CONFESIÓN. Por Enmanuel

CONFESIÓN

Me arrepiento de haberme quedado mucho tiempo atrapado en mis propias mentiras. No en esas que hacían imaginarme caballero andante o mesías del nuevo mundo, sino en aquellas que provocaron llanto, rencor y despedidas.

Me arrepiento del miedo que no me dejó avanzar, de la claudicación inoportuna y cobarde, del espanto que paralizó tantas veces mi alma.

Me arrepiento de no haber tenido suficiente hambre y haber conocido en carne propia, el dolor de tantos, al leviatán de miles.

Me arrepiento de haber creido que Dios era un viejo mas sordo y ciego que padre. Que castigaba inmisericorde con la camiseta puesta de «I love you».

Me arrepiento de no haberme arrepentido a tiempo y haber llegado hasta aquí con mas peso que años.

Me arrepiento del niño que no pude conservar dentro de mi y lo entregara al descampado de lo convencional.

Me arrepiento del castigo que propiné, la maldición que exulté, el perdón que callé, la ayuda que me guardé.

Me arrepiento.

Enmanuel