“En la calle 83, número 28 raya 50, quinta ‘San Francisco’ ”. Episodio 4: LA SEÑORA SAPUELA. Por Enmanuel Camejo Zavala
LA SEÑORA SAPUELA
Antonia era una señora bondadosa, conversadora, muy amable, solitaria, algo regordeta, sin marido y con la cara redonda y grande como la luna llena, que siempre iba, dos o tres veces al año, a la casa de la calle 83 en Maracaibo.
Por esas cosas que no tienen mas explicación que los impromptus de niño, Chevy y yo la dimos por llamar «La Señora Sapuela».
Curioso y cómico nombre, ya que en nuestra incipiente imaginación, Antonia parecía un Sapo. Pero no un Sapo verde de esos que proliferaban por el patio cuando llovía, comiéndose a los zancudos y mosquitos que encontraban, sino a una simpática sapa de las comiquitas.
Lo cierto fué que un día, mientras Chevy y yo jugabamos beisbol con las «tarjeticas» del albúm «Vida y Color», tocaron insistentemente la reja que separaba la casa de la calle y al ir corriendo para ver quien era, resultó ser que era Antonia, y en medio de la premura por seguir jugando gritamos en coro, a todo pulmón:
- ¡Mamáaaaa ábranle la puerta a la señora Sapuela que está tocando!
¡Mejor que hubieramos nombrado al innonbrable!, porqué ya estabamos sentenciados que si volvíamos a decirle a Antonia «Señora Sapuela«, nos iban a dar unos correazos… ¡y dicho y hecho!, no bien había entrado «La Señora Sapuela» al porche de la casa, cuandos nuestras nalguitas ya estaban rojas y ardiendo, y suspendido indefinidamente, el juego con las barajitas del album «Vida y Color»
Enmanuel Gerardo Camejo Zavala
2 Comentarios
jhonnyroger vargas
Hay Dios que vaina de muchachos
Ambar Berg
Divertido episodio. Me gusta