¡Nuevamente, el arte y la cultura están de luto!. Por Miguel Alberto Zurita Sánchez
En mí, si se quiere acostumbrada, entrega de fines de semana acerca del rescate de nuestras Costumbres, tradiciones y todo lo que tenga que ver, con parte de nuestro acervo, que no “identifica-ba!, como país.
Hoy pido permiso, para hacer un brake, en otras palabras “pido un taima”, para hacer una reseña de un artista plástico, a quien tuve la fortuna de conocer personalmente, a principio de los años 90, en la planta de cementos Caribe, en la población de Pto Cumaerbo-Edo Falcón.
Voy a referirme a Antonio Otazzo.
Fue un polifacético artista plástico, muralista y escultor Antonio Otazzo, nativo de Tenerife, islas Canarias.
Otazzo, una persona muy querida en Cagua, donde tenía su residencia desde hace 60 años, y todo el estado Aragua, ha sido más reconocido fuera de Venezuela que dentro de este malogrado país.
Sus obras «han ido quedado como testimonio de su paso por México, España, Suiza y por supuesto, Venezuela, lugar donde reside», señala su portal en Internet.
«Sus museos oficiales se encuentran ubicados en: Alhambra y Orotava (España), Polanco (México), y en su residencia en Cagua (Venezuela). También cuenta con exposiciones permanentes que pueden ser admiradas en Coppet (Suiza), en el Jardín de la Cultura en Huisquilucan (México) y en un rincón casi secreto llamado Tucupido, al que se arriva adentrándose en el corazón del Estado Aragua en Venezuela, donde al igual que en todos sus museos, practica el muralismo»
En 2017 tuvo la prudencia de llevar parte de su obra a su ciudad natal de Orotava, en Tenerife, España, donde fue resguardada en medio de un sentido homenaje de la comunidad isleña, reportó en esa ocasión El Diario de Avisos.
«Quince años después de su última visita a Tenerife, gran parte de la obra del polifacético artista Antonio Otazzo, residente en Venezuela desde hace más de 60 años, llegó ayer a La Orotava, su ciudad natal. Allí se abrirá un museo con su nombre que situará a la Villa en un punto de obligada visita cultural», señalaba el diario.
«Amigos y familiares crearon la asociación cultural que lleva su nombre para rescatar su herencia del país Andino, donde corría riesgo por la difícil situación política y social que atraviesa. A ello se une la avanzada edad del pintor, que aunque el 10 de agosto cumplirá 88 años puede presumir de una “salud de hierro”, subrayó su nieto Luis Perera.
«Cerca de cien personas, entre las que se encontraban personalidades del mundo de la cultura y exalcaldes como Isaac Valencia, se congregaron en el Museo Iberoamericano de Artesanía, el enclave elegido para recibir el legado de un “maestro” del arte, como lo definieron sus allegados. Pintor, escultor, músico, muralista. Las palabras para describir a Otazzo resultan escasas, aunque todos coincidieron en que por sobre todas las cosas es una gran persona y un gran humanista».
Cuando conocí a Otazzo
Era el mes de octubre de 1.992, cuando en la planta de Cementos Caribe, se organizaba el Segundo Salón de Arte y, a través de la Fundación Caribe, fue invitado el maestro Antonio Otazzo, a hacer presencia en dicho salón, yo formaba parte de la comisión de organización del evento.
Con todo gusto el maestro Otazzo, aceptó la invitación, participando con una escultura, tallada en caliza. A partir de ese tiempo y por varios meses, hizo de la cantera de Caliza, en el cerro Manpoztal, de Pto Cumarebo, su taller de esculturas, dejando sin terminar un trabajo, por no contar con el apoyo de una motosierra, al “loco” como lo llamaban, los cuerdos de aquella época, de pronto se le desapareció el ángel, que lo amparaba y no hubo más presupuesto y fue lanzado a un rincón, junto con sus obra.
Por cierto, que esa “piedra”, al pasar los días, fue lanzada a la trituradora de caliza, para que formara parte de la materia prima para hacer cemento, lo contradictorio del caso, es que meses antes el querido y apreciado maestro, era invitado a darle prestancia y categoría al Segundo Salón de Arte de Cementos Caribe,C.A; para luego, así como fue triturada aquella escultura en proceso, también se trituraba la presencia del maestro Otazzo.
En la planta de cemento de Pto Cumarebo, quedaron dos esculturas del maestro Otazzo, hoy en día desconozco donde puedan estar, la última vez que las vi, eran unas piedras más, con forma, como tantas que habían en venta a lo largo de la carretera nacional Coro-Morón, entre Pto Cumarebo y Tocópero
Antonio Otazzo “El Dalí de América”, como fue bautizado, desgraciadamente murió hoy 17 de julio de 2.020, producto de un arrebato más de la violencia, que no come cuentos ni pandemia, pero para peor desgracia, fue víctima de la ignorancia e incultura, que fue lo que realmente acabó con él, físicamente.
Desde almargendeltiempo, quiero rendirle un pequeño y sentido homenaje.
Descanse en Paz, maestro Otazzo
Miguel Alberto Zurita Sánchez ¡Al rescate! – Coro 17 / 07 / 2.020
Un comentario
Maria
Paz a su alma