Microrelatos

El Sadhu. Por Enmanuel

Sadhu

Aquel sadhu, que decidió prescindir de todo placer terrenal y de los bienes materiales para dedicarse de manera plena a la meditación y a la resignada espera de su muerte, miró al cielo y a la nada (lo mismo que a su todo interior) y elevando su voz expresó:

Cada pensamiento, cada idea, convoca a un Egregor que se convertirá en nuestra condena o salvación.
De nuestros pensamientos dependerá el futuro de nuestras almas. La conexión sagrada con el Swarga (cielo) o con el Naraka (infierno).
En cada pensamiento (que unido al de otro, al de cientos y al de miles) dejamos pasar a múltiples seres interdimensionales que influirán en nuestras mentes y energías, haciéndonos meras masas moldeables.
Esta es la condena real del Hombre… su razón
.


Una fuerte brisa, que anunciaba al humedo monzón de Junio, elevó las terrosas trenzas de aquel santo y en una especie de arrobamiento, desapareció para siempre del mundo de los hombres.

Enmanuel

Sadhu Nada

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