«NACIMIENTO». Por Luis Homes Jimenez

NACIMIENTO

Dios eligió un espacio en medio de la montaña fría y húmeda de Belén para el nacimiento de su hijo Jesús. Escogió una joven sencilla y humilde como la madre del niño y un carpintero callado y tímido como su padre. Un burro como medio de transporte. Una vaca y un buey como testigos y una luna brillante como lampara, luz que irradia la paz del mundo. La sencillez convertida en el escenario de quiebre de la humanidad, en un calendario de un antes y un después.
Dios nos invita a la maravillosa experiencia anual de ser testigos silentes, embelesados ante tan misteriosa realidad. Hoy con Jesús, nazco yo también. Nacen mis hijos también. Y cada uno de nosotros se hace misterio viviente en ese pesebre, incubadora de amor y paz.
No quiso Dios quedarse con el privilegio de que su hijo Jesús fuera – solo el – su imagen y semejanza. Nos hizo a mí y a ti, su propia imagen y semejanza, y se arriesgó a compartir en nuestro pellejo, su propia divinidad. Por eso, tu y yo nacemos hoy también, en ese pesebre de humildad, amor y paz. ¿Hay regalo mayor? ¿Hay bendición más sublime?
Feliz Natividad del Señor.

Luis Homes Jimenez