Religion

VIRGEN DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE CHIQUINQUIRÁ, EJEMPLO DE FE Y FERVOR MARIANO, DE MARACAIBO Y DEL ZULIA PARA EL MUNDO (Primera Parte). Por Victor R. Salazar Rodríguez

Relicario con la tablita con la imagen de la Virgen de Nuestra
Señora del Rosario de Chiquinquirá con su corona de oro en la
parte superior y el cetro a su izquierda.

El 18 de noviembre de cada año, se renueva la fe y el fervor que el pueblo de Maracaibo y el Zulia en general le profesa a su querida Patrona, La Virgen de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, a quien cariñosamente le decimos Chinita, Chinca o simplemente Virgen Chiquinquirá, la virgen morena.
¡Milagro, …milagro!, con estas palabras que fueron expresadas por una humilde señora que vivía en el barrio El Saladillo de la joven y pujante Provincia de Maracaibo, que algunos identifican con el nombre de María Cárdenas pero que no hay registros de la época que puedan certificarlo y que los historiadores solo coinciden que este extraordinario hecho ocurrió un 18 de noviembre del siglo XVIII, y que a partir de ese momento se inició una historia de adoración y veneración hacia la figura de la Virgen de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá que apareció estampada en un pequeño retablo de madera, que el pueblo denominó “la tablita”, junto a las figuras de San Andrés y San Antonio de Padua.
La Virgen de Chiquinquirá también decidió que su sitio de adoración sería el la humilde Iglesia de San Juan de Dios, hoy Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá, en vez de la «Santa Iglesia Catedral Metropolitana de los Bienaventurados Apóstoles San Pedro y San Pablo», hoy Catedral de Maracaibo.
Este trabajo es la compilación de una gran cantidad de información histórica disponible sobre la Virgen de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá y solo espera ser un pequeño y humilde homenaje a la Santa Patrona de Maracaibo y del Zulia que ha unido a todo un pueblo que “ama, lucha, canta y ora” con su mensaje de fe y esperanza.
Victor R. Salazar Rodríguez – 16 de noviembre de 2020


ADVOCACIÓN DE LA VIRGEN DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO

Madonna del Rosario, fotografía de pintura de
Simone Cantarini. Pinacoteca Tosio Martinengo,
Civic Museums of Brescia. Brescia, Italia. Archivo
disponible bajo licencia de Creative Commons
Atribución – Compartir Igual 4.0 Internacional


Nuestra Señora del Rosario o Virgen del Rosario es una advocación de María venerada por la Iglesia católica, que celebra el 7 de octubre la fiesta de la Bienaventurada Virgen María del Santísimo Rosario.
Según la leyenda, pues no hay base histórica fehaciente, a Domingo de Guzmán [nacido en Caleruega, provincia de Burgos(España); el 8 de agosto de 1170 – fallecido en Bolonia, Sacro Imperio Romano Germánico (actual Italia), el 6 de agosto de 1221) fue un presbítero castellano y santo católico, fundador de la Orden de Predicadores, más conocidos como dominicos.] la Virgen María se le apareció en 1208, en una capilla del monasterio de Prouilhe (Francia) con un rosario en las manos, el cual le enseñó a rezar y le dijo que lo predicara entre los hombres. Además, le ofreció diferentes promesas referidas al rosario.


“Viendo Santo Domingo que los crímenes de los hombres obstaculizaban la conversión de los albigenses, entró en un bosque y pasó en él tres días y tres noches en continua oración y penitencia. Un día, se le apareció la Santísima Virgen acompañada de tres princesas del cielo y le dijo:

  • ¿Sabes tú mi querido Domingo, de qué arma se ha servido la Santísima Trinidad para reformar el mundo?
  • Oh, Señora — respondió él — vos lo sabéis mejor que yo, porque, después de vuestro Hijo Jesucristo, fuisteis el principal instrumento de nuestra salvación


Ella añadió:

  • Pues sabes que la pieza principal de la batalla ha sido la salutación angélica, que es el fundamento del Nuevo Testamento. Por tanto, si quieres ganar para Dios esos corazones endurecidos, reza mi salterio.


La Virgen reveló:

  • Sólo si la gente considera la vida, muerte y gloria de mi Hijo, unidas a la recitación del Avemaría, los enemigos podrán ser destruidos. Es el medio más poderoso para destruir la herejía, los vicios, motivar a la virtud, implorar la misericordia divina y alcanzar protección. Los fieles obtendrán muchas ganancias y encontrarán en mí a alguien siempre dispuesta y lista para ayudarles.”


Nota: El Rosario completo cuenta con 20 misterios, que son los 5 misterios de cada día reunidos uno cuenta por cuenta, se suele llevar este tipo de rosario en la cintura, o en las estatuas dedicadas a María del Rosario.


El santo se lo enseñó a los soldados liderados por su amigo Simón IV de Montfort [sin fecha y lugar de nacimiento exacta en c. 1160/1165- fallece en Tolosa, Francia, el 25 de junio de 1218) fue señor de Montfort-l’Amaury, quinto conde de Leicester, conde de Tolosa, vizconde de Béziers y del vizcondado de Carcasona (Francia). Los cronistas de la época e historiadores modernos nos presentan a Simón de Montfort como bien dotado para la estrategia militar,1 obsesionado por manifestar su catolicismo hasta el punto de ordenar celebrar misa de campaña antes de entrar en combate, por muy urgente que fuera la situación,2 y, sobre todo, hombre despiadado y sanguinario.] antes de la Batalla de Muret [batalla decisiva de la llamada cruzada albigense. Se libró el 12 de septiembre de 1213 en una llanura de la localidad fortificada occitana de Muret, unos doce kilómetros al sur de Toulouse (Francia). La contienda enfrentó a Pedro II de Aragón, sus vasallos y aliados, entre los que se encontraban Raimundo VI de Tolosa, Bernardo IV de Cominges y Raimundo Roger de Foix, contra las tropas cruzadas y las de Felipe II de Francia lideradas por Simón IV de Montfort.], cuya victoria se atribuyó a la Virgen María. Por ello, Montfort erigió la primera capilla dedicada a esta advocación.
En el siglo XV, la devoción al rosario había decaído. Alano de Rupe [Fray Alano de la Roca, también conocido como Alano de Rupe, Alanus de Rupe, o por su nombre en francés, Alain de La Roche, (nacido en Sizun (Bretaña), c. 1428 – falleció en Zwolle (Países Bajos), el 8 de septiembre de 1475) fue un dominico bretón, considerado el primer gran difusor del uso devocional del rosario, denominado entonces Psalterio de la Virgen. Ingresó en la Orden de Predicadores a los 22 años, y fue transferido a la rama neerlandesa en 1464. Fue conocido popularmente por ciertas apariciones y visiones, y como predicador del rosario y de su espiritualidad, en cuya difusión tuvo un éxito considerable.3 Fomentó el asociacionismo de seglares en torno al rosario, fundando cofradías donde imponía el rezo diario de 150 avemarías. Fundó la primera confraternidad del rosario en Douai en 1470. Murió -ya venerado como beato] declaró que la Virgen se le apareció y le pidió que reviviera su devoción y que recogiera en un libro todos los milagros del rosario; le recordó además las promesas que siglos atrás había dado a Santo Domingo.


Cuando la devoción empezó a disminuir, la Virgen se apareció a Alan de la Roche y le dijo que reviviera dicha devoción mariana. La Virgen le dijo también que se necesitarían volúmenes inmensos para registrar todos los milagros logrados por medio del Santo Rosario y reiteró las promesas dadas a Santo Domingo referentes al rosario.


Estas son las Promesas de Nuestra Señora, Reina del Santo Rosario, tomadas de los escritos del Beato Alan:

  • “A todos los que recen devotamente mi Rosario, prometo mi especial protección”.
  • “El que persevere en el rezo de mi Rosario recibirá gracias poderosísimas”.
  • “El Rosario es un arma poderosa contra el infierno: destruirá los vicios, librará del pecado y abatirá las herejías”.
  • “El Rosario hará florecer de nuevo las virtudes y las obras buenas, y obtendrá para las almas la más abundante misericordia de Dios”.
  • “El que confíe en mí rezando el Rosario no será oprimido por las adversidades”.
  • “Quien rece el Rosario meditando sus misterios no será castigado por la justicia de Dios: se convertirá si es pecador, crecerá en gracia si es justo y será hecho digno de la vida eterna”.
  • “Los devotos de mi Rosario, en la hora de la muerte, no morirán sin sacramentos”.
  • “Los que rezan mi Rosario encontrarán, durante la vida y en la hora de la muerte, la luz de Dios y la plenitud de sus gracias, y participarán de los méritos de los beatos en el paraíso”.
  • “Cada día libraré del purgatorio a las almas devotas de mi Rosario”.
  • “Los verdaderos hijos de mi Rosario gozarán de una gran gloria en el cielo”.
  • “Todo lo que se pida mediante el Rosario será obtenido”.
  • “Los que propaguen mi Rosario serán socorridos por mí en cada una de sus necesidades”.
  • “He obtenido de mi Hijo que todos los devotos del Rosario tengan como hermanos en la vida y en la hora de la muerte a los santos del cielo”.
  • “Los que reciten mi Rosario fielmente serán todos hijos míos amadísimos, hermanos y hermanas de Jesús”.
  • «La devoción a mi Santo Rosario es un gran signo de predestinación”.


En el siglo XVI, San Pío V instauró su conmemoración litúrgica el 7 de octubre, aniversario de la victoria en la Batalla de Lepanto, en la que las fuerzas cristianas derrotaron a los turcos que estaban invadiendo Europa (atribuida a la Virgen), denominándola Nuestra Señora de las Victorias; además, agregó a la letanía de la Virgen el título de «Auxilio de los Cristianos». Su sucesor, Gregorio XIII, cambió el nombre de su festividad al de Nuestra Señora del Rosario.
La batalla de Lepanto fue un combate naval que tuvo lugar el 7 de octubre de 1571 cerca de la ciudad griega de Náfpaktos (Lepanto en italiano). Se enfrentaron en ella la armada del Imperio otomano contra la de una coalición católica, llamada Liga Santa, formada por el Imperio Español, los Estados Pontificios, la República de Venecia, la Orden de Malta, la República de Génova y el Ducado de Saboya.
Los católicos, liderados por Juan de Austria, resultaron vencedores, y se salvaron solo treinta galeras otomanas. Se frenó así el expansionismo otomano en el Mediterráneo oriental durante algunas décadas y se provocó que los corsarios aliados de los otomanos abandonaran sus ataques y expansiones hacia el Mediterráneo occidental. En esta batalla participó Miguel de Cervantes, que resultó herido y perdió la movilidad de su mano izquierda, lo que le valió el sobrenombre de «manco de Lepanto».

Estatua de la Virgen de Nuestra Señora del
Rosario de la Cova Iria. Mejor conocida
como la Virgen de Fátima.


La victoria en la batalla de Temesvar en 1716, atribuida por Clemente XI a su imagen, dio lugar a que el papa ordenara que su fiesta se celebrase por la Iglesia universal. León XIII, cuya devoción por esta advocación hizo que fuera llamado el Papa del Rosario, escribió nueve encíclicas referentes al rosario, y consagró el mes de octubre al rosario, incluyendo el título de «Reina de Santísimo Rosario» en la letanía de la Virgen.
Luego de muchos años, en 1917, se apareció Nuestra Señora del Rosario en la Cova da Iria [La Cova da Iria es un lugar en la ciudad y parroquia de Fátima, en el municipio de Ourém, distrito de Santarém, perteneciente a la provincia de Beira Litoral, en la región del Centro y subregión del Medio Tajo, en Portugal.], en un pueblo llamado Fátima, a tres pastorcitos. La humilde señora se apareció en muchas oportunidades, pidiendo oración, y reparación por los pecados a Dios y a su Hijo Jesús. Hizo unas 20 promesas a los que portaran el rosario de forma física con mucha fe y devoción (llevándolo en el cuello, cintura o en forma de anillo o brazalete).

  • “A todos los que lleven piadosamente el Rosario, los llevaré hasta Mi Hijo”.
  • “A todos los que lleven piadosamente el Rosario, los ayudaré en sus empresas”.
  • “Todos los que lleven piadosamente el Rosario, aprenderán a amar la Palabra y la Palabra los hará libres. Ya no serán esclavos”.
  • “Todos los que lleven piadosamente el Rosario, amarán a Mi Hijo más y más”.
  • “Todos los que lleven piadosamente el Rosario, tendrán un conocimiento más profundo de Mi Hijo en sus vidas diarias”.
  • “Todos los que lleven piadosamente el Rosario, tendrán un deseo profundo de vestir con decencia para no perder la Virtud de la modestia”.
  • “Todos los que lleven piadosamente el Rosario, crecerán en la virtud de la castidad”.
  • “Todos los que lleven piadosamente el Rosario, tendrán una conciencia más profunda de sus pecados y tratarán sinceramente de enmendar sus vidas”.
  • “Todos los que lleven piadosamente el Rosario, tendrán un profundo deseo de difundir el mensaje de Fátima”.
  • “Sobre todos que lleven piadosamente el Rosario, derramaré las gracias de las que soy medianera”.
  • “Todos que lleven piadosamente el Rosario, serán llenados de un profundo deseo de rezarlo y meditar sobre los misterios”.
  • “Todos los que lleven piadosamente el Rosario, tendrán paz en sus vidas diarias”.
  • “Todos los que lleven piadosamente el Rosario, serán reconfortados en momentos de tristeza”.
  • “A todos los que lleven piadosamente el Rosario, se les concederá el poder de tomar decisiones sabias a través del Espíritu Santo”.
  • “A todos los que lleven piadosamente el Rosario, los llenaré de un profundo deseo de llevar el Escapulario del Monte Carmelo”.
  • “Todos los que lleven piadosamente el Rosario, venerarán Mi Inmaculado Corazón y el sagrado Corazón de Mi Hijo Jesús”.
  • “Todos los que lleven piadosamente el Rosario, no tomarán el nombre de Dios en vano”.
  • “Todos los que lleven piadosamente el Rosario, tendrán una profunda compasión por Cristo crucificado y crecerán en su amor por Él”.
  • “Muchos de los que lleven piadosamente el Rosario, serán sanados de enfermedades físicas, mentales y emocionales; así que llevadlo a los enfermos y moribundos”.
  • “Las familias que lleven piadosamente el Rosario, tendrán paz en sus hogares”.


ORÍGENES DEL NOMBRE CHIQUINQUIRÁ


Chiquinquirá es un municipio colombiano, capital de la provincia de Occidente en el departamento de Boyacá, situada en el valle del río Suárez, a 134 km al norte de Bogotá y a 73 km de Tunja, la capital del departamento.
Etimológicamente su nombre puede provenir del vocablo chibcha Xequenquirá, que significaba «lugar pantanoso y cubierto de nieblas» o también «pueblo sacerdotal» por las ceremonias que tenían lugar en la Isla de la laguna de Fúquene, (La laguna de Fúquene es un cuerpo de agua dulce situado en la localidad de Fúquene, entre los departamentos de Cundinamarca y Boyacá, al este de los Andes colombianos, a una altitud de 2.540 metros, y a una distancia de unos 80 km de la ciudad de Bogotá.) en donde se hacían ofrendas a los dioses Muiscas.
“Los muiscas (del muysc cubun: muysca; AFI (Alfabeto Fonético Actual): /mʷɨska/), también llamados chibchas (al igual que su idioma), son un pueblo indígena amerindio que ha habitado el altiplano cundiboyacense y el sur del departamento de Santander, en el centro de la actual República de Colombia, desde aproximadamente el siglo VI a. C.”
“A los muiscas se los ha llamado también chibchas, pero aunque esa denominación no es incorrecta, tampoco es precisa, pues chibchas son en realidad todos los grupos pertenecientes a la familia lingüística chibchense, como los u’wa, los motilones-barí o los kogui, entre otros, pero la denominación Chibcha está ampliamente extendida y su uso tiene un gran arraigo y su permanencia es evidente y completamente válida, teniendo en cuenta que los Muiscas son el pueblo Chibcha que logró mayor desarrollo e incidencia directa en la sociedad colombiana actual.


PRIMERA ADVOCACIÓN DE LA VIRGEN DE CHIQUINQUIRÁ

Imagen de Santo Domingo de
Guzmán, fundador de los Dominicos.
Pintado por Claudio Coello en 1685


La historia se remonta al siglo XVI (1500´s) cuando los frailes dominicos [La orden de predicadores (del latín: ordo praedicatorum u O.P.), conocida también como orden dominicana y sus miembros como dominicos, es una orden mendicante de la Iglesia católica fundada por Domingo de Guzmán en Toulouse (ciudad al sur de Francia) durante la Cruzada albigense (denominación derivada de Albi, ciudad situada en el suroeste de Francia—, también conocida como cruzada cátara o cruzada contra los cátaros, fue un conflicto armado que tuvo lugar entre 1209 y 1244, por iniciativa del papa Inocencio III con el apoyo de la dinastía de los Capetos (reyes de Francia en la época), con el fin de reducir por la fuerza el catarismo, un movimiento religioso calificado como herejía por la Iglesia católica) y confirmada por el papa Honorio III el 22 de diciembre de 1216.] realizaban expediciones de evangelización en la región del centro de la actual Colombia.
Un caballero proveniente de España, Antonio de Santana, en 1560 obtiene la encomienda de la región para levantar una casa dotada con diferentes dependencias, apropiada para la administración de los colonos, los indígenas y esclavos; además debía construir una capilla para oficios religiosos en Suta (que en lengua chibcha quiere decir Soberano, es actualmente Sutamarchán, municipio colombiano que se encuentra situado sobre el ramal de la cordillera Oriental de los Andes, al occidente del Departamento de Boyacá, provincia del Alto Ricaurte). Posteriormente de España llega un fraile colaborador en las misiones, fray Andrés de Jadraque (misionero dominico, nacido en Jadraque, España en 1512. Muere en la ciudad de Mariquita, Colombia en 1612) que es comisionado por Antonio de Santana para dotar la capilla con un lienzo o cuadro de la Virgen del Rosario, advocación promulgada por la Orden Dominica a la que pertenecía el religioso.


Nuestra Señora del Rosario o Virgen del Rosario, es una advocación de María venerada por la Iglesia católica, que celebra el 7 de octubre la fiesta de la Bienaventurada Virgen María del Santísimo Rosario.”
Según la leyenda, pues no hay base histórica fehaciente, a Domingo de Guzmán (fundador de la orden de los padres dominicos) la Virgen María se le apareció en 1208, en una capilla del monasterio de Prouilhe (Francia) con un rosario en las manos, el cual le enseñó a rezar y le dijo que lo predicara entre los hombres. Además, le ofreció diferentes promesas referidas al rosario. El santo se lo enseñó a los soldados liderados por su amigo Simón IV de Montfort antes de la Batalla de Muret (La batalla de Muret fue la batalla decisiva de la llamada cruzada albigense. Se libró el 12 de septiembre de 1213 en una llanura de la localidad fortificada occitana de Muret, unos doce kilómetros al sur de Toulouse, Francia.), cuya victoria se atribuyó a la Virgen María. Por ello, Montfort erigió la primera capilla dedicada a esta advocación.
De esa manera acuden a un pintor también español Alonso de Narváez [nacido en Alcalá de Guadaira (Sevilla, España) y murió en Tunja, Nueva Granada (Colombia), en 1583], quien vivía en la ciudad de Tunja, en Boyacá, cercana a la región, para pedirle que pintara a la Virgen del Rosario. Todos acuerdan poner al lado de la Virgen a sus santos de devoción, san Antonio de Padua y san Andrés por ser el primer patrono del encomendero que solicitaba la imagen y el segundo, del fraile que la había mandado a hacer.

Imagen de San Antonio de Padua con
Niño, pintura al óleo de Antonio de
Pereda de la primera mitad del siglo XVII.
Colección del Museum of Fine Arts,
Budapest. Hungría


Antonio de Padua, también conocido como san Antonio de Lisboa (Lisboa, Reino de Portugal, 1191 a 1195 – Padua, 13 de junio de 1231, 35 años de edad), fue un sacerdote de la Orden Franciscana, predicador y teólogo portugués, venerado como santo y doctor de la Iglesia por el catolicismo.”
“Su capacidad de prédica era proverbial, al punto de ser llamado «Arca del Testamento» por Gregorio IX. Las citas bíblicas en los Sermones dominicales y Sermones festivos —ambas obras de su autoría acreditada— superaron el número de seis mil, lo que supone un nivel de conocimiento escolástico que justifica el título específico que se le adjudicó, doctor evangélico.1 Sus predicaciones —en particular la de la Cuaresma de 1231— alcanzaron un éxito notable. Sus palabras y obras ante la multitud de personas que acudían a escucharlo fue recogida con el lenguaje propio de la época en Assidua, la primera biografía de Antonio de Padua, escrita por un autor anónimo contemporáneo suyo.”
“Antonio de Padua fue el segundo santo más rápidamente canonizado por la Iglesia, tras san Pedro Mártir de Verona. Es uno de los santos católicos más populares y su culto se encuentra extendido universalmente. Su festividad se celebra el 13 de junio.”

Imagen de San Andrés, el 1er Apóstol.
Pintura al óleo dibujado por José de Ribera
en 1616. Colección desconocida


“Andrés el Apóstol (en griego: Ἀνδρέας Andréas) (comienzos del siglo I – mediados o finales del siglo I), también conocido como san Andrés, fue probablemente el primer apóstol de Jesús. En la iglesia ortodoxa es conocido como Protocletos (del griego Πρωτόκλητος Prōtoklētos «el primer llamado»). Era el hermano mayor del apóstol Pedro.”
“El nombre Andrés proviene del griego ἀνδρείος «valeroso». Era común entre judíos, cristianos y pueblos helenizados de la provincia de Judea. No hay ningún nombre arameo o hebreo que se corresponda con Andrés.”
“Andrés y Pedro eran pescadores. Según los evangelios de Mateo y Marcos, Jesús les hizo sus discípulos diciéndoles que les haría «pescadores de hombres» (en griego ἁλιεῖς ἀνθρώπων, halieĩs anthrōpōn).”
“En el Evangelio de Mateo y en el Evangelio de Marcos. Pedro (el nombre hebreo Cefas, el nombre griego Simón y el latino Pedro significan roca) y Andrés fueron hechos juntos discípulos de Jesús cuando pescaban con su red en el Mar de Galilea.”
“En el Evangelio de Lucas, cuando Jesús escogió a Pedro como discípulo, se menciona que Pedro estaba pescando y que, gracias a un milagro de Jesús, pescó muchos peces con su red donde llevaba mucho tiempo sin lograr pescar nada. No obstante, no se menciona a Andrés en ese pasaje.”
“El Evangelio de Juan dice que Andrés era un discípulo de Juan el Bautista. Según Juan Evangelista, Juan el Bautista señaló a Jesús y dijo «ahí está el Cordero de Dios» y varios discípulos suyos pasaron a ser seguidores de Jesús. Según este evangelio, Andrés le dijo a su hermano Pedro que había encontrado al Mesías y lo llevó ante él. Entonces Jesús nombró discípulo a Pedro también.”
“En los evangelios se habla de Andrés como alguien muy importante y como uno de los discípulos más vinculados a Jesús. En el libro de Hechos de los apóstoles solo se le menciona una vez.”
Para el año de 1562 la pintura, hecha de algodó
n indígena que medía 125 cm de ancho por 119 de alto, ya estaba en la capilla de Suta y allí permaneció por más de una década hasta aproximadamente el año 1574.
La Virgen de Chiquinquirá está pintada en un lienzo de algodón de 125 x 119 cm. La Virgen ocupa el centro del cuadro, lleva en el brazo izquierdo al niño Jesús y va acompañada por la imagen de san Antonio de Padua a la derecha y por la de San Andrés a la izquierda patronos del encomendero que encargó la obra y del religioso Andrés Jadraque, con algunos errores iconográficos, como la palma del martirio que lleva san Antonio de Padua o la cruz en forma de Y de san Andrés, por impericia del pintor. Según se dice fue pintada al temple, «triturando tierra de diferentes colores con el zumo de algunas yerbas y flores correspondientes». En muy mal estado de conservación, los colores muy tenues se han perdido en algunas zonas.”

Imagen de la Virgen del Rosario con San Andrés y San
Antonio de Padua pintado sobre lienzo por Alonso de
Narváez en 1562.


Para ese entonces la capilla, que tenía techo de paja, se deteriora (al igual que la pintura) a consecuencia de la humedad, al punto que la imagen quedó prácticamente borrada. La imagen estaba en tan mal estado que fue llevada dentro de la misma región a la población de Chiquinquirá, donde fue abandonada en una habitación que muy raras veces fue usada como capilla u oratorio. Se dice que incluso el lienzo sirvió para secar granos al sol.
La crónica histórica (elaborada al año siguiente de los acontecimientos) señalan que en el año 1586 María Ramos, una mujer del lugar, sabiendo que el lienzo había guardado la imagen de la Virgen María, decide reparar el viejo oratorio y el lienzo maltratado, otorgándole el mejor lugar de la capilla.
“Doña María Ramos tuvo la sencillez suficiente para sostener una fe prodigiosa que le permitiera vivir en un mundo hostil a la feminidad. Su vida le pertenece al anonimato del siglo XVI. De su historia se sabe muy poco. Toda su vida quedó iluminada por el portentoso milagro ocurrido el 26 de diciembre de 1586 en los aposentos de Chiquinquirá.”
“María Ramos Hernández nació en Guadalcanal de la Ronda, provincia de Sevilla, España en 1550. En 1566 se casó con Alonso de Hernández. De ese matrimonio nació en Sevilla (España) Ana de los Reyes. En 1572, María Ramos viuda de Hernández aparece casada con Pedro Santana. Con él tuvo un hijo que nació en ese año. En 1573. Los sobrinos de Pedro Santana, Pedro y Francisco de Aguilar Santana, llegaron a Tunja. En 1583, Francisco regresa a España para volver con María Ramos, la mujer de su tío. El 31 de julio de 1584 María Ramos Hernández de Santana presentó recurso de súplica mediante oficio al príncipe Felipe de España donde pidió licencia para venir al Nuevo Reino de Granada con sus dos hijos y en compañía de su cuñado y una criada. En 1585, María Ramos Hernández de Santana llegó de España con su cuñado Francisco de Aguilar Santana y se radicó en Tunja, Boyacá. A principios de 1586, María Ramos y su hija del primer matrimonio, Anita de los Reyes, se trasladaron, por invitación de Catalina García de Irlos, viuda del encomendero Antonio de Santana, a vivir en los Aposentos de Chiquinquirá. Ramos encontró destruida, entre los aperos de los Aposentos de Chiquinquirá, la manta de algodón donde Alonso de Narváez pintó a la Virgen del Rosario con san Antonio y san Andrés. Ramos le construyó un bastidor y la colocó en la capilla de la hacienda.”
“El 26 de diciembre de 1586 cuando María salía del oratorio, una mujer indígena llamada Isabel junto a su pequeño hijo, al pasar por el lugar, le gritaron a María: «mire, mire Señora…». Al dirigir su mirada a la pintura, ésta brillaba con resplandores y la imagen, que estaba irreconocible, se había restaurado con sus colores y brillo originales; los agujeros y rasguños de la tela desaparecieron. Desde entonces empezó la devoción a la advocación conocida como «Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá».

“En el año de 1623, María Ramos Hernández, viuda de Santana, falleció en Chiquinquirá. (Terciaria dominica). Tenía 73 años de edad.”

Imagen de la Basílica de Chiquinquirá, Boyacá. Colombia


El santuario fue confiado a la orden de los Dominicos, quienes construyeron un convento a su lado, guardando la imagen hasta tiempos presentes.
Tras un fuerte terremoto, ocurrido en 1785, los frailes deciden construir una nueva basílica en otro lugar de la población y trasladar allí la imagen de la Virgen. Esto generó protestas por parte de los vecinos de Chiquinquirá. Pese a todo, la nueva iglesia se edificó y la imagen fue traslada en torno a 1823.
Finalmente, el gobierno de la República de Colombia decidió en 1919, consagrar el país a la Virgen de Chiquinquirá como su Reina y Patrona. El 9 de julio de 1919 el presidente Marco Fidel Suárez coronó a la Virgen de Chiquinquirá como Reina de Colombia en una ceremonia realizada en la Plaza de Bolívar de Bogotá en presencia del Nuncio Apostólico y varios obispos.


ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA PROVINCIA DE MARACAIBO ENTRE EL SIGLO XVI Y EL XVIII

Fundación de la Ciudad de Maracaibo

Ambrosio Alfinger


La ciudad de Maracaibo fue fundada en tres oportunidades, la primera en 1529 por Ambrosio Alfinger.
cerca de una sabana de sal, posiblemente en la zona de la Alina Ancha, en las inmediaciones de un vecindario indígena, llamado Maracaibo por sus pobladores;
Ambrosio Alfingerrosi o Alfinger o Ambrosio de Alfínger o bien en alemán Ambrose von Alfinger, también como Ehinger, Dalfinger o Thalfinger (Thalfingen bei Ulm / nacido en la Ciudad Imperial Libre de Constanza, Sacro Imperio Romano Germánico, 1500 – murió en Chitacomar del territorio de los chitareros, actual Chinácota entre Pamplona y Cúcuta, el 31 de mayo de 1533) fue un explorador y conquistador alemán de territorios septentrionales de la Sudamérica española, al servicio del emperador Carlos V, siendo aquellas tierras correspondientes a las actuales Venezuela y Colombia. Fue nombrado segundo gobernador de la provincia de Venezuela desde 1529 hasta 1531 y como tal fundaría la primera Maracaibo con título de villa de Maracaibo el 8 de septiembre de 1529, primer año de mandato y que duraría hasta 1535. En los documentos alemanes de los Welser aparece el nombre de Nueva Núremberg (españolización de Neu Nürnberg, en alemán).
La hostilidad que se generó como consecuencia de los ataques realizados por Alfinger y sus subordinados en contra de los indios, suscitaron una respuesta violenta por parte de estos últimos en contra de los nuevos pobladores del Lago Maracaibo. Esta respuesta violenta incitó a los españoles y los alemanes representantes de los Welser, a abandonar el asentamiento no solo dadas las limitaciones que tenían como cuerpo militar sino también como consecuencia del cese de ayudas que dejaron de recibir de los indios en cuanto a alimentos se refiere.
Otro de los factores que incidió notablemente en la caída de la fundación de Maracaibo llevada a cabo por Alfínger fue la inadaptabilidad que tuvo su gente para crear medios propios de subsistencia en una ambiente nuevo y desconocido. El hecho de que dependieran de los indios para obtener todo tipo alimentos es una clara muestra de ello. Ha de tenerse en cuenta que, mientras los aborígenes llevaban habitando el suelo que rodeaba al Lago de Maracaibo y se habían acostumbrado a las dificultades que el mismo ofrecía, obteniendo de este lo necesario para su subsistencia, los españoles que arribaron al mismo no contaron con tiempo suficiente para explorar sus alrededores con un objeto diferente que no fuera el de saquear, robar y tomar indios como esclavos para la venta. Tal situación trajo como consecuencia una suspensión de relaciones y una carencia de alimentos otorgada con anterioridad por los indios.
La segunda vez por Alonso Pacheco en 1569 (40 años después).
la Nueva Ciudad Rodrigo, de Alonso Pacheco, en la altiplanicie de Cotorrera.”
Alonso Pacheco y Maldonado de Jiménez había nacido en Talavera de la Reina, Castilla de La Mancha, España y se desempeñó como Teniente de Gobernador y Justicia Mayor de la ciudad de Trujillo, Capitanía General de Venezuela. Murió en la ciudad de Trujillo, Capitanía General de Venezuela en 1580. Fundaría la segunda Maracaibo con título de Ciudad Rodrigo a orillas de la Laguna de Maracaibo en 1569. Tras haber sometido a los indígenas de la zona lacustre en los últimos dos años (1569-1571), la población indígena se volvió a levantar y el asentamiento español tuvo que ser abandonado brevemente.
Las razones para que se generara el fracaso de fundar una ciudad que permaneció desde 1569 hasta 1573 (4 años) estable económicamente radicó en la agresividad que se mostró por la expedición de Ambrosio Alfinger en representación de los banqueros Welser, iba a traer consecuencias a los futuros asentamientos en los alrededores del Lago Maracaibo. De hecho, el más notorio efecto de los primeros ataques que recibieron los indígenas fue el surgimiento de un claro deseo en impedir que los españoles volvieran a asentarse en lo que consideraban su territorio. Ello se reflejó al inicio de la expedición encaminada a establecer un asentamiento y mientras duró esta, momento en el que los españoles se vieron asediados por los ataques indígenas.
Esta ciudad al igual que la fundada por Ambrosio Alfínger estuvo marcada por una constante dependencia respecto a su sustento. Si por un lado la Maracaibo de Alfínger dependía de víveres procedentes de los indios, Ciudad Rodrigo dependía de los víveres que le proporcionaran de Mérida y Trujillo. Sin ellos la situación de esta nueva ciudad se basaba en la lucha por la supervivencia más que en un desarrollo económico creciente. De hecho, tal situación generó su pronta caída.
La tercera y última vez por el Capitán Pedro Maldonado, en 1574.
Pedro Maldonado, quien había acompañado a Pacheco en la expedición anterior, en 1574 es comisionado para repoblar la ciudad de la Laguna, y funda Nueva Zamora, respetando el reparto de encomiendas de Pacheco y llamando a los sobrevivientes de la fundación anterior.
Maldonado la bautiza ahora como Nueva Zamora de la Laguna de Maracaibo, instaurando el terror, un régimen inclemente de ataque a los poblados autóctonos, sembrando destrucción, matando y esclavizando a los capturados con pocas lesiones.”
Esta nueva ciudad desde un principio fue concebida como “puerto” reforzando su condición de ‘paso’. Ubicada en una zona donde la costa es uniforme, la bahía de Maracaibo es el único lugar en la época con características de puerto natural.
Vecino de Mérida en 1568, cuando Alonso Pacheco fue a buscar soldados para su expedición en la laguna de Maracaibo, se alistó para dicha jornada con Miguel de Trejo, Francisco Severinos de Carrión, Andrés de Saucedo, Francisco de Montoya, Alonso Blásquez, Tomás de Buym y Juan de Umpierrez. Estuvo presente en la fundación de Ciudad Rodrigo de Maracaibo (1569) y fue Regidor de su primer Cabildo. Despoblada esta ciudad en 1573, el Gobernador Mazariegos le nombró en 1574 Capitán poblador para la repoblación de Maracaibo, y Pedro Maldonado con 35 hombres, entre los cuales estaba Rodrigo de Argüelles, fundó entonces a Nueva Zamora.
Pedro Maldonado quiso entonces probar y descubrir el paso para el Nuevo Reino de Granada por el río Zulia y Pamplona, y acondicionó para este efecto dos barcos grandes propios para la navegación Fluvial. Pero el nuevo Gobernador Juan de Pimentel le destituyó en 1577
El Gobernador Pimentel nombró entonces a Juan Guillén de Saavedra en sustitución de Pedro Maldonado, quien no obstante permaneció algún tiempo más en Maracaibo y fue malherido en combate con los indios de la vecindad. Regresó a Mérida y en 1581 fue electo Alcalde Ordinario de la ciudad.
El Capitán Pedro Maldonado se había casado con Doña Juana Col de Morales, hija legítima de Antonio Col (Compañero de Alfinger en 1528) y Ana de Morales (nacida hacia 1530, «una de las principales mujeres y de las primeras pobladoras»). De este enlace no hubo hijos.
El Capitán Maldonado muere el 3 de julio de 1581.


Gobernadores de la Provincia de Maracaibo en el Siglo XVIII


Pedro Esmayle de Lobato y Bobadilla, (1708).
Pedro de Esmayle de Lobato y Bobadilla, el gobernador de la provincia de Mérida, la Grita y ciudad de Maracaibo quien asumió sus funciones en 1708, en extremo codicioso, cuya preocupación fundamental durante su corto mandato fue obtener su mayor provecho pecuniario, con cuya finalidad se dedicó a sustraer los haberes reales, apropiarse indebidamente de las riquezas de los vecinos, además de beneficiarse del comercio fraudulento de mercaderías introducidas de contrabando sin mostrar escrúpulo alguno
El 16 de diciembre de 1708, Pedro Esmayle de Lobato y Bobadilla, tras asumir el cargo decide apresar a su antecesor, Laureano de Escaray, acusándolo de abuso de poder y varios ultrajes e irrespetos al rey.
El 26 de noviembre de 1709, Una real cédula de Felipe V autoriza a Francisco de la Rocha a someter a Pedro Esmayle de Lobato y Bobadilla, gobernador y capitán general de la provincia de Maracaibo, a juicio de residencia. Se le hicieron cargos como reducir los impuestos sin autorización, destinar dinero de la Real Hacienda para gastos personales, vender cargos públicos e inducir a testificar en falso contra su antecesor, Laureano de Escaray.
El 27 de enero de 1711, Pedro Esmayle de Lobato y Bobadilla, maestre de campo, gobernador y capitán general de la provincia de Maracaibo, es acusado de abuso de poder por establecer nuevos impuestos de manera inconsulta, y por uso personal de dinero de la Real Hacienda y venta de cargos de la administración e inducir falso testimonio contra su antecesor Laureano de Escaray, es destituido por el fiscal de la Real Audiencia, Manuel Antonio Zapata y Flores. El Consejo de Indias lo condenó a pagar multa de 2.100 pesos y 3.000 maravedíes, al destierro perpetuo del Nuevo Mundo y se le prohibió ejercer oficios de justicia.
Don Francisco de la Rocha Ferrer y García de Labarrés, (titular) (1712).
Coronel de los reales ejércitos y Capitán General de la Isla la Española (actual República Dominicana y Haití). Presidente de la Red Audiencia. Nació en Zariagena de indias (actual Cartagena, Colombia) en 6 de abril de 1686 y casó en aquella ciudad con Doña Elvira Josefa de Lance y Espeleta, hija de Don Martín de Lance y de Doña María Antonia de Espeleta.
Es nombrado Gobernador de la Provincia de Maracaibo durante el período de acuerdo entre España e Inglaterra sobre el problema y delimitación de los corsarios en aguas del caribe. Posteriormente, es nombrado Gobernador y Presidente de la Audiencia de Santo Domingo.
En 1712 el gobernador de la provincia de Maracaibo Francisco de la Roche Ferrer decreta la construcción de la iglesia de ladrillo en donde se encontraba la ermita de San Juan de Dios.
Don Guillermo Tomás Hendrixen de Roo y Loysel, (1717-1723).
Durante su gobierno el 27 de mayo de se expide una real cédula de Felipe V crea el Virreinato de Santafé, capital Bogotá, integrado por las provincias que formaban el Virreinato de la Nueva Granada; incluye las Provincias de Mérida, Maracaibo, Guayana y Nueva Andalucía. Su organizador será el virrey Antonio de la Pedroza y Guerrero. La provincia de Venezuela pasa a depender de la Real Audiencia de Santafé, cuando menos hasta 1729.
En 1717 Guillermo Tomás de Roo ordenó derribar la ermita y construir en su lugar una más amplia entre los años 1717 y 1723.
Fueron establecidas las comandancias militares de Venezuela, Cartagena y Panamá.
Don Francisco Miguel Collado, (1746-1751).
Gobernador y comandante general de la Provincia de Maracaibo en 2 oportunidades: entre 1746 y 1751, como titular, y entre 1764 y 1765, como interino. El 22 de noviembre de 1744 le fue conferido el título de gobernador y comandante general, en reconocimiento de 18 años al servicio de las armas reales donde alcanzó el grado de teniente coronel. Asumió el mando el 4 de julio de 1746 reemplazando al teniente coronel Francisco Antonio Salcedo. Collado se quejaba permanentemente de las pocas cosechas; de la amenaza constante de los piratas ingleses que ahuyentaba el tráfico comercial; del asedio de los indios motilones y de la constante falta de mano de obra para las haciendas por temor al ataque de los indígenas. Para suplir la escasez de mano de obra el virrey de Santa Fe de Bogotá autorizó la introducción de 300 esclavos. El contrabando permanecía como un lucrativo negocio y para combatirlo la Audiencia de Santo Domingo envió en mayo de 1747 al capitán Manuel Lechuga quien apresó varios y decomisó varios cargamentos.
En 1747, el gobernador don Francisco Miguel Collado, informó al virrey Sebastián de la Eslava y al monarca de la deplorable situación que enfrentaba la provincia debido al avance de la ocupación motilona.
Durante el gobierno de Collado, nació el culto a Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, que con el correr del tiempo vendría a ser la patrona del Zulia. De acuerdo con la leyenda, la Virgen, apareció en Maracaibo en 1750. Collado hizo entrega de la gobernación el 17 de julio de 1751 a su sucesor Francisco de Ugarte.
En febrero de 1764, Collado fue enviado nuevamente a Maracaibo para encargarse interinamente de la gobernación y enjuiciar al gobernador titular, coronel Francisco Javier Moreno de Mendoza, acusado de soborno, peculado y contrabando. Moreno huyó de la provincia para no enfrentar el juicio. Luego de esto Collado le entregó el mando al nuevo titular, Alonso del Río y Castro, el 14 de julio de 1765.


Ataques de Piratas a la Provincia de Maracaibo y Gibraltar en el Siglo XVIII

Imagen de Jean David Nau, El Olonés


Si bien los ataques indígenas generaron entre los habitantes de Maracaibo del siglo XVII cierta sensación de incertidumbre en cuanto a la seguridad de sus asentamientos, más aún fue la inseguridad que padecieron estos pueblos bajo los ataques piratas en el Siglo XVIII. La misma riqueza de las dos ciudades principales del Lago -Maracaibo y Gibraltar- las que incitaron a los piratas a saquearlas dados los beneficios económicos que de ellas podían obtener.
Jean David Nau, más conocido como François l’Olonnais, y también llamado l’Olonnois, el Olonés, Lolonois y Lolona (Les Sables-d’Olonne, Francia, 1630 – Darién, actual Panamá, 1671), fue un bucanero francés del siglo XVII.
En 1667, “El Olonés” armó una pequeña flota de 8 naves y 650 hombres con la misión de atacar las costas del Caribe meridional. Se dirigió al golfo de Venezuela de allí pasó a la boca del lago de Maracaibo donde se encontraba el Castillo de San Carlos armado con 16 cañones, que se había construido para proteger la barra de Maracaibo contra los ataques piratas. Lo tomaron en menos de tres horas. De allí marcharon rumbo a Maracaibo y encontraron la ciudad totalmente vacía, pero obtuvieron grandes cantidades de alimentos, animales de granja, vino y mucho coñac. La expedición fue un éxito con un gran botín de unos 20.000 reales, mercancías diversas y 20 prisioneros que fueron cruelmente torturados. Se apoderaron de las mejores casas para vivienda de la tropa e hicieron del recinto de la iglesia su cuartel. No encontraron otras riquezas, así es que el Olonés mandó un contingente para capturar a las personas que encontraran y que una vez hechos prisioneros darían noticias sobre el lugar donde se encontraban ocultos los tesoros ambicionados. Los saqueos y las torturas fueron más terribles que nunca. Las iglesias fueron quemadas y todos los barcos enemigos destruidos.
Durante dos meses continuaron asaltando las plantaciones, aprisionando gente para su esclavitud y acumulando toda clase de riquezas, comida y bienes que pudieran transformar en dinero. Los prisioneros ricos eran torturados sistemáticamente con el fin de averiguar dónde guardaban el resto de las riquezas que poseían.
Después de la expedición de Maracaibo, los piratas se movilizan hasta Gibraltar, al sur del lago de Maracaibo, importante sitio de embarque de cacao y del tabaco Varinás muy apreciados en Europa, donde arrasan con la guarnición de 500 soldados. No obstante, el pago de un rescate de 20,000 piezas de oro y 500 cabezas de ganado, el Olonés saquea la ciudad obteniendo un botín de 260,000 piezas de oro, joyas, lingotes de plata, sedas y esclavos. El desastre infligido a Gibraltar fue tan grande que la ciudad nunca más llegó a recuperarse de semejante ataque.
En 1667 un español conocido como Miguel el Vascongado, veterano del anterior saqueo del Olonés, entra en Maracaibo y toma como rehenes a los ciudadanos notables, encerrándolos en la iglesia y bajo la amenaza de pasarlos a cuchillo pide y obtiene rescate por ellos, viendo saciada su sed de riquezas, decide no pasar por Gibraltar.

Retrato de Sir. Henry Morgan


Sir Henry Morgan (Llanrumney, Gales, Reino de Inglaterra; c. 1635 – Lawrencefield, Jamaica; 25 de agosto de 1688) fue un filibustero, gobernante y marinero galés. Hijo de un rico labrador, dejó su hogar para acabar residiendo en la isla de Jamaica, donde empezó a asociarse con otros filibusteros de la época, como Christopher Myngs y el neerlandés Eduard Mansvelt, de quien fue seguidor.
Morgan organizó logró organizar una flota de 15 naves y unos 600 hombres, la flota partió con rumbo a Maracaibo (Venezuela), nuevo objetivo de los forajidos. Arribaron al lugar en marzo de 1669, pero encontraron una ciudad abandonada. En lo posterior la banda de asaltantes cometería un sinnúmero de fechorías en los pobladores atrapados y apresados para obtener los pretendidos tesoros que supuestamente habían ocultado al saber de su llegada. Según un cronista neerlandés, en esta ciudad atormentaron a los vecinos golpeándoles con palos, quemándoles con cuerdas caladas entre los dedos y cometiendo ahorcamientos.
Al comienzo de la toma de Maracaibo, tras un fuerte intercambio de artillería los asaltantes lograron desembarcar para adueñarse del Castillo de San Carlos de la Barra y del Torreón de Zapara que habían sido abandonados por los españoles, como la ciudad misma. Tales fortalezas fueron desatendidas por Morgan para dirigirse con su flota a Gibraltar en la costa sur oriental del Lago de Maracaibo. Allí, los residentes abandonaron el sitio ante la imposibilidad de enfrentar a los malhechores; además, querían evitar lo que sufrieron dos años antes cuando fueron atacados por el bucanero francés Jean-David Nau llamado «El Olonés». En esa zona los filibusteros encontraron un demente que aseguró ser hermano del Gobernador de Maracaibo (Joseph de Cerdeño y Monzón). Al enterarse de la falsedad, le colgaron de una cuerda y le quemaron hojas en su cara hasta fallecer. Al fin, un esclavo reveló el escondite de los vecinos y apresaron unas 250 personas. Las crueldades continuaron. Especialmente se ensañaron con un portugués de unos 60 años, a quien alguien atribuyó «ser muy rico». El infortunado fue tratado con barbarie al aplicarle «trato de cuerda» [Se colgaba la persona de los cuatro dedos gordos, de las manos y los pies, a cuatro estacas altas donde ataron cuerdas de las que tiraban como por clavija de harpa y con palos fuertes daban con toda fuerza en dichas cuatro cuerdas, de modo que el cuerpo de aquel miserable paciente reventaba de dolores inmensos] hasta romperle los brazos;
Después de otras vejaciones los maleantes lograron obtener mil pesos del desdichado. En cierto momento verificaron la posición de los vecinos de Gibraltar, pero después de revisar la ubicación defensiva y ventajosa del gobernador y sus acompañantes decidieron partir. Los malhechores exigieron tributo de quema, a lo cual los residentes cedieron hasta prometer reunir 5000 reales de a ocho. En medio de negociaciones —con personas usadas como prenda para asegurar el pago— y con el botín en sus manos, regresaron a Maracaibo.
En su viaje de vuelta le fue informado a Morgan que había tres naves de guerra a la espera del arribo de su flota. El dejar abandonada su retaguardia en su partida a Gibraltar había resultado costosa. Con su fuerza sobrepasada por los españoles, pero enfrentando la situación adversa, el filibustero pidió tributo de quema por Maracaibo al capitán de las naves don Alonso del Campo y Espinoza quien, firme en su posición, le reclamó abandonar el lugar y entregar lo apropiado o enfrentar a su escuadra. Ante la situación los asaltantes estaban incapacitados para abandonar la zona. Morgan informó de los hechos a sus acompañantes. En medio de la discusión, alguien propuso utilizar un brulote [Brulote (Brulot, ant. Bajel de fuego) es una embarcación cargada de materiales explosivos, combustibles e inflamables como pólvora o fuego griego. Se destinaban a incendiar los buques de guerra enemigos fondeados o a destruir las obras de los puertos y los puentes tendidos sobre los ríos]. en dirección a las naves del enemigo para provocar un estallido. Efectivamente se armó la embarcación que contenía unos muñecos disfrazados y cañones de madera, todo cuidadosamente equipado. Al caer la tarde del 30 de abril de 1669, el falso barco —con la flota de Morgan avanzando detrás— se acercó a la nave mayor, La Magdalena, y la hizo estallar. Ante el desastre, otro de los barcos españoles, el San Luis, fue hundido para evitar que lo tomasen los asaltantes. La tercera nave restante llamada La Marquesa fue abordada por los filibusteros.
Sin embargo, la flotilla de Morgan no había salido aún del lago de Maracaibo por la amenaza del Castillo de San Carlos de la Barra construido en la desembocadura del lago, sitio donde los sobrevivientes del saqueo se habían refugiado. Al saber de la inutilidad de escapar, Morgan intentó negociar con los españoles al pedir rescate por los rehenes. En respuesta fue dada una suma en oro y plata más algunas reses en pago, pero el capitán a cargo —el mismo Alonso de Espinosa— nuevamente se negó tajantemente a dejarles partir. Al siguiente día, la treta utilizada para la huida consistió en simular un ataque por tierra sobre el emplazamiento fortificado. Hecho así, los cañones, en manos de los españoles, cambiaron su objetivo. Logrado esto, por la noche, los filibusteros se apresuraron a abandonar a toda vela el lugar, mientras los soldados en el castillo trataban de apuntar nuevamente el armamento al mar, sin conseguirlo. Morgan regresó a Jamaica el 14 de mayo de 1669 bajo amonestaciones de Modyford [El coronel Sir Thomas Modyford, primer baronet (c. 1620- fallecido el 2 de septiembre de 1679) fue un plantador de Barbados y gobernador de Jamaica de 1664 a 1670] ante los reclamos recibidos desde Londres por las fechorías cometidas. Debido a esto, Morgan decidió asentarse por un tiempo, compró unas tierras y gozó de una vida de hacendado junto a su esposa.

Imagen de Francois de
Grammont de la Motte


En junio de 1678, el francés Francois de Grammont De La Motte, llamado Agramont por los españoles, al mando de la flota de corsarios al servicio del rey de Francia en el mar Caribe, armó seis navíos con una tripulación de 700 hombres sobrevivientes del desastre de las Aves, con la finalidad de atacar los territorios españoles en el lago de Maracaibo (Venezuela). En la primera incursión ataca a Maracaibo y Gibraltar, adentrándose en tierra firme hasta la localidad de Trujillo para saquearla e incendiarla antes de retirarse de la región.
Francois de Grammont De La Motte, también llamado Michel de Grandmont o de Grammont, llamado también caballero de Grammont (París, 1645 – desaparecido en el mar, al noreste de las Antillas, abril de 1686), fue un marino francés que ejerció como corsario y filibustero de 1670 a 1686 a bordo de su barco Le Hardi [El Intrépido].

HOMENAJE A LA VIRGEN DE CHIQUINQUIRÁ. Argenis Carruyo

4 Comentarios

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *