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«Madre: La Creación Perfecta». Por Luis Enrique Homes

Luis Enrique Homes con su madre Nora Jiménez de Homes

Madre: La Creación Perfecta

A mi Madre, Nora Jiménez de Homes

Si vos me preguntaras Juanita que es lo que yo más quiero hacer hoy Domingo, pues te diría sin lugar a dudas que estar con mi mama. Esa viejecita tan linda y querida que llevo en mi corazón, como un tesoro escondido para mi solito.

Pero vos sabéis cómo son las cosas de la vida: llena de acertijos y caminos cruzados que no siempre conducen a donde queremos, pero por algo será. Yo se lo dejo a ese papa grandotote y poderoso que es nuestro Dios, que siempre permite lo que nos conviene. Y no quiero ver en el óleo de hoy Domingo colores oscuros ni medias tintas, ni días opacos, lluviosos, ni colores grises, por la inesperada razón que no se cumplan mis deseos. Mas bien Juanita, yo te invito a que me acompañes a ese homenaje lleno de colores de primavera, amarillos, azules claros, verdes intensos de primavera para homenajear a nuestra madre.

¿Sabéis a que se parece una madre? ¿Vos habéis tenido alguna vez – estoy seguro que si – una cobija vieja, lanuda, a veces llena de huecos que siempre queréis seguir usando a pesar de que sabéis de que esta vieja y necesitáis una nueva? Si no habéis tenido una cobija como las mías que me duran siglos, es posible que hayáis tenido un pantalón, de esos jeans arrechos de los años 80 que no se destruyen con nada, manchado de pintura o con chicles pegados en el fondillo y que caminan solos cuando te ven. Pues claro! Es que los queréis tener todo el tiempo puestos y pegaditos. Pues así es la madre: Mientras mas vieja, mas la queréis tener a tu lado. Mas las quieres tener allí, cerquita, si no físicamente, pues en la mente, a flor de piel.

Yo tengo un par de zapatos de tela que me da vergüenza usarlos porque el del lado izquierdo ya le salió un hueco arriba. Pero que cómodo son esos zapatos Juanita y que placer ponerlos cuando llego cansado a la casa y antes de cualquier cosa, busco esos zapatos como rellenos de almohadas para descanso de mis pies. Si te pones a pensar Juanita, así es la madre: Un regazo para el descanso, un recuerdo viviente para acariciar, un gran alivio y descanso en tu caminar. ¿Cómo la podemos descuidar? ¿Cómo la vamos a abandonar si mas vieja, más sabrosa? Más dulce su corazón, más tierna su mirada, más en encantadora sus palabras.

Mira Juanita, cuando a vos te critiquen tus hijos porque sois una madre anticuada y pasada de moda. O tu esposo te fastidie llenándote de defectos y críticas hasta por la forma de caminar. O tu jefe cascarrabias te mira porque llegaste tarde al trabajo sin preguntarte porqué y todo el mundo te cuestione, pues refúgiate en el regazo delicioso de las palabras de tu madre. Nada de rencor. Nada de críticas. Nada de reproches. Y allí todo es paz y tranquilidad.

Yo creo Juanita que cuando papá Dios se pudo a hacer la madre, yo creo que él estaba pero bien claro de lo que quería y necesitaba el mundo, que el algún momento se dice que fue un hueco oscuro y sin salidas. Pero la madre es la creación perfecta de Dios! No te habéis puesto a pensar en eso?. De la madre salimos todos, de la madre se puebla el mundo y de la madre se alimenta el mundo. Sencillamente sin madre no hay mundo y sin madre no estaríamos tu y yo acá. Con la madre, se transformó el mundo de un hueco oscuro y sin salidas en un horizonte lleno de luz, plantados de flores y de sol radiante. De llovizna olorosa y olores a mastranto.

¿Será que Dios es madre también, Juanita?

Mejor esa pregunta profunda y atrevida, la dejamos para otro Domingo. Por ahora, vamos a conformarnos así sea en la distancia a querer, amar y bendecir a nuestra Madre. ¡Feliz Día de las Madres! Feliz Día de la creación perfecta de nuestro Dios!

Luis Enrique Homes

POEMA. Alberto Cortez

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