JUEVES. Olimpio Galicia Gómez
JUEVES
Por si nunca te lo había dicho, debes saber que yo te pienso los jueves, desde cuando las cabras abandonan el corral, recién amaneciendo, y se van, una trás otra, por la vereda al montaral. Y así paso el día deambulando y en la memoria vos andás de tu cuenta con unos recuerdos que, hasta cuando llega el jueves, no sabían que existían. Pero pasa igual los viernes, porque vos sabés muy bien que las cabras recién paridas hay que apartarles la cría en la noche y traérselo después del ordeño. Por cierto, ahí, en el tazón de leche te me apareces vistiéndote de blanco y de espumas. Te digo que hace dos días, Jimena, la cabra zarda, no viene al corral, hoy me lanzo al monte a buscarla. Esa cabra siempre ha sido mañosa y no le hace caso al jopeo. Ojalá no haya tomado el mismo rumbo tuyo y no encuentra el camino de regreso. Cuando el sábado se anuncia, con el cantar de los gallos y el lucero del día relumbrante, yo te pienso, y andás revoloteando todo el día por estos aires con el olor de las Acacias y el aroma del café en el fogón, y te apareces en el umbral de la puerta como si vinieras de un largo viaje, pero hasta ahí, y la casa se queda esperando que entres con tu presencia a llenarlo todo. Anduve todo el día por el monte y no pude encontrar a Jimena, tal vez se la llevaron los cuatreros o parió y está escondida cuidando su crío. Hoy continúo la búsqueda. Resulta extraño lo que me sucede cada domingo de esos de claridad infinita, porque creo, si no te lo había dicho antes, que me paso el día como ausente, es decir, pensándote, o sea, con la cabeza puesta en las cosas que te hacían lucir hermosa, sobre todo los domingos de pontificar larguísimos, pero con pequeñas alegrías que te brotaban por los poros. Debo decirte que ayer encontré a Jimena. Me orienté por los zamuros y estaba tirada a todo lo largo, debió haberla picado una Mapanare. Éso me puso triste y todavía ahora, me duele no verla en el corral. Los lunes y los martes son cómplices y arman sus componendas para que tú te vengas por los silencios de las mañanas y te poses en las ideas que recién aparecen, entonces comprendo que tu ausencia tiene remedio y que los días de Marzo son buenos pa’l corazón. No te puedo explicar cómo es el miércoles porque siempre anda con un deseo antojoso y primario de verte, de tocarte, por lo que intento, durante el transcurso del día, inventarte en los trazos de la melancolía. Por si no te lo había dicho antes, los jueves te pienso, los demás días trato de darle un descanso a la memoria.
Olimpio Galicia Gómez
4 Comentarios
Delia
Aroma a Paraguaná
Sus textos le dibujan
Un abrazo
Dinora Depool
Saludos Profesor Galicia, gracias por esa hermosa pluma que nos regalas
Abrazos, poeta de su hermana de luchas de otrora Dinora Depool.
Manuel Rojas
Muy buena narración, te felicito
Belkys Rivera Africano
Olimpio.. . que bella narración!!.
Te quiero a través de tus letras así como a las de Enmanuel…no hace falta conocer personalmente a las personas para quererlas y admirarlas.. además tenemos amigos comunes como….Julirma y José… Abrazos