Letras

Del «Señor de los anillos»


I amar prestar aen
(El mundo esta cambiando)
han mathon ne nen
(lo siento en el agua)
han mathon ne chae
(lo siento en la tierra)
a han noston ned gwilith
(lo huelo en el aire)…

Mucho se perdió entonces, pero nadie vive ahora para recordarlo.
Todo comenzó con la forja de los Grandes Anillos. Tres fueron entregados a los Elfos, inmortales, los más sabios y honrados de todos los seres. Siete a los señores Enanos, grandes mineros y artesanos de las cavidades montañosas. Y Nueve, nueve fueron entregados a la raza de los hombres que ansían por encima de todo, el Poder. En aquellos anillos residía el poder y la voluntad para gobernar a cada raza. Pero todos ellos fueron engañados, pues otro Anillo más fue forjado. En la tierra de Mordor, en los fuegos del Monte del Destino, el Señor Oscuro Sauron forjó en secreto el Anillo Regente, para controlar a todos los demás. En ese Anillo descargó toda su crueldad, su malicia y su voluntad de dominar todo tipo de vida. Un anillo para gobernarlos a todos. Una a una, las comarcas libres de la Tierra Media fueron sometidas por el poder del Anillo. Pero hubo algunos que resistieron. Una última alianza de hombres y elfos lucharon contra el ejército de Mordor y en las lomas del Monte del Destino libraron su batalla por la libertad de la Tierra Media.
La victoria estaba próxima, pero nada puede acabar con el poder del Anillo.
Y fue en aquel preciso momento, desvanecida ya toda esperanza, cuando Isildur, hijo del rey, recurrió a la espada de su padre.
Sauron, el enemigo de los pueblos libres de la Tierra Media, fue derrotado.
El Anillo llegó a manos de Isildur, quien tuvo la oportunidad de destruir su mal para siempre. Pero el corazón de los hombres se corrompe con facilidad y el Anillo de Poder goza de voluntad propia. Traicionó a Isildur, hasta llevarle a la muerte. Y aquellos hechos que nunca debieron caer en el olvido se perdieron en el tiempo. la historia se convirtió en leyenda. La leyenda en mito. Y durante dos mil quinientos años el Anillo pasó desapercibido, hasta que, cuando se presentó la ocasión, embaucó a un nuevo dueño…”
John Ronald Reuel Tolkien
(“El Señor de los Anillos”)

La canción de Galadriel

3 Comentarios

  • Maria Cristina

    Y es justamente lo que está ocurriendo: el afán de lograr tanto, obtenerlo todo, pasar por encima de los valores, arrollar y destruir la Tierra… en algún momento debía suceder ese algo que despertara la consciencia de los hombres y mujeres…Y aún estamos en plena faena de comprender nuestras capacidades, límites, deseos, ambiciones para aceptarlos y hacerlos parte de construir y transformarnos en una nueva Humanidad.

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