RAZONAMIENTOS. Por JULIO CÉSAR JIMÉNEZ

RAZONAMIENTOS

I

No sé por qué me inspira tanto el tema, pero lo digo y pregono en tono fuerte:
que siempre has de estar satistecho de la vida,
buscando el bienestar en forma permanente,
brindándote amor, cariño, afecto;
también por los demás, que lo merecen;
dar lo mejor de tí en toda circunstancia
poniendo el corazón conscientemente,
practicar la paz poniendo el alma,
que sientas que tu acción se compromete,
sacando provechos del envite,
sacando partido de la suerte;
manteniendo en alto la autoestima,
nivelar con los demás constantemente
y aún con las pautas del destino,
creyendo que tú algunas te estableces
y con fe en Dios que te bendice
y que está a tu lado siempre, siempre;
pensando que lo bueno que hagas en la vida,
también de ella lo mejor mereces
y mirando las cosas de esta forma,
en cualquier circunstancia, me parece,
que llevando vida dulce y apacible,
sería motivo para morir sonriente.

II

Si no tienes en los labios la sonrisa,
¿qué te puede preocupar después de muerto?,
¿ya qué importa que la gente opine
no murió como quería: «sonriendo»?.
No saben que tu sonrisa está en el alma,
no saben que tu sonrisa va por dentro;
tal como payaso sonríe al mundo,
y que la gente piense: «está contento».

JULIO CÉSAR JIMÉNEZ