Edición especial de «Costumbres y Decires: rescatando la venezolaneidad»

Hoy el grupo editor de Al Margen del Tiempo está de fiesta por la participación de un grupo de lectores de nuestra página, que atendiendo al llamado que hicimos el lunes 27 de abril de 2020, enviaron su colaboración para la publicación de este «Costumbres y Decires» del día de hoy. A todos ustedes mil gracias por participar.

Miguel Alberto Zurita Sanchez y Enmanuel Gerardo Camejo Zavala

De decires y palabras de mis viejas. Por Mónica Márquez.

 Cuando mamá tomaba solo un café negro, y por apuros y quehaceres se le olvidaba desayunar, decía que sentía el estómago «aislado» o «estragado».
Si me veía que me arreglaba varias veces las medias, me decía: – ¡¡mijita que «trafate» tenéis con esas medias!!
A veces cuando me tengo que poner muchos accesorios (por mi profesión de médico), y mas ahora con lo de la protección por lo del coronavirus, me siento «atafagada».

Mónica Márquez

«Con la vara que midas serás medido». Por Olisarith Polanco Gutiérrez

Este refrán hace referencia al cuidado que debemos tener, como seres sociales, al momento de relacionarnos con las personas porque seremos juzgados de la misma manera que lo hemos hecho nosotros.

Nuestra cultura es rica en costumbres y tradiciones. De hecho, fuimos formados entre dichos y refranes, como una forma de mantenernos unidos al pasado y preservar ese gran legado que por herencia nos corresponde. Pero además, considero que cada refrán retumba en nuestras mentes, pues su forma sentenciosa y jocosa forjó nuestro carácter y fue una forma de alertarnos ante lo bueno y lo malo de las diferentes situaciones de la vida.

Aunque hoy siguen más vigentes que nunca, debemos identificar los que nos impulsan hacia adelante y los que nos limitan porque nuestro comportamiento tiene mucho que ver con las creencias que nos instalaron en nuestra niñez y adolescencia y lo hicieron en forma de dicho… ¡para que no se nos olvidara!

Olisarith Polanco Gutiérrez

De Costumbres y Tradiciones. Por María Concepción Mendoza Torres

Venezuela, es un País muy rico en costumbres  y tradiciones, cada estado  o región  tienen su forma de expresar ese acervo cultural producto de las mezclas de razas de tenemos; es importante para nosotros  como habitantes de este hermoso país, dar un vistazo hacia el pasado y recordar  o aprender mas de lo que nuestros antepasados nos dejaron  como un legado como una tradición.
Es bueno si tenemos  a algún abuelo, abuela, mamá, papá, tíos que vivieron algunas de esas épocas que nos cuenten  como era el día a día en” sus tiempos”, de seguro  sería un buen “cuenta cuento”. En estos momentos  en los que estamos atravesando por una pandemia que nos ha obligado a estar en cuarentena y a convivir mas con la familia, es un buen momento para hacerles recordar a nuestros familiares de la tercera edad, adultos mayores o abuelos, esos momentos que ellos vivieron y que les hizo ser felices, podemos aprender  a cocinar un buen dulce de leche, de lechoza, un majarete, hacer un fororo, un alfañique o alfondoque ( en este caso me refiero a la zona de occidente de Falcón) en mi caso, recuerdo a mi abuela que todas las tardes, a las 3pm , ella hacia su “cachecito”, que consistía en hervir un poco de agua con “la borra del café”, le agregaba azúcar y lo acompañaba con un pancito dulce, una paledonia o una galleta, una costumbre que se hacía hubiese o no visita en la casa., en una de esas tertulias con mi mamá en estos tiempos de tarde de “ocio” recordaba ella que en las tardes, cuando ella era muchacha, en su casa preparaban también la popular mazamorra de maíz o fororo, la cual la mayoría de las veces se hacía con maíz amarillo, el cual ponían a tostar, luego de tostado  se pasaba por un molino y  de esa harina era que salía el fororo o la mazamorra, que servían en cenas  o en desayunos, me cuenta además que de esa misma harina también preparaban un atol  con canela y azúcar el cual le echaban a una taza  de café para un desayuno, y para meriendas los famosos alfeñiques o alfondoques.
En otro orden de ideas y revisando otra costumbre del estado Falcón, con respecto a lo que era uno de sus pasatiempos en épocas donde la televisión ni el internet habían invadido los espacios, y es la costumbre de sacar una silla, y sentarse al frente de su casa a  agarrar un fresquito o aire de la tarde, en las zonas rurales esto se hacía en el frente de sus casas, donde los vecinos aprovechaban para hacer tertulias a la luz de la luna cuando estaba clara y los niños correr y jugar o simplemente escuchar los cuentos de algún personaje que les hacía volar la imaginación. En la actualidad en los sectores populares, de algunos barrios se conserva esa costumbre de al caer la tarde estar sentada al frente de su casa saludando al vecino o viendo al hijo jugar y compartir con el amiguito.

 SE HACE COMO EL FORORO
 Se compra el maíz cariaco en los mercados, se tuesta (a fuego medio y sin dejar de remover hasta que quede doradito)  y luego se muele.

Receta de Panquecas de Fororo:

Ingredientes:
– 1 huevo
 – 1/4 taza de fororo
– Endulzante al gusto (azúcar, papelón u otros)
Se le puede echar opcionalmente linaza molida, avena, canela y vainilla.

Preparación:

– Batir todos los ingredientes y cocinar en un sartén hasta que estén dorados por ambos lados. Si se coloca una tapa al sartén pueden cocinarse por dentro mucho mejor y hasta abombarse.

Maria Concepción Mendoza Torres

“Vos lo que estáis es Soyao”. Por Tiburcio Ordoñez

En la población de Dabajuro, capital del occidente Falconiano, hemos tomado muchos refranes, palabras y decires de Maracaibo. Entre ellas una muy jocosa que la usamos para referirnos a una persona que hace un comentario fuera de contexto o lugar: ¡Que fue Uslar Pietri… vos lo que estáis es Soyao!. Uno acompaña esa frase casi siempre comparando al fulano con alguna eminencia intelectual.

Tiburcio Ordoñez

“Salís mas que el muerto e’ la quebraíta”. Por Torcuato da Luca Tena

En Cumarebo hay un dicho popular que lo usamos para referirnos a alguna persona, que por lo andariega, tan pronto está en Puerto Cumarebo como en Bariquí y a las horas está frente a la cementera. A esa persona andariega o asomada, cuando uno la ve aparecer le dice: “Miguel, salís mas que el muerto e’ la quebraíta”.

Torcuato da Luca Tena