Costumbres y Decires

COSTUMBRES Y DECIRES… Rescatando la venezolaneidad. En el capítulo de hoy: ¡Al rescate de dos decires, dos palabras y un puente dañado!. Por Miguel Zurita Sánchez

Dos decires

¡Tiene o Tuvo la cachaza! : Expresión que indica asombro. Cuando una persona actúa con desvergüenza y cinismo, ante un hecho o situación. “¡Y no conforme con eso, tuvo la cachaza de pedirme plata!”. Expresión de uso similar, la cual, probablemente, haya ido desplazando a esta es “¡Tuvo las santas bolas!”.
En otro orden de ideas, la cachaza (en portugués, cachaça, llamada pinga, branquinha, caxaca, caxa o chacha) es una bebida alcohólica de Brasil. Se obtiene como producto de la destilación del jugo de la caña de azúcar fermentado.
Mientras que la generalidad de los rones proviene de las melazas —un subproducto de la elaboración del azúcar posterior a su cristalización—, el ron de cachaza procede de la cachaza, que es un subproducto anterior a la cristalización del azúcar.
Cabe destacar que se trata de un tipo de ron, pese a la creencia popular de que se trata de una bebida distinta.
La cachaza, es el ingrediente principal, de la Caipirinha o Caipiriña, bebida espirituosa muy popular en Brasil.

¡Que taparas! : Expresión que indica asombro. Cuando una persona actúa con desinterés, irresponsabilidad, comodidad, holgazanería, flojera o cualquier conducta o comportamiento similar. Esta expresión, tenía poco uso en Coro, sin embargo era muy usada, en poblaciones como Puerto Cumarebo y otras de la zona oriental, del Edo Falcón.
A los testículos o también cojones, coloquialmente, se les suele llamar taparas, debido a la semejanza o parecido de estos con fruto del árbol de Taparos. Cuando un cerdo, para unos, o cochino, para otros, tiene los testículos grandes, se les llama cojúos, normalmente es un animal lento, cuando está gordo y tiene los testículos muy grandes, por lo que, al observarlos, suele surgir la expresión “¡A buenas taparas¡”, que también puede ser “¡Que taparas tan grandes! O “¡Ese animal si es taparúo! De allí la comparación con cierto comportamiento de las personas.

Dos palabras

Mogollón(a): Adjetivo, que significa holgazán. Gorrón, que vive a cuenta de otros. Es un calificativo, que normalmente ha sido empleado, para ofender, desprestigiar, molestar o reconocer a una persona, que tiene esas “cualidades”.
También es un apellido, conocido en toda Venezuela gracias a Agni Mogollón, quien grabó y popularizó, en los años 80´S “Los locos de siempre”, además hubo un hombre, que era portero, en el otrora Cine Teatro Alcázar, cuyo apellido y su progenitora, salían a relucir, cada vez que la película de 35mm, se atascaba en el proyector, lo que hacía detener la proyección, para ser el estímulo, que diera origen al grito, casi al unísono, “Mogollón, c..´e tu madre!” ¡Devolveme mis cobre, Mogollón!”.

Escorrogio: En Venezuela, es un despectivo, usado para referirse a una persona despreciable, inútil, inservible, calembe, poca cosa. p.e.: ¡Ese novio tuyo, que hombre tan poca cosa, inútil, ese es un escorrogio, ¿de dónde lo sacaste?

Un juego


Alé limón


Este era uno de los juegos favoritos para el recreo. El grupo de participantes tenía que pasar por debajo de un puente formado por cos participantes y al momento en que terminaba la canción, uno de ellos tenía que seleccionar una fruta para integrarse a uno de los dos equipos comandados por los participantes que formaban el puente. “Alé-limón, alé-limón el puente se ha caído…”
Nosotros, como en muchos otros juegos, teníamos nuestra versión Cumarebera.
La canción:
Alé limón, alé limón,
el puente está roto
Alé limón, alé limón
mandalo a componer
Que pase el tren
Que deje de pasar
Que el último de atrás
Se debe de quedar

Se jugaba igual, formando un tren (fila de participantes), el puente lo formaban dos participantes, los cuales, por lo general eran los más fuertes del grupo, estos se adjudicaban el nombre de una fruta y cuando la canción terminaba, el último de atrás quedaba entre los brazos y manos agarradas, de los dos que formaban el puente, a este participante se le hacía escoger entre los nombres de las dos frutas, p.e.: Pera y Piña, el que respondía pera, se colocaba detrás, de quién se había adjudicado el nombre de pera o si respondía piña se colocaba detrás de quien era piña, formando una cadena en ambos lados, tomados por la cintura.
Al terminar de pasar todos, los del tren, y estar formadas las dos cadenas, a la cuenta de tres, tirábamos hasta que las manos, de los del puente, se separarán, lógicamente, ganaba la cadena que obligara a soltarse y romper el puente.
¡Muchos eran los revolcones, los empujones y el sudor, pero entre gritos y risa, gozábamos una bola!

Miguel Alberto Zurita Sánchez ¡Al rescate! – Coro 25 / 02 / 2.020.

2 Comentarios

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *