«EL ÚLTIMO INFIERNO». Manuel Rojas
EL ÚLTIMO INFIERNO
Morir cerca del fuego adquirió para Dante una fiel consigna. Beatriz elevó una plegaria, apostada en la última grada del infierno. El infeliz Virgilio retó el reino de la sangre: La Divina Comedia del enigma. Se supo de la gran aventura en el extenso paraje de vellonas y murciélagos de candela, por el recién informe de la inquisición, transcrito por el reverendo Agustín, de la misión católica. Se disertó sobre los ahorcados en la capilla del pilar romano y en qué forma se mutilaron protestantes, judíos, y toda clase de apóstatas. Hirvió la desnudez de la plaza frente al genocidio mientras el canto gregoriano subió a la cúspide principal, en el lugar de las violetas. Brilló en el cielo esmaltado el signo de la confusión bajo un relieve de Da Vinci. Oscurecido el emblema, Beatriz cerró el libro y lo lanzó a la fogata. Lucifer, solo, triste, amó para siempre el tropel de los caballos árabes, el polvo pastoril, el valle de las cabras, la celebración papal por la quema de tantos miserables y más que eso y que todas las cosas, amó el Fausto de la luna en manos de Mefistófeles. La orden se pronunció en fiesta muy al fondo de la noche, en el misterio de la tierra recién profanada: América.
Manuel Rojas
2 Comentarios
Rafael Armas
Excelente Poeta .
Monica Marquez
Que hermoso ❤️ Sr Manuel