Historia,  Música

NUESTRA QUERIDA GAITA ZULIANA, MANIFESTACIÓN MUSICAL POPULAR DEL ZULIA PARA VENEZUELA Y EL MUNDO (Última parte). Victor R. Salazar Rodriguez

¿CUALES SON LOS ELEMENTOS QUE COMPONEN LA GAITA ZULIANA?


«Gaita es alegría, como en Andalucía se llama una forma de canto popular parecido a la gaita«.
Dr. Pedro A. Barboza de la Torre.


Sin duda alguna, que la música religiosa, la profana y los ritmos españoles introducidos por los conquistadores y colonizadores en nuestra América, así como los cantos y danzas negroides, han sido en su mayoría orígenes de muchas manifestaciones folklóricas, que por su mismo carácter ritual o de espectáculo pasan al dominio de la colectividad, y ésta a la vez, transforma a su manera, hasta convertirlos en tonada o canto profano, político, religioso, satírico, etc., que según el ambiente puede ser festivo, alegre, sentimental, etc.


El Prof. Agustín Pérez Piñango en un trabajo sobre la gaita zuliana, ha dicho que al estudiar el origen de la gaita zuliana propiamente dicho, se observa la influencia de los aires peninsulares y las reuniones de los habitantes o avecindados de la época para divertirse, así como también sus instantes de rebelión y de protesta contra tos colonizadores y gobernantes tiránicos, ya sus interminables tiempos de sumisión, unas veces en trance cultural y otras frente a la paz ofrecida por algunos misioneros, quienes con la cruz al frente y sus cánticos religiosos iban conquistando almas para el cristianismo.
De modo que las plegarias, salves y otras expresiones religiosas, al pasar al dominio público, el acento o dejo peculiar del nativo, las expresó en forma entrecortada y arrastrada a manera de danza religiosa; y ésta a la vez, al pasar al pueblo profano, ejecutó con tintes más alegres hasta darte forma de danza cuasi-bailable. — Poco a poco, las leyes ineludibles de la transculturización introducían nuevos instrumentos sonoros de acompañamiento que hacían más animada su expresión. Entre ellos, los indicados y de moda en aquella época eran los impuestos por la costumbre religiosa, que era predominante, destacándose por su popularidad, los del villancico con su característica zambomba, que era un furro de cerámica.
Ya en este nivel, al igual que las gaitas perijaneras y costeras tenían personalidad de grupos definidos, según porcentaje de unos y otros elementos indios, negros y blancos, a medida que la correlación interregional no acentuaba, las vías de relaciones humanas se hacían más presentes. El Intruso bajo negroide de !os «chimbanqueles», con sus fuerzas nostálgicas y sufridas, se unió a la forma de gestación de la gaita en Maracaibo y su acento se colocó, tanto en la intercalación rítmica del furro (furruco o mandullo), como en la primitiva caja o tambora de tipo triangular de sonido ronco sin repiqueteos, principalmente, corno ejemplo en el sincopado de algunas gaitas garciteras (región de Garcitas del Distrito Colón del Estado Zulia) y de aquellas de Maracaibo que aún conservan el sabor religioso de más de medio siglo atrás.
Asimismo, la maraca indígena de una sola pieza, se ejecutaba arrítmicamente, con un acento débil en el arsis, y fuerte relativo en el tésico, lo que indicaba predilección femenina familiar. Y así como el zapateado gitano dejó su acento de taconeo en la caja guajira, ésta también imprimió su percusión de tamboril en el mestizo e influyó en la gaita zuliana con su ritmo masculino.
Nota: En música y prosodia, arsis y tesis son, respectivamente, la parte más fuerte y la más débil de un compás musical o de un pie poético. Tales rasgos corresponden a las artes musicales y poéticas de la Antigua Grecia. La arsis y la tesis son el incremento y la disminución del pie en el ritmo del compás, o el subir y el bajar de la voz en la entonación o en el acento. Consecuentemente, en la música y en la métrica griegas la arsis es una nota inacentuada (anacrusis), pero en la poesía latina y en la poesía moderna es la sílaba acentuada (ictus).

Gaita Zuliana


De modo que ya con un legítimo aporte en sus albores definidos de sabor netamente regional, el tiempo y la evolución fueron imprimiendo mayor fogosidad, y los nuevos aires que venían de la Península con el correr de los años como cuando la contradanza sustituyó en parte al minué estirado y señorial, y el zalamero valse de estilo europeo, las zarzuelas representadas por elementos criollos y españoles ya asentados en estas tierras, las jotas, fandangos, malagueñas, etc., que también se venían transformando o adaptando al tonillo regional, señalaban que ese magma iba constituyendo la gestación de la GAITA en nuestro medio, como una alternativa de futura concepción folklórica. Se demostraba así la influencia del ambiente telúrico: medio físico y geográfico.
Notas:

Contradanza: es la versión española o hispanoamericana de la contredanse francesa, la cual fue un popular estilo internacional de música y danza en el siglo XVIII, derivado de la Country Dance inglesa y adoptado en la corte de Francia. La contradanza fue llevada a América y Ecuador.
Contredanse: género de baile para varias parejas. La contredanse fue un desarrollo francés del siglo XVIII de los ingleses (country dance) y fue interpretada en el siglo XIX por aristócratas y burgueses franceses, ingleses y alemanes. Los contradanses al principio usaban solo la danza del país. Eran formaciones de “longways”, en las que cada pareja bailaba hasta la cabecera de una doble fila (hombres de un lado, mujeres del otro). En la cabeza de la fila, la pareja bailó un dúo antes de ceder la posición a la siguiente pareja en la fila.
Minué: Minueto o minué es una antigua danza tradicional de la música barroca originaria de la región francesa de Poitou, que alcanzó su desarrollo entre 1670 y 1750. Fue introducida con el nombre de minuet en la corte francesa por Jean-Baptiste Lully (1673), que la incluyó en sus óperas y, a partir de ese momento, formó parte de óperas y ballet. Este elegante y majestuoso baile de figuras suplantó a la antigua courante durante el periodo rococó, que llegó a denominarse “edad del minueto”.
Zarzuela: La zarzuela es una forma de música teatral o género musical escénico surgido en España que se distingue principalmente por contener partes instrumentales, partes vocales (solos, dúos, coros…) y partes habladas, aunque existen excepciones en las que estas últimas, las partes habladas, están completamente ausentes. El término «zarzuela», aplicado al género musical y teatral, procede del Palacio de la Zarzuela, palacio real español situado en las proximidades de Madrid y en el que se hallaba el teatro que albergó las primeras representaciones del género.
Jotas: La jota es una danza y canto español extendido por gran parte de la geografía de España. No se sabe su origen. Parecería provenir del mozárabe *šáwta, salto, y este del latín saltāre, bailar. Su ritmo suele ser compaseado en 3/4, aunque algunos autores sostienen que el 6/8 se adapta mejor a la estructura del ciclo coreográfico y estrófico. Las armonizaciones populares más habituales se ciñen a acordes de primera, cuarta y quinta del modo mayor con séptima dominante. Para su interpretación se utilizan guitarras, bandurrias y laúdes. Acordeón en el caso de la navarra, riojana y aragonesa, dulzaina y tamboriles en la castellana, y en el caso de la cántabra, leonesa, asturiana y gallega gaitas, pitu montañés, gaita charra, panderetas, tambores y bombo. Las cuerdas son los instrumentos que marcan el ritmo.
Fandango: El fandango1 es un baile popular típico de las Islas Baleares (declarado Bien de Interés Cultural en 2010), y también de algunos lugares de América Latina, por ejemplo, en el sur del estado de Veracruz, México, o en el estado de Paraná, Brasil. Igualmente, también es el baile que acompaña al homónimo palo del flamenco característico del folclore Andaluz, que ha sufrido un proceso de aflamencamiento al aclimatarse a cada zona concreta de dicha región.
Malagueñas: Se llama malagueñas a un palo del flamenco que es tradicional de Málaga; de ahí su nombre y también se la llama portuguesa. Procede de los antiguos fandangos malagueños. Se convierte en estilo flamenco en la primera mitad del s. XIX. Este cante que tiene un gran registro melódico tiene baile propio que se baila en la provincia de Málaga y se puede bailar con el traje de bolero que tiene cuerpo de terciopelo o con el traje de marenga. Se acompaña con la guitarra por arriba, y es un cante ad líbitum. (Ad libitum es una expresión del latín que significa literalmente ‘a placer, a voluntad’ y quiere decir ‘como guste’. Con frecuencia aparece abreviado como ad lib).


Puede decirse entonces que de las anteriores absorciones melódicas y rítmicas se empezó a entrecruzar un compás de 2×4 con el de 3×4, lo que en la ejecución resultaba un compás binario de 6×8 y un ciclo rítmico de 3×8 o sea la métrica de una combinación extraña de grupos que se infiltraban en el sentir de los nativos del Zulia. Y esa modalidad surgida, era la expresión, ya citada, de contento pueblerino, dependiente en parte de las cosas religiosas y de las profanas. Esta es la causa por la cual, las tempo-radas gaiteras coincidían con época y fecha señaladas de la religión católica y la preferencia de las damas en los grupos gaiteros de tiempos pa-sados.

Rafael Ricón Gonzalez


De modo que aquella danza zuliana de Maracaibo con sus voces de palmeras y acento del lenguaje, fue tomando forma variada, sedienta de nuevos ideales; impregnada de distintos coloridos, con más viva emoción hasta decirnos hoy con todas sus vivencias: aquí estoy yo, ya tengo personalidad dentro del marco brillante de mi sol, de mi lago musical y de la monótona aridez de mi sabana; ya tengo conocimiento de mi Zulia, de la pujanza ardorosa de esta región privilegiada y de mi amplio sabor a «Saladillo», a «Empedrado», a «Manzanillo», a «Sierra Maestra», a «Corazón de Jesús», a «Corito» y «Las Veritas», etc.


Pero aquí no se detiene la marcha, pues ya la gaita es zuliana; el Zulia está dentro del concierto universal, y las corrientes modernas musicales y culturales afluyen a todas partes y ejercen su influencia, y hoy como ayer, la historia se repite con diferentes ciclos evolutivos.


Muere el General Gómez en 1935, y el país sufre un sacudimiento que pone en marcha a todo un pueblo; nuevas leyes e instituciones, vías mejores de comunicación, surge la radio en el Zulia y hay intercambio de artistas y locutores, noticias nacionales e internacionales a través de las ondas hertzianas y difusión más amplia de la música venezolana y folklórica. Ya para el año de 1948, no puede escapar del poder arrollador y fugaz de las nuevas corrientes, y aunque al principio los elementos extraños parezcan impertinentes, el tiempo pasa, y al final escucha las impaciencias del hombre de allá lejos marcando huellas en los dominios de su ambiente: Son los ritmos exóticos que vienen a galantear a la gaita en su propia casa y a tratar de influirla. Y ya en el año de 1960 la electrónica con sus instrumentos de tipismo internacional, se le enfrenta, y nuevos elementos sonoros vienen a enriquecer sus células dentro de la personalidad de su folklore, pero ocurre un fenómeno: el comercial, y algunos conjuntos gaiteros por lucrar más, se presentan a la televisión caraqueña y empiezan a deformar el típico y folklórico ritmo de la gaita zuliana, presentándola con aire de bossa-nova, de guasa, de porro, de cumbia, de chachachá, de rock-and-roll, etc.
Notas:

La Gaita Zuliana

Bossa nova: La bossa nova es un género musical de la música popular brasileña derivado de la samba y con una fuerte influencia del jazz. En los inicios, el término se usó para designar una nueva manera de cantar y tocar la samba y vino a ser una «reformulación estética» dentro del moderno samba urbano carioca. Basándose en una instrumentación simple y un elegante manejo de las disonancias, desarrolló un lenguaje propio con un íntimo lirismo. Surgió a finales de los años cincuenta gracias a músicos como João Gilberto, Tom Jobim, Vinícius de Moraes y otros jóvenes cantores y compositores de clase media de la zona sur de Río de Janeiro. Con el pasar de los años, la bossa nova se convirtió en uno de los movimientos más influyentes de la historia de la música popular brasileña, llegando a alcanzar proyección mundial.
Guasa: El guasá (también llamada chucho) es un instrumento musical de percusión característico de Colombia, específicamente del litoral Pacífico sur. Es un sonajero, en el que el sonido se genera al sacudir el instrumento, causando el golpe de semillas en su interior con el armazón. Su sonoridad es baja y su sonido es grave, con extremos sellados que generan vibración y resonancia en el armazón. Como instrumento de percusión idiófono, el guasá produce el sonido principalmente por la vibración del propio cuerpo, sin uso de cuerdas, membranas o columnas de aire. Su cuerpo, de madera o metal, es rígido, pero tiene suficiente elasticidad para mantener un movimiento vibratorio. Produce sonidos que sirven para sostener la base rítmica.
Porro: El porro es un ritmo musical de la Región Caribe colombiana, tradicional de los departamentos de Córdoba, Sucre y Bolívar. Posee un ritmo cadencioso, alegre y fiestero, propicio para el baile en parejas. Se ejecuta en compás de 2/2 o, como se le dice popularmente en América, compás partido. Es una música fiestera popular que generalmente es interpretada por bandas conocidas en Colombia como «Pelayeras», también conocidas como «Bandas de Músicos».
Cumbia: La cumbia es un ritmo musical y baile folclórico tradicional de Colombia. Posee contenidos de tres vertientes culturales, principalmente indígena y negra africana y blanca (española), siendo fruto del largo e intenso mestizaje entre estas culturas durante la Conquista y la Colonia. El investigador Guillermo Abadía Morales en su «Compendio del folclor colombiano», volumen 3, #7, publicado en 1962, afirma que «ello explica el origen en la conjugación zamba del aire musical por la fusión de la melancólica flauta indígena gaita o caña de millo, es decir, Tolo o Kuisí, de las etnias Cunas y Koguis, respectivamente, y la alegre e impetuosa resonancia del tambor africano. El ayuntamiento etnográfico ha quedado simbolizado en los distintos papeles que corresponden en el baile de la cumbia a cada sexo”. La presencia de estos elementos culturales se puede apreciar así:

a. En la instrumentación están los tambores de origen negro africano; las maracas, el guache y los pitos (caña de millo y gaitas) de origen indígena; mientras que los cantos y coplas son aporte de la poética española, aunque adaptadas luego.
b. Presencia de movimientos sensuales, marcadamente galantes, seductores, característicos de los bailes de origen africano.
c. Las vestiduras tienen claros rasgos españoles: largas polleras, encajes, lentejuelas, candongas y los mismos tocados de flores y el maquillaje intenso en las mujeres; camisa y pantalón blanco, pañolón rojo anudado al cuello y sombrero en los hombres.
Chachachá: el chachachá fue un género musical que se basó en el ritmo del Danzón-mambo, pero con una diferente concepción estructural. Este utilizó elementos del Chotis madrileño y un estilo vocal monódico. Es un género de la música cubana cuya creación ha sido tradicionalmente vieja y atribuida al compositor y violinista cubano Enrique Jorrín, quien comenzó sus estudios de violín en el Conservatorio Municipal de la Habana. Inició su carrera musical como violinista de la orquesta del Instituto Nacional de Música, bajo la dirección de González Mantici. Ingresó a la orquesta danzonera de los Hermanos Contreras, en el año 1941: posteriormente se vincula a la orquesta de Arcaño y Sus Maravillas, y a principios de los años 50 del siglo XX se vincula a la orquesta América de Ninon Mondéjar.
Rock-and-Roll: con connotaciones aparentemente sexuales. Según la Real Academia Española el término tiene dos significados, «un género musical característico y popularizado en los 50» (que corresponde con la definición de rock and roll) y «cada uno de los diversos géneros musicales derivados del rock and roll» (que sería la definición del género contemporáneo llamado rock, y que históricamente vino cumpliendo el término rock and roll). Sin embargo, en la práctica existen muchos artistas dentro de la música rock que, sin realizar rock and roll de los 50, continúan denominando a su música «rock and roll». El disc jockey estadounidense Alan Freed comenzó a transmitir por radio rhythm and blues y música country para una audiencia de diversos orígenes no étnicos. A Freed se le atribuyo ser el primero en utilizar la expresión rock and roll para describir la música que difundía; su uso también se le ha atribuido a Leo Mintz, patrocinante de Freed, quien lo impulsó a difundir ese estilo de música.
Y empiezan estas corrientes extrañas a querer transformar el ritmo típico de la gaita zuliana en su molde primitivo, lo cual en parte ha sucedido, pero debido a la resistencia popular, aún no ha perdido su cadencia de parranda pueblerina; se sabe que mientras esté presente en la gaita su amalgama de compás binario y el ternario y el tonillo o dejo nivelador del tipismo zuliano, en nada modificará su forma; y ayer como hoy, la gaita zuliana seguirá siendo una manifestación folklórica del Zulia, pudiendo decir que la gaita moderna es el espejo de su origen vestido a la moda, aunque enriquecida y más hermosa.
Puede decirse entonces, que, desde el punto de vista del hombre folk, no existen gaitas mejores por ser más viejas ni malas por jóvenes o modernas, sino elementos de estudio o transculturación, cromatismo ineludible de sucesiones a través de toda evolución. En épocas pasadas también sufría estos efectos relativos al medio ambiente, lo que, para el futuro, lógicamente, esa escala de modificaciones tendría mayores proporciones cuanto mayor acercamiento y facilidad de conocerse entre sí tuvieran los elementos culturales de otras partes del mundo.

Gaita antañona


COMBINACIÓN DE LOS COMPONENTES MÉTRICOS DE LA GAITA


Podemos decir que los componentes métricos son según el Profesor A. Pérez Piñango, los siguientes:

  • Amalgama de 2×4. 3×4 y 4×4 procedentes de cánticos religiosos y profanos con sabor típico español.
  • Adición de la influencia del valse y otros aires a 3×4 adaptados ya al hombre fo!k de la región.
  • Absorción del bajo negroide en arsis y en tesis a distancia: primero Interrumpido y posteriormente continuo.
  • Conformación a un 6×8 figurado, mediante un trecillo, una aspiración simulada y dos corchetes restantes que complementan el arrastre propio del habla del maracaibero o zuliano típico en la métrica del compás.


Nota: En música un tresillo es un grupo de valoración especial formado por tres figuras iguales que se tocan en el tiempo que se deberían tocar solo dos, aunque no necesariamente ya que también se pueden agrupar dos notas como una negra y una corchea en un tresillo.
Su variante del ciclo rítmico sería: 2/4, 5/4 y 3/8. El acento local conformado a la notación, es lo que imprime el sabor de la región.
Así, estos cuatro elementos (compases 6/8, 2/4, 5/4 y 3/8) adaptados a un tipo común, según los componentes, variantes y complementos de relaciones del medio étnico, constituyen social y técnicamente el origen de la gaita zuliana.
Como puede observarse de las gaitas transcritas en este libro, la melodía comienza regularmente por un anti compás. El número de compases depende del número de estrofas del estribillo. Las gaitas de cuatro estrofas llevan 8 compases y las de 6 estrofas se componen de 12 compases que son las que actualmente están más de moda.


Las gaitas costeras de Bobures y Gibraltar constan regularmente de 5 estrofas, debido a que la primera estrofa se repite de última, como pue-de verse en las gaitas costeras del Capítulo XII.
La gaita «Venezuela Amenazada» del Maestro Adaulfo Guerrero de 1908, trae 12 estrofas con 24 compases; y las gaitas «La Centralización» y «Humillación» del año pasado de 1967, tienen 8 estrofas cada una y 16 compases.


¿CUAL FUE EL CARÁCTER ORIGINARIO DE LA GAITA ZULIANA?

La Gaita Zuliana


El escritor zuliano Santiago Hernández Yépes, dice que:
«la gaita fue en sus orígenes esencialmente política», agregando a renglón seguido «luego surgieron otros tipos conocidos: el de motivos religiosos y el de las propagandas comerciales«. «Parece ser —dice Hernández Yépes—, que primero aconteció su desdoblamiento en religiosa«.
Santiago Hernández Yépes. «La Gaita Zuliana», 1956.
No estamos de acuerdo con esta opinión del distinguido escritor, por las, razones siguientes: En efecto, la gaita zuliana no fue primero de tipo político y después religiosa y luego con fines comerciales, en el orden Indicado.
La gaita fue siempre desde su formación musical por el pueblo zuliano, de carácter festivo, como típica expresión de sus sentimientos autóctonos, ampo expresión de alegría del pueblo. Luego surgieron las de carácter religioso y las de tipo político y épico y posteriormente las de propaganda comercial, según se deduce de las melodías y las letras de las gaitas más antiguas que hemos encontrado.
La más antigua gaita zuliana de carácter festivo que hemos logrado conseguir, es una gaita de Gibraltar denominada «La Costera«, música y letra de 1805, que reproducimos en este estudio y que estuvo durante muchos años en poder del Maestro de clarinete Manuel Antonio Vílchez. Este la cedió en 1893 a su discípulo el hoy Profesor Epaminondas González, quien nos la ha cedido. Esta melodía musical le había sido obsequiada al Maestro Vílchez, a su vez en 1860 por su maestro de música, quien la conservaba desde hacía muchísimos años antes y así había venido pasando de maestros a discípulos.
He aquí la música y letra de la gaita «La Costera«.


«LA COSTERA«
Gaita de Gibraltar, 1805.
Con el peso, con el peso
de la bella Cermira,
la tabla cimbró.
Verso:
Cuando me veis, me queréis,
me olvidáis estando ausente,
porque las caricias son
misas de cuerpo presente.


Cuando aún el Zulia no había conquistado su independencia, la gaita era ya un ritmo o canto musical del pueblo zuliano, que se cantaba a las puertas de los templos católicos y que servía de arma de combate contra el régimen realista español, pues ya venían componiéndose gaitas desde muchos años antes de los amagos y de los movimientos independentista donde se criticaba la opresión de los dominadores.
La gaita «La Costera» antes copiada constaba solamente de tres estrofas y se bailaba, como se ha acostumbrado a hacerlo siempre en Gibraltar y Bobures, porque aún hoy día se siguen bailando, y se tocaban acompaña-das del clarinete y otros instrumentos melódicos y percutores.


La gaita zuliana no ha sido solamente expresión de alegría en los días pascuales y navideños, sino que también se le cantaba desde sus orígenes en fiestas familiares, en el campo o en los bohíos de las costas del Lago y de las montañas, en cualquier época del año, con motivo de cualquier suceso familiar agradable como nacimientos, matrimonios, parrandas, en fin, como típico aire popular y de fiesta.
Yo considero que primeramente se cantaron gaitas en el Zulia con carácter festivo; luego con carácter religioso; después surgieron las de tipo político y épico y posteriormente comenzaron a difundirse las de propaganda comercial.
El hecho de que no se tenga las fechas exactas de gaitas con carácter religioso de antiguas épocas, y en cambio sí las haya de tipo épico y político, como las que el pueblo zuliano compuso para criticar la actuación del Gral. José Tomás Morales en el Zulia el año de 1822 y 1823, y luego la de-dicada al Gral. Padilla en 1823 para festejar la victoria patriota de la batalla naval del Lago de Maracaibo, donde se exaltaron las proezas de Padilla y se execraba al Gral. Morales, no quiere decir esto, que haya sido cantada primeramente la gaita de tipo político que la de carácter religioso, cuyos autores y fechas se desconocen y que pudieran ser tan antiguas o más aún que las conocidas de carácter épico y político, de las cuales tenemos conocimiento y que se refieren a Morales, a Padilla y a la heroína Ana María Campos. Lo que sucede es que las gaitas de tipo político y épico, despertaron más interés en el pueblo zuliano y se las recuerda más, por haber constituido una válvula de escape a sus sentimientos patrióticos reprimidos por los realistas españoles en la época de su dominación en Venezuela, la cual terminó con la batalla naval del Lago de Maracaibo en 1823 y por tanto su poderío en Tierra Firme. Es de presumir lógicamente, que debido a la influencia de los frailes españoles y del predominio de la religión católica en el pueblo durante la conquista y el coloniaje, se compusieran gaitas de carácter religioso dedicadas a la Virgen con mucha anticipación que las de carácter político y épico, pues las gentes creyentes componían gaitas dedicadas a su virgen patrona regularmente en los días de pascuas y navidad, sin que por eso dejaran de cantarlas en sus casas en cualquier día del año como expresión de alegría.

Conjunto Saladillo


La gaita que a continuación copiamos dedicada a la Virgen de Santa Lucía, aun cuando no he logrado obtener la fecha precisa en que fue compuesta ni los nombres de los autores de la música y la letra, es sin duda muy antigua, por referencias personales de viejos maracaiberos quienes nos suministraron dichas letras, que dicen datar de principios del siglo pa-sado, aun cuando otros viejos «empedraderos» aducen que fue en 1878.


GAITA A «SANTA LUCIA»
Autor anónimo. (1878).
¡Ay mi Ña Santa Lucía,
aquí estamos en tu altar!
Coro—: Aquí estamos en tu altar
ay mi Ña Santa Lucía.
Te venimos a cantar
toda la feligresía,
Coro—: Toda la feligresía!
te venimos a cantar.
Ay mi Ña Santa Lucía.


La gaita que copiamos a continuación data de 1900 más o menos, y fue compuesta por la conocida gaitera «La Negra Cochocha«, que tenía una «fonda» (es decir, pequeño restaurante popular) en la esquina conocida con el nombre de «Güaitó», cerca de la esquina de «El Gavilán».


GAITA A SANTA LUCIA
(Música y letra de «La Negra Cochocha». 1900)
Si Santa Lucía no mete su mano
los pobres zulianos,
de hambre morirían,
reza madre mía por los parroquianos.


Nota: «LA NEGRA COCHOCHA». — Esta era una mujer del pueblo muy conocida en el Maracaibo de antaño, porque componía gaitas y vivía por los lados del lugar conocido con el nombre de «Güaitó», cerca de la Plaza Urdaneta, donde está construida hoy la Iglesia de Santa Teresita del Niño Jesús. Tenía una pequeña fonda donde vendía comidas que ella preparaba, pero le gustaban tanto las gaitas, que, desde los primeros días del mes de diciembre, sus amigos y conocidos comenzaban a llevarle gaitas por las noches y ella les brindaba sillas donde sentarse, aguardiente y comida en abundancia hasta que amanecía. Se iba un conjunto gaitero y hacía su entrada otro, y así la fiesta continuaba hasta la pascua de Reyes, o sea el 6 de enero.


Otra gaita dedicada a la virgen de Santa Lucía, decía así:


GAITA A LA VIRGEN DE SANTA LUCIA
Santa Lucía,
Oh, mi santa milagrosa…
eres luz, clavel y rosa
del gran jardín celestial,
hoy le vengo yo a cantar
a tu santidad piadosa.


Una gaita dedicada a la Virgen de La Chiquinquirá, en 1952, dice así:


GAITA A LA VIRGEN DE CHIQUINQUIRÁ
(Música: Ramón Bracho Lozano
Letra: José Ángel Mavarez
)
Virgen de Chiquinquirá,
Patrona de los Zulianos,
por ser Vos la Soberana
nuestras vidas amparé…
Y nuestras almas llevá
por el sendero cristiano,
Patrona de los zulianos:
Virgen de Chiquinquirá.


Las letras de algunas gaitas de carácter político y épico que hemos podido recoger datan de 1822, 1823 y 1824, publicadas en la revista «El Zulia Ilustrado» en 1889, y se refieren al Gral. Morales, el Gral. Padilla y a la patriota altagraciana Ana María Campos, pero la más antigua que hemos encontrado es de carácter festivo y es la denominada «La Costera», de 1805.


El historiador Juan Besson reproduce también en su «Historia del Zulia» en 1945, las mismas letras de gaitas de tipo político y épico que datan de los años de la Independencia, es decir, de 1823 y 1824 y que debió tomar de la misma fuente que yo las tomé, o sea de la revista «El Zulia Ilustrado» de 1889. Dicen así:


Morales capituló (1823)
con el agua a la rodilla,
si no capitula, monda,
como le dijo Padilla.
Diga el Zulia a boca llena
quién lo libertó de males,
cuando el General Morales
le apresó con sus cadenas.


GAITA AL GRAL. PADILLA (1823)
Morales con su escuadrilla
a Maracaibo tomó:
pero luego al Diablo vio
en el General Padilla,
que a Laborde hizo tortilla
y a sus marinos osados,
la mayor parte ahogados
y muertos más de ochocientos,
que de tiburones hambrientos
fueron sabrosos bocados.


De esa misma época son las coplas cantadas como gaitas, dedicadas a la heroína altagraciana Ana María Campos, a quien el cruel Gral. Morales hizo azotar sobre un asno.

GAITA A MORALES
Morales capituló
con el agua a la garganta.
Si no capitula, monda
como le dijo La Campos.


GAITA A LA CAMPOS
A doña Ana María Campos,
señora muy distinguida,
la azotaron en un burro
porque victorió a Padilla.

¿COMO SE ESCRIBE Y COMO SE CANTA LA GAITA ZULIANA?

Los Dragones, conjunto de gaitas


La gaita zuliana comenzó a componerse y a escribirse musicalmente y a cantarse desde sus orígenes por el estribillo y no por la copla o cuarteta, y así se ha venido haciendo a través del tiempo. El estribillo es lo que constituye la gaita. Muchos conjuntos gaiteros modernos empiezan la gaita por la copla o cuarteta como pretexto para entonar con la música del estribillo, y esto lo hacen con fines de publicidad y de comodidad, para entrarle de lleno al estribillo, pero esta costumbre es irregular, porque en la letra del estribillo o coro, es donde se expresa el motivo o significado de la gaita, es decir, su contenido, ya sea ésta de carácter festivo, político, religioso, comercial, etc., porque es en la letra del estribillo donde se denuncia lo tirano o se festeja lo jovial, se ridiculiza lo odioso y se alaba lo bueno.
El estribillo es cantado por todo el coro o conjunto de personas de la fiesta o reunión que participan en ella, cuando es familiar, y si es en la radio o televisión por el conjunto de gaiteros. Luego viene el verso o copla, que puede ser improvisada o escrita previamente o ser una copla conocida del pueblo, donde una sola persona, hombre o mujer, canta, alternándose regularmente para no hacer monótona la gaita y que se refiere a los más variados temas.
Actualmente los conjuntos gaiteros acostumbran por televisión y por la radio y hasta en reuniones familiares, que una sola persona cante las coplas, cosa que hace sumamente fastidiosa y monótona la gaita, en lugar de alternarse hombres y mujeres, porque la variación de diferentes voces le da colorido, emoción y diversa musicalidad a dicho canto.
Cantando gaitas también se llevaban a cabo antiguamente «contrapunteos» o «desafíos» en verso entre improvisadores populares, de fácil inspiración. Así lo hacían los «repentistas» zulianos Francisco Cano, y Antonio Bríñez en Maracaibo; Rafael Ávila, alias «Titán» y Manuel Rodríguez en Los Puertos de Altagracia; Narciso Perozo y Enrique Perozo en Cabimas; Juan García y Erasmo Guerrero en Bobures; Manuel Caridad y Almarza en Sinamaica, etc. En otras ocasiones los «contrincantes» escogían previamente un tema cualquiera, alrededor del cual improvisaban sus coplas, acompañados solamente de un «cuatro» y «maracas», los cuales tocaban corrientemente los mismos «improvisadores» en sus líricos torneos o también otras personas presentes en la reunión.
El número de estrofas o versos de que se compone el estribillo, ha variado mucho con las diferentes épocas, de acuerdo a la evolución que ha venido paulatinamente experimentando la gaita. Así, por ejemplo, muchas gaitas del siglo pasado sólo constaban de tres estrofas, como la intitulada «La Costera» de Gibraltar en 1805, cuya melodía reproducimos en este libro y que decía así:


Con el peso, con el peso
de la bella Cermira,
la tabla cimbró.


En cambio, una gaita de 1824 que también reproducimos en este estudio, contaba de 4 estrofas y otras del mismo año tienen 10 estrofas y más.


Hay otras letras de gaitas de fines del siglo pasado y del presente con cinco, seis, ocho estrofas y la gaita del «Agua en Burro» que tiene 7, las cuales pueden verse en este libro.
Hoy en cambio se acostumbra usar la de 4 y 6 estrofas y también la de 8. La gaita «La Flor de la Habana» por ejemplo, de 1880, consta de 11 estrofas. Ahora bien, esa circunstancia no ha influido ni influye en absoluto en el ritmo de la gaita, pues al componerla rítmicamente de acuerdo a la letra y ejecutarla con el típico sabor y el aire zuliano, está dentro de las normas folklóricas.
Sería de desear que, en lo adelante, se empezase a cantar la gaita zuliana, comenzando por el estribillo y no por la copla, como irregularmente se está haciendo actualmente.


TIPOS DE GAITA


Gaita de Furro o Maracaibera


Tiene un esquema rítmico de 6×8. Por haber sido el género musical zuliano más difundido a escala nacional, se ha convertido en el más polémico en lo que se refiere a sus orígenes y trayectoria. Se le conoce como Gaita de Furro al canto popular tradicional de nuestro pueblo en la época navideña.
La instrumentación con la que tradicionalmente se ha acompañado a la gaita, está integrada por: Cuatro, maracas, charrasca, tambora y el instrumento básico el furro o furruco, como también se le denomina, conocido antiguamente como «mandullo», descendiente directo de la zambomba española.
En el Maracaibo de hace unos cincuenta años, se incluían, cuando las condiciones lo permitían, otros instrumentos como el piano e incluso algunos de viento. Hoy en día, la influencia comercial ha determinado la presencia en nuestra gaita de furro de algunos componentes electrónicos.
También cuentan, quienes tuvieron la oportunidad de vivir esa época, que las gaitas se organizaban en las casas de familia o locales comerciales con la participación de todos los asistentes, hombres y mujeres; un pañuelo era la señal que, al ser entregado a alguno de los presentes, le indicaba su turno para decir un verso, la mayoría de las veces improvisado, refiriéndose al dueño de la casa, o de la firma comercial, o el tema al cual se dedicaba el estribillo.
La temporada gaitera originalmente estaba comprendida entre la víspera del Día de la Chinita, el 18 de noviembre, este inicio de las gaitas se conocía tradicionalmente como la «Bajada de los Furros» y se prolongaba hasta el 2 de febrero, día de la Candelaria, en el cual tenía lugar la «Subida de los Furros», es decir se guardaban los instrumentos hasta que llegara nuevamente la fecha de inicio de la temporada.


Gaita de Santa Lucía


En la Zona Norte del Estado Zulia, concretamente en Santa Rosa de Agua, San Rafael de El Moján, Sinamaica y sitios cercanos, se ha encontrado un canto al cual los habitantes de estos sitios le llaman Gaita a Santa Lucía, y le han conocido en esa denominación a lo largo de muchas generaciones. Se canta en modos mayores y según algunos informantes, tradicionalmente se ha cantado acompañada de: cuatro, charrasca, maracas y furro, no habiéndose incluido la tambora sino hasta después de la llegada del Chimbanguele (del Sur del Lago) a estos sitios.
En toda la zona norte sólo se ha encontrado el estribillo aquí mostrado:
Canten muchachos con alegría
Que esta es la gaita de Santa Lucía,
Gloria demos a Santa Lucía.

Los versos, son generalmente improvisados y tienen la característica de que el coro responde al revés a lo que el solista dice, por ejemplo:
Solista: Los ojitos de Lucía, parecen dos paraparas
Coro: Parecen dos paraparas, los ojitos de Lucía
Se canta en honor de Santa Lucía, generalmente para pagarle promesas, se confeccionan hermosos altares donde se le rinde culto con música y oraciones en un novenario comprendido entre el 12 y el 21 de diciembre, (el día de Santa Lucía es el 13 de diciembre), sin embargo, las gaitas se prolongan más allá de esa fecha.


Gaita de Tambora


Es la evolución del canto de faena femenino (en el pilón, en la piedra de moler, en la tabla lavando en el río, o frente al fogón). Las esclavas eran utilizadas para el trabajo en el hogar, y este canto del trabajo, es canalizado por los valores culturales africanos y logra florecer hasta enfrentarse al urbanismo, quien la reduce a una simple actividad que se realiza una o dos veces al año. Se caracteriza porque presenta una tambora con parche en ambos extremos, sujetos con cáñamo o mecates; y un tamborito igual al medio golpe del Chimbanguele. Su compás es de 2×4.
Gaita Tamborera
Llamada por el cronista e investigador Juan de Dios Martínez como «La 5ta gaita», es ciertamente el quinto subgénero de la Gaita Zuliana. Surge a principios de la década de 1970 como resultado de la fusión de la gaita de tambora y los chimbángueles de San Benito. Su creador fue el célebre cantautor gaitero Nelson Martínez de la mano con el Gran Coquivacoa, agrupación gaitera en la cual formaba filas. Su ritmo es de 2×4 y se ejecutó inicialmente con cuatro, furro, tambora, charrasca y maracas. prontamente se le adicionaron el bajo, el piano, la guitarra eléctrica, las congas, el bongó, el cencerro y hasta metales (trompeta, trombón y saxofón) y timbales, por cuanto a finales de los 70 y principios de los 80 la gaita tamborera fue arropada por la influencia musical caribeña, en especial de la salsa, todo ello liderado por los conjuntos gaiteros vanguardistas como Estrellas del Zulia, Guaco, Santa Anita y, por supuesto, Gran Coquivacoa. La temática es variada y no tiene una temporada especial para su ejecución.


¿CUALES SON LOS INSTRUMENTOS MUSICALES UTILIZADOS PARA INTERPRETAR LA GAITA ZULIANA?


Trataremos de describir los instrumentos que se utilizan en la ejecución do la gaita zuliana. Ellos son:


Primero: EL CUATRO

El cuatro


El cuatro es un instrumento de la familia de la guitarra. Se utiliza en toda América Latina, pero adquiere un papel relevante en los conjuntos musicales de países como Puerto Rico, Cuba, República Dominicana, Colombia y Venezuela, en donde forma parte del folklore y acompaña los bailes y canciones populares.
Su origen podría provenir del laúd árabe u Oud, cuyo origen podría estar en Mesopotamia 2000 años antes de Cristo, llega a Europa en el siglo VII y se populariza tras las cruzadas del siglo XI. Será protagonista de la música renacentista y barroca de los siglos XVI y XVII. Una de las muchas familias de instrumentos posiblemente derivados del Oud, fue la de instrumentos aguitarrados, de la cual surgirían a partir del siglo XV la vihuela, la guitarra, etc, en forma de ocho. Siendo la vihuela renacentista un instrumento de seis e incluso siete órdenes, cabe pensar que el origen del cuatro está en la rama de las guitarras, que en el siglo XVI contaban solo con cuatro órdenes.
Guitarras y vihuelas por igual llegaron a las Islas Canarias en el siglo XVI hasta transformarse en el timple. Este se exportaría a América y el Caribe con la Conquista de América,
El cuatro de Venezuela, también conocido como cuatro llanero o cuatro tradicional, se usa en la ejecución de ritmos venezolanos entre los que más se destacan: la orquídea, el joropo, el merengue venezolano, la gaita de furro, la parranda central, el vals, el calipso venezolano y el aguinaldo. El cuatro es parte inseparable de los conjuntos típicos de música llanera, junto al arpa venezolana (o bandola, según el caso) y las maracas. También se utilizaba como acompañamiento de canciones de ordeño que fue lo que dio origen a la tonada venezolana. Suele tener una función de acompañamiento, aunque también puede ocupar un puesto de solista, como instrumento de concierto, en algunos casos (por lo general, fuera del ámbito de la ya mencionada música llanera).
Normalmente se toca rasgueando las cuerdas con la mano derecha y haciendo los acordes con la mano izquierda. La afinación estándar no permite muchas salidas de este esquema (LA-RE-FA sostenido, SI, o también: SOL-DO-MI-LA), por lo que a veces es necesario cambiar la afinación para llegar a nuevas posibilidades melódicas, como en el caso del cuatro de solista.
Algunos intérpretes destacados por su virtuosismo y desarrollo en el instrumento son Jacinto Pérez (El Rey del Cuatro), César del Ávila, que llegó a dar conciertos en Rusia y otros países de Europa, también famoso por su habilidad de tocar las maracas que amarraba a sus pies. Es el creador de El Pavo Real (popularizado por José Luis Rodriguez en los años 70). Le siguen Fredy Reyna, Enio Escauriza, Sir Augusto Ramírez, Hernán Gamboa, Asdrúbal José “Cheo” Hurtado, Urbano Narváez y Edward Ramírez. También encontramos cantantes que han hecho del y para el cuatro un punto de referencia -y parte casi inseparable en ocasiones- en sus carreras artísticas, entre ellos podemos citar a Simón Díaz, Alí Primera, Gualberto Ibarreto, Cecilia Todd. Sin dejar por fuera algunas agrupaciones emblemáticas como Los Anauco, Serenata Guayanesa, el Quinteto Contrapunto, Ensamble Gurrufío, El Cuarteto y recientemente C4 Trío y el Grupo la Zaranda.
De la gaita zuliana destacan Douglas Isea, Renato Aguirre, Nerio Franco, Nixon Paredes, Ramir Salazar, Santiago Soto, Douglas Vera, Elvis Cano, Manuel Luzardo y Ricardo Aguirre hijo. También Rafael “El Pollo” Brito, Gustavo Polanco, Wilmer Vargas, Francisco Javier Yoris, Alexis Molina, Javier Ulacio y Jorge Glem
En el año 2013 el cuatro fue declarado Patrimonio Cultural de Venezuela al ser considerado
“como elemento de integración de las expresiones, manifestaciones culturales y musicales que identifican a la República Bolivariana de Venezuela y que representan nuestra identidad cultural por su amplia difusión y aceptación en la colectividad”

Segundo: EL FURRO o FURRUCO

El Furro


El origen del furruco o furro de la gaita se encuentra en un instrumento español cuya única diferencia con el instrumento venezolano es su tamaño, ya que generalmente el furruco es de mayor tamaño. En España para denominar este instrumento, extendido por toda la península, se utiliza el nombre Zambomba.
La zambomba o runcho es un instrumento musical de fricción. En España, la zambomba es un instrumento que acompaña con frecuencia al canto de villancicos, aguinaldos y cánticos populares. También se usa en otros muchos países de Hispanoamérica en su música tradicional.
Existen otros términos para la zambomba. En Murcia se la conoce como pandorga. En Colombia como runcho o marrana. En Venezuela se la llama furruco o furro (en el Estado Zulia). Suele utilizarse en la música tradicional navideña (parrandas), así como en la gaita zuliana y los aguinaldos.
Furro es la palabra empleada en Maracaibo, aunque no es correcta etimológicamente, no es muy precisa la versión regional de la zambomba española, como lo afirma nuestro amigo el Sr. Fernando Guerrero Matheus, Cronista de la ciudad de Maracaibo, en artículo publicado en Maracaibo, antes citado en este estudio.
El furro o furruco está constituido por una caja de madera, cilíndrica y ligeramente cónica, con la abertura de diámetro menor dirigida hacia el piso; y, la mayor, -cuyo diámetro es de unos 40 centímetros-, dirigida hacia arriba. Al mismo tiempo está cubierta por una membrana de cuero seco, vibrante. Fijada convenientemente con tirantes metálicos, de modo de poder templarla de acuerdo a las necesidades y gusto del intérprete. En el centro de la membrana va fijada una espiga de madera, de poco más de un centímetro de diámetro y unos siete centímetros de longitud, cuyo extremo, romo, va engastado en el cuero y es atado fuertemente por el lado opuesto de la membrana. Esta espiga de madera es impregnada de cera, que, frotado de arriba hacia abajo con habilidad y ritmo, produce un sonido fuerte, ronco y monótono, audible a largas distancias. Muchas veces, en el silencio de la noche puede oírse hasta 3 o 4 kilómetros de distancia. Pudiera decirse que el furro es el bajo en la ejecución de la gaita.
Es considerado desde muy antiguo el instrumento puntero y principal en la gaita. Hoy día trata de aplacarse su bello sonido con el estentóreo de las tamboras con palitos tocados sobre el borde de madera de éstas y no sobre el cuero.
Entre los grandes furreros que han pasado por la gaita podemos nombrar a: Jesús Lozano, Ciro Coyeyo, Douglas Soto (+), Héctor Silva, ángel Alberto Soto, Antonio González (Mahón), José «Cheo» Silva, Víctor Silva, José Francisco «Kiko» Ochea Rincón, Luis Cohen, Elías Oviedo, Mario Zuleta (+), Omelio Medrano (+), Valmore Albornoz (Fortachón), Edgar Cohen (+), Antonio Rivera, Roberto Gotera, Jesús Méndez.


Tercero: LA CHARRASCA

La Charrasca


Instrumento de fricción usado por los negros, (algunos sostienen que fue traída de Curazao), que guarda en la forma de tocarlas un parecido con el «güiro cubano», sólo que para fabricar «la charrasca» se utiliza, en lugar de una calabaza, un tubo de bronce de 20 a 25 centímetros de largo por dos o dos y media pulgadas de diámetro, abierto de un extremo a otro y prolijamente ranurado en semicircunferencia. Lleva dos agujeros en la base lisa, que sirven para sostener el instrumento con los dedos pulgar y medio. Se toca con una varilla metálica, rígida, arrastrándola al compás del ritmo, sobre la superficie anillada o ranurada. El sonido que produce es penetrante, de singular estridencia. Su nombre como el del «furro», es simplemente onomatopéyico. (Significa: Imitación del sonido de una cosa en el vocablo que se forma para significarla).
Entre los más grandes charrasqueros de la gaita tenemos a: Alcibíades Villalobos, Humberto Sánchez, Antonio Aguillón, Quintiliano Sánchez, Alberto Bohórquez, Jorge Freire «El Ingeniero», Luis Contreras, Luis «Moncho» Martínez, Manuel A. Pirona, Alfredo Maldonado, Marcos José Espina, Antonio Espina, Leonel Oviedo, Ender Paz, Luis Ávila, Yoelbis Méndez, Ricardo «Pelón» Aguirre.


Cuarto: EL TAMBOR O LA TAMBORA

La Tambora


La tambora de la gaita zuliana, difiere un poco de su congénere en los «chimbángueles» o baile de «los chochos» de San Benito Negro o San Benedicto, especialmente en la forma de tocarlo como instrumento de percusión, si bien su construcción y arreglo son, en líneas generales, similares. El ejecutante gaitero del «tambor» o «tambora» (así le dicen en Maracaibo), efectúa con dos palitos redondos de madera dura, un rápido toque sincronizado en la zona de piel del instrumento y en el aro de madera, (antiguamente solo se golpeaba el cuero), con lo cual se obtiene una atractiva combinación de sonido, de estimulante y cordial efecto.
La tambora de gaita es un instrumento de percusión membranófono. Su caja está fabricada de madera, y tiene forma cilíndrica y levemente cónica. Abierta por el extremo inferior, lleva, semejante al furro, una membrana de cuero seco en la parte superior. Completamente estirado y liso, el cuero, es percutido por el ejecutante, quien usa dos baquetas de madera, de forma cilíndrica, de 20 cm de longitud, y de 2 o 3 cm de espesor. Se usa una en cada mano y se percuten de manera alternativa tanto el cuero como la madera del tambor. Algunos de los mejores tamboreros de la gaita son: Ángel Parra «Parrita» (creador del repique de la tambora), Humberto Sánchez, Mervin Ferrer, Oscar Molero, José Ferrer, Freddy Ferrer, Willian Molina, Alves Aguirre, Melkis Daniel Espina, Eudomar Peralta, «, Néstor Luis Soto, Alvis Reyes, Raúl Agreda, Ender Méndez, Ricardo Aguirre Jr. José Alejandro Villalobos, Manuel A. Pirona, Ender Linares, James Calderón, Roddy Tigrera, Nelson Suárez, Luis Ruiz (el panameño), José Alberto Delgado, Josleni León.


Otros Instrumentos de la Gaita


No obstante ser los mencionados, los instrumentos fundamentales de la gaita; tal instrumentación puede enriquecerse con la participación de otros instrumentos musicales; ya sea un clarinete, o una guitarra, o un piano, o un violín, siempre como instrumentos de acompañamiento; y, entre los citados, de a uno por vez; ya que la estructura musical de la gaita es de gran sencillez. Precisamente, y, aludiendo a la sencillez de la arquitectura musical, y, a su «aire» característico, es ello lo que redunda en que, sobre todo desde el punto de vista melódico, la gaita zuliana, justamente por su simpleza de melodía y armonía, sea difícil de componer, de tal modo que un oído exigente, le dé el calificativo de genuina.
El bajo dentro de la gaita Zuliana merece un capítulo aparte dado que aparece desde finales de los 60 y se constituye desde entonces como uno de sus instrumentos complementarios que mejor se fusiona con este ritmo dándole una profundidad armónica inigualable, conservando lo genuino de la gaita. Sus primeros destacados ejecutantes fueron entre otros: Oswaldo Sanoja, William Nava Soto, Carlos Sánchez, Tony Vera, Gil Ferrer, Sundín Galué, Ricardo Domínguez y Edwin Carrasquero (Sopita).
Adicionalmente el primer conjunto gaitero en incluir instrumentos de orquesta (trompetas, trombones, saxo) en sus presentaciones en vivo (por lo cual se denominó Orquesta Gaitera) fue el Grupo Gaitero Los Portentosos, un conjunto caraqueño cuyo director fue Hernán Marea, en el año 1980.

PERSONALIDADES DE LA GAITA ZULIANA

Personalidades de La Gaita


Entre los precursores de este género musical destaca principalmente Ricardo Aguirre, conocido como El Monumental. Aguirre marca la historia de la Gaita en un antes y un después. Entre sus muchas colaboraciones destaca el que es considerado por muchos como el himno del género: La Grey Zuliana, además de varias canciones que marcaron un hito en la gaita zuliana como: Ronda Antañona, Tiempo Gaitero, Maracaibo Marginada, La Pica Pica, La Bullanguera, La Sandunguera, La Parrandera, La Vivarachera, La Gaita del 65, La Centralización, Decreto Papal, Dos Madres Antañonas, entre otras.
Tanto en el barrio «El Empedrao» como en el barrio «El Saladillo», existieron buenos y competentes gaiteros. Así, por ejemplo, en «El Empedrao» se destacaron en épocas pasadas: Cristóbal Nava, Marcelino Azuaje, Pancho Romero, Pancho Landaeta, Antonio Márquez, Simón Ávila, Pancho Leiva, Roberto Fuenmayor, Julio Canutillo, Fulgencio González (todos fallecidos), y en «El Saladillo» se distinguieron Virgilio Carruyo, Rafael Garbiras, José Castillo Romero (Jocastillo, quien fue además pintor, poeta, dibujante, caricaturista, etc.), César Luzardo (difuntos) y otros más.
Otros muy conocidos gaiteros de «El Empedrao», casi todos ya fallecidos, están Ramón Díaz, Euro Cepeda, Alfonso Huerta Bracho, Ulises Canadel, José Ángel Huerta, José Castillo Morales, Jesús Bracho Lozano, Mario Ricardo Vitoria, Benjamín González, Eurípides Romero, Luis Oquendo Delgado, Ricardo Aguirre, Rixio Aguirre, Luis Ferrer, Pedro Colina, Firmo Rincón y Hermes Chacín (éste último nativo de Isla de Toas) y tantos más que sería prolijo nombrar tan conocidos en el ambiente gaitero zuliano; y en «El Saladillo» se destacaron entre otros muchos el compositor Rafael Rincón González, Rincón Morales (estos dos, de los más conocidos y afamados en Maracaibo y en Caracas, por sus varias grabaciones en «long-plays» y que han actuado por la televisión) , Moisés Martínez, Heberto J. Pedraja, Leandro Soto, Ciro Villalobos, Emigdio A. Díaz e innumerables más reconocidos como buenos gaiteros.
Otras figuras que han destacado en la interpretación de la gaita zuliana son Abdénago «Neguito» Borjas, voz líder de la agrupación gaitera Gran Coquivacoa agrupación que ha evolucionado incorporando nuevos instrumentos como trompetas, saxofón, trombón interpretados y arreglados por del conocido músico polintrumentista Edwin Pulgar y otros que adornan la gaita y la han hecho más bailable y exportable, entre los temas impuestos por este intérprete destaca Sin Rencor, tema que trata del tema de la separación de parejas. Otro que destaca es la Gaita Onomatopéyica que carece de letra, aun cuando es cantado.
Capítulo aparte merece el cultor popular Astolfo Romero, cantante, compositor, director musical, actor, historiador gaitero, uno de los grandes defensores de la gaita tradicional. Estuvo en varios conjuntos gaiteros entre los que destacan: Gaiteros de Pillopo, Cardenales del Éxito, Maragaita y Gran Coquivacoa; antes de fallecer dejó grabada una gaita a dueto con Betulio Medina llamada Ave Cantora, con el conjunto (“Los Chiquinquireños”), es una oración a la Virgen de Chiquinquirá, pieza compuesta originalmente para ser cantada por Betulio Medina, la cual dejó grabada en maqueta momentos antes de su fallecimiento. Sin embargo, la calidad tan perfecta de la grabación permitió luego la edición de una copia dejando su voz original para deleite de los coleccionistas y amantes de la gaita.
El principal argumento de la Gaita Zuliana sigue siendo la Vinculación Espiritual con la Virgen de Chiquinquirá, patrona del Zulia y de los Marabinos junto al Glorioso San Sebastián. Presenta también tópicos cotidianos como tema principal de sus letras y modismos. Entre ellos, la protesta, el reclamo ciudadano, las costumbres en sectores comunitarios, la idiosincrasia marabina. El amor no queda por fuera, siendo sus grandes exponentes desde el mismísimo Ricardo Aguirre, Enrique Gotera, Fernando Rincón, Chavín, Lenín Pulgar, Argenis Sánchez, entre otros, apalancados con grupos como el más romántico de todos Amor y Gaita de la mano de su guía y compositor Lenín Pulgar, El Grupo Rincón Morales con el Negro Rincón, El Gran Coquivacoa con Neguito Borjas. Se recuerdan algunas de ellas como: Y Tuve que amarte en Silencio, La dulce Esperanza mía, Nunca es tarde para amar, Eternamente tuyo, Sin Rencor, entre otras destacadas por su pluma y musa inspiradora.
De los más conocidos grupos en el ambiente Capitalino, el más famoso intérprete de ellos llevados de la mano nada más y nada menos que por Argimiro «MIRO» Mata (El Gran Bardo Capitalino y también conocido como El Maestro De la Gaita Caraqueña) cantante, compositor y arreglista, destacan: Los Portentosos, Los Daniel Alvarado y Los Fulleros, Los Auténticos Fulleros, Caracuchos, Caragaiteando, Zumaque, Gaiteros de Rivelino, Gaiteros de cuchillo (del cual se destacó como cantante compositor y director musical) y Gaita light (grupo actual), entre sus canciones destacan: Con Caracuchos, Señor Cartero, Canto al Madero, Gaita de Otrora, Por Nuestra Felicidad (grabada también por el maestro Cheo Feliciano, uno de los pocos gaitero que ha tenido el orgullo que sus obras (canciones) hayan sido versionadas por un cantante de la talla de Cheo Feliciano) entre muchas otras canciones. También tuvo el orgullo de ganar el premio Mara de Oro.
Otras personalidades como (El Colosal) Ricardo Cepeda, voz profunda y sonora representante insigne de la Gaita Tradicional, Simón Sthormes M., Ricardo Portillo, Daniel Alvarado (El Negrito Fullero), Danelo Badell, Oswaldo Álvarez Parra, Carlos Méndez (Mr. Afinación), Javier León, Argenis Carruyo, Óscar Gonzales, Enrique Gotera (El fabuloso), Ender Fuenmayor (El Parrandero Mayor), Gladys Vera (La sempiterna Reina de la Gaita), Jesús Terán (Chavín), William Nava, Orlando Álvarez (La voz elegante de la gaita), Deyanira Bravo Emmanuel (La voz dulce de la gaita), Fernando Rincón, Pablito Grey, Germán Ávila (El Látigo de la Gaita), José Alejandro Lossada (El Internacional), Elvis Cano, Jerry Sánchez, Nelson Romero (El Ayayero), Ingrid Alexandrescu y Nelson Martínez, han sido importantes partícipes de la gaita con temas que se encuentran en la historia de este género musical venezolano.
Entre los Compositores de este género destacan el propio (El Monumental) Ricardo Aguirre González, Simón Udón García, Renato Aguirre, Jesús Reyes, José «Tan Tan» Baptista, Rafael Rincón González, Eurípides Romero, Jesús Terán Chavín, Heberto Añez Duque, Ana Estael Duque de Añez, Lenín Pulgar, Víctor Hugo Márquez, Humberto (Mamaota) Rodríguez, Luis Ferrer (El poeta), Rixio Aguirre, Jairo Gil (El poeta de la Virgen), William Atencio, William Nava Soto, Wolfang Romero, Argenis Sánchez, L. Elvis Cano, Leandro Zuleta, Ramón Ulises Osalino (Shalo) García, Heriberto Molina, Ricardo Portillo, Abdénago “Neguito” Borjas, Luis Escaray, Hernán Marea su existencia, Argimiro «MIRO» Mata entre otros.
En el proceso evolutivo de la gaita zuliana ha habido inclusiones importantes porque el género en los años de su inicio y en su existencia, no tenía asesores musicales que incorporaran directamente la gaita a la música académica, solo en casos aislados fueron incorporados a la gaita arreglistas académicos como Ulises Acosta , Alberto Villasmil y otros más que aportaron su conocimiento musical a la gaita y a partir de los años 1979 Edwin Pulgar conocido músico fue poco a poco instruyendo la Gaita, incorporándole introducciones e incluyéndole otros instrumentos para nutrirla más, acercándola a un campo armónico perfecto desde su sitio como ingeniero de sonido desde 1978 en Fonográfica del Zulia y hasta la fecha en Sono Futuro su propio Estudio de grabación. Aporte hecho para el enriquecimiento del género Gaita para que este fuera hoy lo que es.


GRUPOS GAITEROS

Grupos Gaiteros


Entre las agrupaciones del género más populares, han existido y existen:

Alegres Gaiteros
Alitasía
Barrio Obrero de Cabimas
Grupo Leyenda 2020
Barullo
Birimbao
Cardenales del Éxito
Castigaita
Catatumbo
Control y Gaita
Coquimba
Elite Gaitera
Gaita Compakta
Gaiteros de Pillopo
Gaiteros de Birimba
Gaiteros de Primera
Gaiteros de CABA
Gaiteros del Tablazo
Galenos
Gran Coquivacoa
Súper Banda Guaco
Guasinca Zuliana
Happy Gaita
HV en Gaitas
Iluminación
Inspiración Gaitera
La Alianza
La Gran Universidad
La Máquina Gaitera
La Pelota Gaitera
Las Espiguitas del Padre Vílchez
Los Chiquinquireños
Los Caracuchos
Los Colosales
Los Compadres del Éxito
Los Turpiales de Tamare
Los Portentosos
Maracaibo 15
Maragaita
Melody Gaita
Mi Presente
Nikitao
Proyecto Pentagrama
Q´ Molleja
Rebelión Gaitera
Rincón Morales
Rococó
Saladillo de Nerio Matheus
Santa Anita
Song Gaitero
Todos Estrellas
Tren Gaitero
Trova Gaitera
Venezuela Habla Gaiteando
Las Cartujas (agrupación pionera)
Las Sensacionales.

Nota: Rincón Morales fue la primera agrupación en ganar un concurso de gaitas televisado con la gaita El Tartamudo de Francisco Morales. También fueron los primeros en grabar un disco de larga duración, en usar uniforme, buscar internacionalizar el género y utilizar el Bajo eléctrico de manera permanente en sus grabaciones y presentaciones. En las décadas de 1970 y 1980 las gaitas de Rincón Morales se caracterizaron por ser alusivas a los paisajes naturales y cultura de Venezuela, y los motivos amorosos. Entre sus integrantes destacados se puede mencionar a: Hernán Rincón (Director en la década de 1960), Adafel Rincón, Néstor (El Negro) Rincón (Director desde los años setenta hasta 2009), Francisco (Pancho) Morales (Director Musical década de 1960), Ángel Parra «Parrita» (El inventor del repique) Fernando Rincón, Humberto (Mamaota) Rodríguez, William Nava Soto (Director musical en los setenta y ochenta), Jesús Terán «Chavín», Luis Germán Briceño, ángel Sarabia, Lula López, José Cheo Fernández, Leandro «Papi» Zuleta, Mario (El Pájaro) Zuleta, Luis Cohen, Eduardo Aguirre, Valmore Albornoz, Ney Soto, Ender Paz, Pablo Grey, Enrique Gotera, Beatriz Alvarado, Jaime Indriago, Santiago Soto, Edgar Cohen, Manolo Ruiz, Rómulo Enrique Semprún, Benito Gotera, Carlos Celedón, Alberto Valencia, Jairo Sánchez «El Ovejo», Humberto Sánchez «El Ovejito», Elvis «Cuchillo» Cano en el piano, Claudio Baralt «El babillo» «mejor charrasquero de la gaita zuliana», Román Rincón «El Gato» Los hermanos Marcos, Alberto y Ernesto, Néstor Rincón (hijo) entre otros.


LA GAITA ZULIANA SE ESCUCHA AHORA EN TODO EL MUNDO

Gaita en Paris


(Texto tomado de Gaitas en el Exilio de Reynaldo Mozo Zambrano)
Para los venezolanos, un diciembre sin gaitas equivale a un diciembre sin navidad. Este pegajoso ritmo zuliano es parte de la infaltable lista musical en cada fiesta o encuentro, independientemente de las coordenadas geográficas. Con el éxodo actual de los paisanos, “Amparito”, “Amigo”, y “Año viejo” ahora se escuchan en todas partes del mundo.
Y justamente, tres agrupaciones que llevan el ritmo más allá de las fronteras, relataron a Solaz cómo es su experiencia d para mantener viva una tradición arraigada casi hasta en los genes.
Desde que José Luis Moran Landazaval emigró de Maracaibo a Madrid, la capital de España, ha llevado su furro, charrasca, tambora, maracas y cuatro a Roma, Paris, Ámsterdam, Nom Pen, Múnich y Dublín.
En 2003, cuando Morán Landazaval emigró a Madrid, creó su propia agrupación musical “Madriacaibo en Gaitas”. 17 años después, la agrupación aún hace sentir el calor zuliano en sus canciones.
“Creé el grupo por la necesidad de tener vigente la música y las raíces de la cultura venezolana en una época en la que eran pocos los venezolanos que llegaban a España”, relata.
Morán le dedica su llamado musical a la Virgen de la Chiquinquirá, patrona del Zulia. Cuenta cómo se inspiró en “La Chinita”, como se le conoce a la virgen morena, para llevar adelante una feria en la cual se tocarán las gaitas y se festejara como cada 18 de noviembre en la tierra del sol amada.
“La agrupación nace con músicos de distintas partes de Venezuela, pero a lo largo de los años han pasado músicos colombianos, mexicanos, españoles y cubanos”, explica Morán.
En 2006, Madricaibo en Gaitas registró a la gaita zuliana como música de los pueblos en World Music Center. Ahora, este género musical criollo, aparece en las categorías de la organización para que grupos gaiteros participen en festivales musicales de todo el mundo.
“Nuestra intención es que la gaita sea una música representativa”,
señala el director de Madricaibo en Gaitas.
Una de las experiencias que más motiva a los integrantes de Madricaibo en Gaitas es cuando tocan en ciudades donde no se habla en español. La mayoría de los asistentes son de nacionalidad venezolana, pero muchos llevan a sus parejas o amigos extranjeros y se da la mezcla de cultura.
“Se lo llevan a los conciertos y terminan cautivándose por la energía y la sinergia que genera en la gente la gaita y pasan a ser nuevos adeptos”, añade Morán.
El músico cuenta que, durante los conciertos, los venezolanos bailan al ritmo de la música con el paso típico del género nativo del Zulia mientras que los extranjeros poco a poco se integran y siguen los pasos de la melodía.
Aunque Morán reconoce que la gaita es estacionaria, quiere romper las barreras de la tradición para que el género se escuche durante todo el año, y es que no todas las letras tratan sobre la navidad y año nuevo.
En Estados Unidos la gaita se ha hecho sentir, sobre todo en las ciudades donde habita mayor población de migrantes venezolanos. Sin embargo, Juan Carlos Arcaya, junto a su Swin Gaitero, llevan la melodía zuliana a estados como Nueva York, Virginia, y Washington e incluso han logrado presentarse en Canadá.
Desde hace 16 años la agrupación, integrada por 10 venezolanos, se han encargado de llevar alegría a las navidades anglosajonas. Mientras vivió en Venezuela Arcaya cantó con la reconocida agrupación Gran Coquivacoa durante 10 años. Pero, en 1990, se mudó a EEUU. No fue hasta mediados de 2004 que fundó la agrupación.
“Extraño trabajar en Venezuela porque es la cuna del género (gaita), pero afuera se ha seguido las costumbres por la cantidad de venezolanos y personas que no son venezolanas que apoyan y admiran el género”, cuenta el músico.
Para Arcaya 2020 será un año muy difícil para hacer gira debido a la pandemia del Covid-19.
“Muchas personas han partido, (el virus) ha traído distancia”, comenta a través de una entrevista.
A pesar de las muertes y la tristeza, Arcaya no pierde la fe y desde ya está creando una estrategia para seguir la tradición que conoció desde que era pequeño en su natal Maracaibo.
Cuando a Swin Gaitero le toca presentarse en ciudades como Nueva York o en estados como Virginia, a los asistentes extranjeros les llama la atención los principales instrumentos para tocar una gaita: cuatro, furro, tambora y maracas.
“Aquí llama mucho la atención cuando nos presentamos en otros estados, el estadounidense trata siempre de ver los instrumentos y trata de llegar a nosotros haciendo preguntas sobre el género que tocamos”, dice.
Uno de los grandes desafíos que enfrentan muchos de los grupos de gaitas que están en el exterior es la falta de instrumentos esenciales para hacer sonar su música. La mayoría debe importar las herramientas básicas desde Venezuela y esto genera costos muy elevados.
Además de lo monetario, Arcaya señala que muchas veces la madera con la que se hace el cuatro que se utiliza para tocar gaitas no resiste a las bajas temperaturas de ciudades como Nueva York o de países como Canadá. Fue por eso que mandaron a hacer un cuatro eléctrico. Con eso resolvieron el problema.
Aunque Renovación Gaitera es una agrupación con corta trayectoria, que nació en el año 2018 en la ciudad de Tampa, en el estado de Florida, Miguel González, su fundador, se siente orgulloso de llevar la música representativa del país a Estados Unidos, adonde emigró en 2015.
“Unos amigos venezolanos decían que la bahía de Tampa necesitaba una agrupación gaitera con profesionalismo, con entrega, o sea algo diferente a lo que aquí se estaba viendo”,
explica González, director de la agrupación.
Renovación Gaitera es una agrupación que está integrada por once músicos que se reunieron gracias al contacto hecho por González, la mayoría de ellos tienen gran trayectoria y experiencia en grupos de gaitas.
La agrupación se ha presentado en plazas de Miami y Tampa. Además, son parte de los grupos musicales que amenizan la Feria de La Chinita, que los migrantes venezolanos, radicados en Florida, realizan cada noviembre.
Aunque la pandemia amenaza algunas de sus planificadas actividades, el grupo no se da por vencido y tiene preparado show a través de plataformas de streaming.
Actualmente trabajan en un video para promocionar el grupo a través de las redes sociales.
“Tener la oportunidad de hacer lo que hicimos en Venezuela nos hace hacerlo con entusiasmo, emoción y profesionalismo, porque en el exterior hay mucha gente que extraña la gaita y los géneros tradicionales de Venezuela. Es un gran compromiso realzar nuestra gaita”, dice González.
Aunque no se trata de un grupo de gaitas, la familia de Juan José Guevara, ha desafiado las consecuencias de la migración y del confinamiento por la pandemia. Desde hace 25 años, cuatro generaciones de su familia se dedicaron a amenizar las fiestas con parrandas navideñas.
“Mi papá veía que las parrandas eran tocadas por adultos y niños y por eso surgió la idea de que fuéramos nosotros, la familia, la que creara una parranda ya que muchos tocábamos instrumentos musicales en las escuelas y participábamos en gaitas”, señala Guevara.
La familia estaba acostumbrada a realizar su Parrandón de septiembre a enero. Por esas fechas iniciaban sus espectáculos en las conocidas misas de gallo, celebraciones navideñas, preparación de hallacas y eventos escolares.
Pero la migración forzada por las condiciones económicas separó al grupo. A raíz de los acontecimientos, productos de la emergencia humanitaria compleja, recurrieron a la tecnología y a través de aplicaciones de videos decidieron reunirse nuevamente para continuar con su tradición.
Unos en España, otros en Argentina, Uruguay, Chile, Nueva Guinea y Venezuela siguieron el ejemplo de muchos artistas famosos y difundieron un tema musical a través de las redes sociales.
“Se me ocurrió la idea de grabar una canción este año y les dije que cada quien haga su parte desde donde podamos”,
dice Guevara, quien es director musical de la parranda y actualmente vive en España.
Para no dejar a un lado todo lo que ha significado la pandemia para Venezuela y el mundo, los músicos de Fusión Familiar crearon el tema de El Tapabocas, donde cuentan anécdotas e invitan al uso de las mascarillas para la protección contra el Covid-19, con algo de humor, para hacer un llamado a la conciencia.

Material histórico compilado por Victor R. Salazar Rodríguez, 27 de noviembre de 2020.

REFERENCIAS


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https://literaturavirtual.angelfire.com/SOLAECHE995.htm (Dr. Marcial Hernández)
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https://www.facebook.com/384924794970159/posts/982346005228032/ (Dr. Cesar Casas Rincón)
https://efectococuyo.com/solaz/gaitas-en-el-exilio-el-furro-la-tambora-el-cuatro-y-la-charrasca-se-escuchan-en-el-mundo/
LA GAITA ZULIANA. Origen, evolución y otros aspectos. (Folklore musical zuliano). Manuel Matos Romero. Maracaibo. 1968
EL ORIGEN DE LA GAITA. Rafael Molina Vílchez.
DICCIONARIO GENERAL DE LA LITERATURA EN EL ZULIA. Jesús Ángel Semprún Parra. Sultana del Lago Editores. Maracaibo 2019. 1era. Edición. ISBN: 9781686763892. Depósito Legal: ZU2019000139.
GAITAS EN EL EXILIO: El furro, la tambora, el cuatro y la charrasca se escuchan en el mundo. Texto por Reynaldo Mozo Zambrano | @reymozo.

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