REFLEXIÓN. Por Delfos

La existencia «cobra peaje» por los excesos del cuerpo, los desafueros de la razón, las inconsistencias del alma.
En algún tramo, la vida pasa factura o notifica una deuda por vencerse. Nada es gratis en el trayecto del nacimiento a la muerte. ¡Nada!.

Todas las enfermedades acechan al que abusó de su cuerpo, al que pensó que el mito del Fenix era la realidad del borracho después de «la pea»: que renacería, «como siempre», de sus cenizas maceradas en alcohol… hasta que sus vísceras gritaran ¡basta! y se detuvieran para siempre.

Todos los odios tienden emboscada al atardecer de la razón y la suma de sus desafueros, concluyen en soledades abismales.

Todas las veleidades del alma, terminan en la nada, volviendo a ser la que nunca existió. Deshilándose, desmadejada, en el principio.

La existencia «cobra peaje» por los excesos del cuerpo, los desafueros de la razón y las inconsistencias del alma. Y no habrán fórmula mágica, ni protocolo informático que valgan, cuando los tiempos se derramen en la noria del Samsara.

Delfos