«Don Pedro Berroeta, un venezolano ejemplar». Por Enmanuel
Hay seres humanos, que a pesar de ser hombres públicos y extraordinarios, pasan por debajo de la mesa de la historia, sin la referencia que se merecen. Don Pedro Berroeta es para mí uno de esos casos.
Muy culto, de hablar pausado, con una gallarda ecuanimidad y sensibilidad al opinar sobre cualquier tema, Don Pedro Berroeta fué, durante su existencia y por su legado, un venezolano ejemplar.
Lo conocí por mi papá, Gabriel Camejo Armas, también de Zaraza como Don Pedro, además de contemporáneos (mi papá nació en 1920 y Don Pedro en 1914).
Mi papá me enseñó a seguir su carrera como moderador de entrevistas a través de Venezolana de Televisión canal 8 y TVN5, así como a leer sus artículos semanales en el Diario «El Nacional» y leer, íntegramente, un par de sus novelas, que me marcaron por su sensibilidad y exquisita prosa: MIGAJA e ELIZABETH (esta última una alegoría a su esposa muerta).
Biografía
«Pedro Berroeta Morales nació en Zaraza, Edo. Guárico, el 30 de agosto de 1914. Hijo de Miguel Berroeta Ron, inmigrante canario y de Candelaria Morales.
En 1946 contrajo nupcias con Elizabeth Wettstein. El matrimonio tuvo una hija: Diana.
Berroeta realizó sus estudios básicos en su ciudad natal; y en Caracas cursó el bachillerato en el Liceo Andrés Bello; luego ingresó en la escuela de derecho en la Universidad Central de Venezuela (UCV), los cuales no concluyó y se fue a España, en 1934, donde se inscribió en la Universidad Complutense de Madrid, estudios que también abandonó por situaciones políticas y se mudó a Francia, estudiando Periodismo en la Escuela de Altos Estudios Sociales, en París, donde trabajó en Radio Mundial. Al comenzar la Segunda Guerra Mundial y la invasión alemana a Francia, Berroeta se trasladó a Nueva York, EE.UU, en 1941; donde se residenció medio año aproximadamente. Después regresó a Venezuela, y en Caracas, comenzó a trabajar en el equipo de ARS Publicidad; posteriormente inició su labor como columnista en la prensa venezolana; en los diarios, Últimas Noticias (1941) y El Nacional (1943).
Autor de una extensa obra literaria; que incluye, los cuentos, Marianik (1945), Julieta sin corazón (1968), La mano contra el muro (1974),Pequeño relato nocturno (1986); Las mismas manos (1989 ; los poemarios, Mientras las brasas duermen (Berna 1946) y Sagrada Blasfemia (1947); las novelas La leyenda del Conde Luna (1954); La farsa del hombre que amó a dos mujeres (1961), El espía que vino del cielo (1968), Migaja (1974), La Salamandra; Natacha, te quiero tanto (1986), La huella del pez en el agua (1994); los ensayos, Cartas a José Rafael Pocaterra (1972); la biografía, Rómulo Betancourt: los años de aprendizaje (1987), La última victoria del gran Mariscal (1995) y En el nombre de Elizabeth (1997), y la obra inédita la novela, A causa de Melibea (1997).
Fue Presidente de la planta televisora Canal 8 (Venezolana de TV, VTV), entre 1976 y 1979, en dicho. Canal condujo los programas “Análisis” y “La entrevista de hoy”.
Al crearse la Fundación Polar, Berroeta formó parte de la Junta Directiva (1977), que propuso y aprobó el proyecto Diccionario de Historia de Venezuela.
Dominó 5 idiomas; el castellano, el Inglés, el francés, el sueco y y el alemán.
Berroeta además de la escritura se interesó por la diplomacia, ocupando los siguientes cargos: Agregado Cultural de la Embajada de Venezuela en Francia, el 6 de febrero de 1946; Segundo secretario de la representación venezolana en Berna, Suiza, el 12 de julio de 1946; Segundo Secretario de la Embajada de Venezuela en Estados Unidos de Norteamérica, el 1° de diciembre de 1947; Primer Secretrio de la Legación venezolana en Suecia y Noruega, el 14 de febrero de 1949; Encargado de Negocios en aquellas naciones el 8 de diciembre de 1949; y Primer Secretario de la Embajada venezolana en París, el 21 de junio de 1951; Consejero en la Embajada venezolana en Ecuador, el 5 de mayo de 1954; Embajador y Encargado de Negocios interino en Ecuador, el 1° de diciembre de 1954. Posteriormente se retiró del servicio diplomático en 1957, por presiones de sus colegas venezolanos en el mundo de la diplomacia.
Representó a Venezuela en calidad de observador ante el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas en Ginebra, el 12 de julio de 1946; y en la Segunda Reunión del Comité Preparatorio, cuyo objetivo era elaborar el proyecto de la Carta de Organización del Comercio Internacional, el 30 de abril de 1947. Cuando se retiró del mundo diplomático en 1957, continuó trabajando para el grupo ARS Publicidad, trabajó en CEDESA (1961), como autor de textos y guiones de las series documentales para cine y TV: “Viajando con Polar”,“Viajando con Maltín Polar y “Viajando por Venezuela”.
Berroeta obtuvo los siguientes premios: Primer premio en el III Concurso Anual de Cuentos de El Nacional, con la obra Instante en una fuga, el 3 de agosto de 1948, mención Honorífica en el VII Concurso anual de Cuentos de El Nacional con Demetrio y el Niño, el 11 de septiembre de 1952; Segundo premio en el mismo con La Forastera, el 13 de agosto de 1953; Tercer premio en el citado concurso de cuentos con La Invitación, el 19 de agosto de 1954; Premio de Novela de la Cámara Venezolana del Libro y su obra de teatro Jonás fue galardonada con la Primera Mención Honorífica en el Concurso Latinoamericano de Teatro de Buenos Aires, Argentina (1956); Premio Internacional de novela “Simón Bolívar” por La salamandra (1973); los premios Nacional y Municipal de narrativa (1993).
El escritor, periodista y Diplomático guariqueño, Pedro Berroeta Morales, falleció en Caracas el 8 de marzo de 1997.«
(Fuente: venezuelaehistoria.blogspot.com)
Fragmento de la novela MIGAJA (1974)
Y Él dijo de ella (de Migaja):
“Me gustaba que Migaja fuera así: una mezcla de frivolidad e inteligencia aguda: de niñez y venerable sabiduría. A veces me desconcertaba, por supuesto, porque cortaba bruscamente y saltaba de un tema a otro con ligereza, como una niña que está en la escuela, atenta a la lección de la maestra, y de pronto se va por la ventana abierta tras un pájaro que pasa volando.”
“Esta muchacha está ligeramente desequilibrada, la pobre.”
“ Pero, además de hablar, Migaja miente. Es decir, para ser mas correcto, tiene el don de fabular: muchas de sus verdades no tienen validez mas allá de ella misma y de su mundo.”
“Migaja era tenaz. En eso y en muchas otras cosas. Como esos bachacos que prefieren perder la cabeza y la vida antes que soltar el pellizco que han hecho con sus pinzas”
“Mentira. Me parece odiosa, insoportable, infantil, caprichosa. La aguanto porque estoy realizando con ella un experimento: el de aplicar, con ese ser humano particular llamado Migaja, las enseñanzas que aprendí a costa de la felicidad de otros seres humanos.”
“Yo ya la conocía bien: dejaba colgada su mirada en mi rostro como un sombrero en un clavo, y se iba lejos, a soñar o a pensar, a hablar conmigo desde adentro, quizás.”
Y Migaja dijo de Él:
“Porque soy parte de él. Soy una migaja de él. Me hicieron con materia suya. El no lo cree, piensa que digo tonterías a causa de que estoy enamorada, pero es verdad. Me hicieron con su barro, con barro sobrante, digamos, con lo que quedaba. Para no botarlo, pues me hicieron a mi y me enviaron para acá.”
“Sucede que si tu me empujas, me voy hacia ti; si me buscas, me alejo; si me escupes como si fuera una semilla, me tragas; si me quieres, es como si me odiaras”
Pedro Berroeta
Comparto con ustedes, a continuación, dos videos sobre Don Pedro: el primero hecho por la fundación Polar en su honor y el segundo, una entrevista que le hiciera Sofía Imber por Venevisión el 21 de abril de 1989.
Enmanuel
2 Comentarios
Juan Carlos M
Recuerdo con mucho agrado los programas televisivos de Don Pedro, de Doña Sofía Imber y del Tío Simón. Todos ilustres Venezolanos. No hay ningún tipo de comparación con la actual Venezolana de televisión sus presentadores politizados mediocres y la programación que allí presentan. Viendo por el retrovisor se confirma el terrible el daño cultural que le han hecho a nuestro país.
Sebastian Grau
Cuando escucho o leo publicaciones como esta, me pregunto:
¿Dónde se fué aquel país?
Sencillo pero auténtico homenaje a Pedro Berroeta, al cual me sumo