Juliano, durante el cual el cristianismo volvió a estar acosado por el poder, hasta que en 380 y a través del Edicto de Tesalónica se convirtió en la religión oficial y única religión lícita tanto en el Oriente como en el Occidente romanos.
Con este edicto, el cristianismo niceno pasaba a convertirse en la única religión oficial del Imperio romano en su totalidad. El Panteón Romano se había complementado a lo largo de muchos siglos con los dioses, deidades y lares domésticos, con el culto a los propios antepasados e incluso con divinidades prerromanas que habían sido asimiladas tras el proceso de romanización en muchos lugares del Imperio, siguió practicándose sin ninguna traba salvo por la prohibición de hacer sacrificios y porque ya no recibía financiación por parte del Estado, a partir de ese momento cada culto era sufragado por sus creyentes.
Popular y erróneamente este Edicto se ha asociado con la prohibición de las religiones no cristianas, pero como se puede observar la prohibición no iba dirigida a ellas, que se pudieron seguir practicando, pero con las limitaciones antes mencionadas, lo que se prohibió fueron las innumerables versiones del cristianismo que fueron consideradas herejías a partir del Concilio de Nicea, como el arrianismo.
COMO SE INSTITUYÓ LA NAVIDAD
la Navidad no está incluida en la lista de festividades cristianas de Ireneo ni en la lista de Tertuliano acerca del mismo tema, las cuales son las listas más antiguas que se conocen. La evidencia más temprana de la preocupación por la fecha de la Navidad se encuentra en Alejandría, cerca del año 200 de nuestra era, cuando Clemente de Alejandría indica que ciertos teólogos egipcios «muy curiosos» asignan no solo el año sino también el día real del nacimiento de Cristo como 25 pashons copto (20 de mayo) en el vigésimo octavo año de Augusto. Desde 221, en la obra Chronographiai, Sexto Julio Africano popularizó el 25 de diciembre como la fecha del nacimiento de Jesús. Para la época del Concilio de Nicea I en 325, la Iglesia alejandrina ya había fijado el Díes nativitatis et epifaníae.
Para hacer más fácil que los romanos pudiesen convertirse al cristianismo sin abandonar sus festividades, el papa Julio I pidió en el 350 que el nacimiento de Cristo fuera celebrado en esa misma fecha y finalmente el papa Liberio decreta este día como el nacimiento de Jesús de Nazaret en 354. La primera mención de un banquete de Navidad en tal fecha en Constantinopla, data de 379, bajo Gregorio Nacianceno. La fiesta fue introducida en Antioquía hacia 380. En Jerusalén, Egeria, en el siglo IV, atestiguó el banquete de la presentación, cuarenta días después del 6 de enero, el 15 de febrero, que debe haber sido la fecha de celebración del nacimiento. El banquete de diciembre alcanzó Egipto en el siglo V.
El profesor Shemarjahu Talmon, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, investigó el pasaje del Evangelio de San Lucas (1, 5-13) en el que se cuenta que en la época en la que Herodes era rey de Judea, había un sacerdote llamado Zacarías, de la clase de Abías, marido de Isabel.
Lucas dice que «mientras Zacarías oficiaba ante el Señor, en el turno de su clase, según la usanza del servicio sacerdotal, les tocó a suertes entrar en el templo para hacer la ofrenda del incienso» y en ese momento se le apareció un ángel que le predijo el nacimiento de un hijo, que habría de llamar Juan, que sería el Bautista.
Los sacerdotes del antiguo Israel se dividían en 24 clases, que se organizaban en un orden que no variaba y que debían prestar servicio litúrgico en el templo durante una semana, de sábado a sábado, dos veces al año. La clase de Zacarías, la de Abías, era la octava en el orden oficial.
Talmon reconstruyó los turnos con la ayuda del calendario de la comunidad esenia de Qumrán. El segundo de los turnos era en septiembre. Las antiguas Iglesias de Oriente celebran la concepción de Juan el Bautista entre el 23 y el 25 de septiembre.
San Lucas el Evangelista dice que la Anunciación del arcángel San Gabriel a la Virgen María sucedió seis meses después de la concepción de Juan el Bautista (Lucas, 1, 26). Las liturgias orientales y occidentales concuerdan en la identificación de esta fecha con el 31 del mes de adar, que corresponde a nuestro 25 de marzo, fecha en la que la Iglesia celebra la Anunciación y la concepción de Jesús. La fecha del nacimiento, por tanto, debería ser situada 9 meses después, es decir el 25 de diciembre.
Algunos han objetado que no pudo nacer en diciembre, ya que el Evangelio de San Lucas se habla de unos pastores que pasaban la noche al raso, lo que indicaría que no es una época invernal. Sin embargo, la respuesta estaría en las normas de pureza del judaísmo. Los rebaños de ovejas se diferenciaban en tres tipos: los compuestos solo de ovejas de lana blanca, consideradas puras y que después de pastar volvían a entrar en el redil en el centro de las poblaciones; las compuestas por ovejas de lana en parte blanca y en parte negra, que por la tarde entraban en rediles dispuestos a las afueras de las poblaciones; y las ovejas de lana negra, consideradas impuras, que no podían entrar ni en las ciudades ni en los rediles, debiendo permanecer a la intemperie con sus pastores en cualquier periodo del año. El Evangelio también dice que los pastores hacían turnos de guardia, lo que indicaría una noche larga y fría, lo que encaja con un contexto invernal.
YULE
Las fiestas de Yule (del nórdico antiguo: Júl) se celebran cada solsticio de invierno. Es esta una celebración de los pueblos nórdicos, relacionada con la mitología germana y el paganismo nórdico. El Yule originalmente duraba doce días y el cristianismo lo asimiló a la Navidad.
La fiesta tradicional de Yule tiene sus orígenes en la Escandinavia precristiana. Constituía sobre todo una fiesta de la familia y estuvo siempre dedicada a la fertilidad, a los solsticios y a la familia. Era una festividad donde también se recordaba a los ancestros, los amigos ausentes, y la mesa donde se celebraba la fiesta se preparaba con esplendor y magnificencia, ante la tumba de los parientes fallecidos y priorizando la hospitalidad hacia los forasteros.
Actualmente en la cultura neopagana, esta celebración ha sido reconstruida en muy variados grupos, como en el caso de la Religión Ásatrú con doce días de celebraciones; y la Religión wicca, que algunos aplican una forma de celebrar estas fiestas a través de «ocho días solares festivos», llamados comúnmente «Sabbats de la rueda anual».5 Las fiestas de Yule se celebran en el solsticio de invierno: en el hemisferio norte, cerca del 22 de diciembre, y en el hemisferio sur, alrededor de 21 de junio.
Nota: Ásatrú (Ása-Trú, literalmente, Fiel o leal a los Æsir) es la recreación y unificación moderna del paganismo germánico del centro y norte de Europa. Está reconocida oficialmente por Islandia, Noruega, Dinamarca, Suecia y España.
Nota: La wicca (pronunciado /ˈwɪkə/) es una religión neopagana, vinculada con la brujería y otras religiones antiguas.
Fue desarrollada en Inglaterra durante la primera mitad del siglo XX y presentada al público en 1954 por Gerald Gardner, un funcionario jubilado británico que afirmó haber descubierto una antigua religión pagana (la llamada hipótesis del culto de las brujas).
Se basa en un conjunto de diversas creencias paganas y prácticas herméticas del siglo XX, por su estructura teológica y práctica ritual. La palabra witch deriva del inglés de la Edad Media wicche, del idioma anglosajón wicce (/ wɪttʃe /) (femenino) «bruja» y wicca (/ wɪttʃɑ /) (masculino) «sabio».
No tiene ninguna autoridad central. Las tradiciones se fundamentan en unas creencias, principios y prácticas esbozadas originalmente entre los años 1940 y 1950 por Gardner y Doreen Valiente, tanto en libros publicados, como en enseñanzas secretas escritas y orales compartidas con sus iniciados.
Yule y Yuletide, al igual que la «Festividad de yalda» (una fiesta invernal iraní), son términos arcaicos indoeuropeos usados para referirse a la tradición antigua que observa los cambios naturales causados por la rotación de la tierra alrededor del sol y sus efectos en la cosecha alimenticia durante el solsticio de invierno. En la celebración de Yuletide, como en aquella, es costumbre entonar canciones para proveer así una atmósfera relajada. De hecho, este concepto es el significado de Yule por los dos diferentes diccionarios de Oxford: Oxford English Dictionary y Concise Oxford Dictionary.
Las personas que no están familiarizadas con la mitología nórdica y el paganismo europeo simplemente no sabrían distinguir entre las palabras Yule (Joul), Navidad y la Natividad, que en cierto sentido son sinónimos y a la misma vez antónimos. Este uso o término aún sobrevive en muchas canciones navideñas o villancicos, así como en la confección de una torta o pastel llamado Yule log o tronco de Navidad, en referencia directa a un tronco ritual de esta festividad ancestral.
La palabra Yule todavía existe en algún dialecto escocés, con el término jul en Noruega, Dinamarca y Suecia, y con el término joulu en Finlandia. En la actualidad se suele considerar el período festivo comprendido desde el día de Nochebuena hasta después del primer día del año o, especialmente en Inglaterra, hasta el día de Reyes.
En la mayoría de las lenguas europeas, sea cual sea la forma en que se pronuncie o traduzca, tanto Navidad, como natividad, al igual que Yule, se entienden como sinónimos de una misma celebración. Tal es el caso en la lengua española, donde cualquier diccionario traducirá la palabra Yule como «pascuas» o «navidades».
LA NAVIDAD EN TIEMPOS MAS RECIENTES
En el siglo XVII, los puritanos tenían leyes que suprimían la celebración de la Navidad, a diferencia de la Iglesia católica o la Iglesia anglicana, esta última de la cual se separaron. Con el culto de la razón en el poder durante la era de la Francia revolucionaria, los servicios religiosos de la Navidad cristiana fueron vetados, incluyendo el cambio del nombre del pastel de Reyes por el de «pastel de la igualdad» bajo las políticas antirreligiosas.
Durante la Reforma protestante, la celebración del nacimiento de Cristo fue prohibida por algunas Iglesias protestantes, llamándola “Trampas de los papistas” y hasta “Garras de la bestia”, debido a su relación con el catolicismo y el paganismo antiguo. Después de la victoria parlamentaria contra el Rey Carlos I durante la Guerra civil inglesa en 1647, los gobernantes puritanos ingleses prohibieron la celebración de la Navidad. El pueblo se rebeló realizando varios motines hasta tomar ciudades importantes como Canterbury, donde decoraban las puertas con eslóganes que hablaban de la santidad de la fiesta. La Restauración de 1660 puso fin a la prohibición, pero muchos de los miembros del clero reformista, no conformes, rechazaban las celebraciones navideñas, utilizando argumentos puritanos.
En la época colonial de los Estados Unidos, los puritanos de Nueva Inglaterra rechazaron la Navidad, y su celebración fue declarada ilegal en Boston de 1659 a 1681. Al mismo tiempo, los cristianos residentes de Virginia y Nueva York siguieron las celebraciones libremente. La Navidad cayó en desgracia en los Estados Unidos después de la Revolución, porque se consideraba una costumbre inglesa.
En la década de 1820, las tensiones sectarias en Inglaterra se habían aliviado y algunos escritores británicos comenzaron a preocuparse, pues la Navidad estaba en vías de desaparición. Dado que imaginaban la Navidad como un tiempo de celebración sincero, hicieron esfuerzos para revivir la fiesta. El libro de Charles Dickens “Un cuento de Navidad”, publicado en 1843, desempeñó un importante papel en la reinvención de la fiesta de Navidad, haciendo hincapié en la familia, la buena voluntad, la compasión y la celebración familiar.
La Navidad fue declarada día feriado federal de los Estados Unidos en 1870, en ley firmada por el presidente Ulysses S. Grant, pero aún es una fiesta muy discutida por los distintos líderes puritanos de la nación.
En el siglo XX, las celebraciones navideñas estaban prohibidas por la doctrina del ateísmo estatal en la Unión Soviética. En la Alemania nacionalsocialista, la cristiandad formal en su conjunto fue atacada como un enemigo del estado y las festividades navideñas, así como otras relacionadas con la figura histórica de Jesús de Nazaret, fueron mezcladas con neo paganismo para servir a la propaganda del ocultismo nazi y antisemitismo.
La controversia del siglo XXI, a menudo se refiere a que la terminología de “Navidad” y todo lo relacionado con ésta celebración puede considerase ofensivo para minorías culturales y de fe, dicho dilema ocurre principalmente en países de América del Norte y en menor medida de Europa. Algunas posiciones extremistas solicitan cambiar la palabra de Navidad por el de Vacaciones. También se presenta el intento de algunos gobiernos y empresas del mundo occidental por convertir a la Navidad en una fiesta multicultural y/o no religiosa, censurando símbolos religiosos. Todo esto es tachado de corrección política innecesaria.
Algunas Iglesias bautistas independientes, algunas congregaciones para protestantes de denominación no tradicional, como los Testigos de Jehová que tienen en Charles Taze Russell su fundador, no celebran la Navidad, porque la consideran una “festividad pagana no prescrita en la Biblia”. Además, rechazan que el 25 de diciembre sea la verdadera fecha del nacimiento de Cristo. Cabe mencionar que, en sus inicios, los Testigos de Jehová celebraban la Navidad, no en carácter de celebración religiosa, sino como forma de sociabilización entre sus miembros. El cambio de actitud hacia dicha festividad se debió a las enseñanzas distintivas de su líder religioso, el juez Joseph Franklin Rutherford.
Otros, en cambio, no aceptan la tradición llamándolos de anti-navideños, algunos comparándolo con las actitudes del Grinch. Algunas personas han tomado la festividad “no científica” como se muestra en la Guía atea de la Navidad. Bob Dorough hizo una canción en contra del éxito que transcendió White Christmas.
Fuera de occidente, como el mundo islámico o los pocos estados socialistas aún existentes, la controversia va más allá de la simple iconografía religiosa cristiana. En lo que respecta al islam, algunos movimientos islamistas turcos están en contra de toda la Navidad, incluso la celebración secular, llegando a exigir al gobierno de prohibir la presencia de Papá Noel en toda Turquía.
Tayikistán y Somalia prohíben a nivel nacional todo lo relacionado con la Navidad; Arabia Saudita y Brunéi solo permiten la celebración de Navidad a cristianos, pero dentro de sus casas; en naciones con conflictos en curso como Irak, Siria, Libia, Centroáfrica, Afganistán o Yemen, las organizaciones yihadistas y grupos rebeldes persiguen todo lo relacionado con la Navidad.
De estas naciones solamente Irak y Siria, siendo de mayoría musulmana, sus respectivos gobiernos promueven las celebraciones navideñas en público en un intento por lograr la convivencia entre culturas y religiones, pero, aunque oficialmente en Irán todo lo relacionado con la Navidad se encuentra permitido, varios vendedores de adornos navideños afirmaron que se sienten acosados por las autoridades.
En China y Corea del Norte la celebración total de la Navidad está prohibida, pero debido a la globalización en algunas ciudades chinas como Shanghái, Hong Kong y Macao, se permite la celebración de la Navidad.
CELEBRACIÓN POPULAR
Es frecuente en algunas regiones o países la tradición de que algún personaje o personajes, visite a los niños para dejarles regalos bajo el árbol de Navidad. Aparte del origen cristiano de la Navidad, esta fiesta ha ido mezclando su carácter religioso con la tradición de convivencia familiar, debido en gran medida a la popularidad de esta celebración y a la mercadotecnia.
El siglo XIX fue cuando la Navidad empieza a afianzarse con el carácter que tiene hoy día. Se popularizó la costumbre del intercambio de regalos y al personaje de Santa Claus y regalar tarjetas de Navidad. Costumbres que con el tiempo la mercadotecnia (en especial la norteamericana) aprovecharía para expandir la Navidad por el mundo dándole un carácter distinto al religioso, y con temas que poco o nada tienen que ver con la tradicional celebración navideña.
La Navidad es celebrada por los cristianos, pero también por gente no creyente; algunos utilizan la Navidad como festejo de convivencia social y familiar sin estar vinculada a alguna religión, mientras que otros lo reseñan en mensajes presidenciales. En muchos lugares de Europa y América hay una creciente tendencia, impulsada principalmente desde las parroquias locales, para recuperar el sentido religioso de la Navidad y su verdadero significado.
TRADICIONES NAVIDEÑAS
La Navidad es la fiesta cristiana más popularizada, pese a que la Iglesia considera que es más importante la Pascua. Uno de ellos se conoce como la Novena de Aguinaldos (16 al 24 de diciembre), costumbre católica en la que las familias o grupos de personas se reúnen a rezar un novenario, consumir platos típicos de Navidad (Según el país), cantar villancicos y hacer entretenimiento temático a las fiestas de Navidad y Año Nuevo. Previo al evento, se realiza la corona de Adviento, hecha a base de ramas de ciprés o pino atada con un listón rojo, es realizada cada domingo previo al día de Navidad. Las familias se reúnen a su alrededor cada domingo, se enciende una vela y se recitan oraciones y villancicos como preparación al Nacimiento de Jesús. Esta tradición es recurrente en la Iglesia católica ya que la corona debe ser bendecida en la iglesia.
Otras involucran un conjunto de tradiciones de carácter diverso, tanto litúrgicas como familiares, locales o nacionales. Empezando por la cena de Nochebuena (24 de diciembre-25 de diciembre), consiste en un gran banquete que abarca desde la víspera del día de Navidad hasta pasada la medianoche. Se celebra en honor al nacimiento de Cristo que tuvo lugar en la medianoche, al comienzo del día 25 de diciembre; de manera parecida al banquete judío del Pésaj. Tradicionalmente se come pavo, cerdo, cordero, bacalao y otros platos, dependiendo del lugar en que se celebre o las tradiciones de la familia. Tradicionalmente en las familias cristianas o reuniones de cristianos se suele realizar un rezo a medianoche en honor al nacimiento de Jesús y en señal de agradecimiento a Dios.
Los belenes, pesebres o nacimientos navideños: consisten en la representación del nacimiento de Jesús, mediante una maqueta de Belén y sus alrededores, en la que las figuras principales son el establo donde nació Jesús, la »Sagrada Familia», los animales y los pastores, también los 3 »Reyes de Oriente» y una estrella con una estela que también suele colocarse en lo alto del »árbol» de Navidad. Según la tradición san Francisco de Asís fue su inventor. En Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Venezuela y otros países, la figura del Niño no se coloca hasta la llegada de la Navidad, fecha en que se celebra su nacimiento, y luego de ser «arrullado» es colocado entre José y María.
Los villancicos: canciones o cantos alusivos al nacimiento de Cristo o a la Sagrada Familia. Algunos como «Noche de Paz» tienen versiones en varios idiomas o ritmos, con el mismo o distinto nombre.
El árbol de Navidad: un elemento decorativo para el que se suele emplear una conífera (o árboles artificiales) decorada con adornos. Al ser un árbol de hoja perenne simboliza el amor de Dios. Tiene su origen en Alemania donde el evangelizador san Bonifacio instauró la tradición. Para elaboraciones mayores, se realizan villas navideñas; representaciones de pueblos en época de nieve.
Material Compilado por Victor R. Salazar el 21 de diciembre de 2020.
REFERENCIAS
- https://es.wikipedia.org/wiki/Navidad
- https://parquesalegres.org/biblioteca/blog/que-es-la-navidad
- https://www.significados.com/navidad/
- https://es.wikipedia.org/wiki/Saturnales
- https://es.wikipedia.org/wiki/Catulo
- https://es.wikipedia.org/wiki/Edicto_de_Tolerancia_de_Nicomedia
- https://es.wikipedia.org/wiki/Edicto_de_Tesalónica
- https://es.wikipedia.org/wiki/Edicto_de_Milán