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«FACUNDO: ¿ÁNGEL O QUIMERA? (In memoriam)». Por Enmanuel Camejo

Auditorio Universidad Rafael Urdaneta en Maracaibo

El viento soplaba ligero y cálido en la ribera del lago de Maracaibo a la altura de la Vereda del Lago. El sol caía lentamente y el auditorio de la Universidad Rafael Urdaneta se iba llenando, poco a poco, ese 31 de mayo de 2009, cuando Facundo Cabral se despediría (para siempre y sin saberlo) de la Tierra del sol amada.

Privilegio de estar en primera fila ese día, casi «al alcance de la mano»: Bastón, guitarra, una copa de vino, un vaso de agua y su presencia casi sagrada.

Rodolfo Enrique Cabral Camiñas, nació en La Plata, Buenos Aires, el 22 de mayo de 1937 y murió asesinado en la ciudad de Guatemala el 9 de julio de 2011. De nombres artísticos Indio Gasparino (en sus comienzos) y luego Facundo Cabral, fué un cantautor, poeta, escritor y filósofo argentino. Su propuesta artística resulta difícil de encasillar. Aunque compuso canciones y algunas de estas trascendieron a nivel hispanoamericano como “No soy de aquí ni soy de allá”, su obra también consistía en contar historias con una estética que entremezclaba la crítica social, sátira, misticismo, cristianismo, anarquismo, optimismo y hedonismo
Un día antes de su nacimiento, su padre se fue del hogar. Su madre y sus otros seis hermanos vivían en casa del abuelo paterno de Facundo Cabral, quien expulsó al resto de la familia. Cabral afirmó varios años más tarde que su nacimiento se produciría en una calle de la ciudad de La Plata.
Sus primeros años los pasó en Berisso, localidad adyacente a La Plata. Posteriormente, la madre de Cabral y sus hijos emigraron hacia Tierra del Fuego, en el sur de Argentina.
A la edad de 9 años, escapó de su hogar y estuvo desaparecido cuatro meses. Su propósito inicial era llegar hasta Buenos Aires para conocer al entonces presidente argentino Juan Domingo Perón, ya que tenía la referencia de que el mandatario «les daba trabajo a los pobres».


Después de una larga travesía, transportado por diferentes personas, al llegar a la ciudad capital, un vendedor de la «Feria Franca» le dio la dirección de la Casa Rosada; mas aquel señor le dijo enseguida: «Es muy difícil que te atienda, porque los presidentes suelen ser gente ocupada; pero yo leí en el diario que mañana 19 de noviembre va a ir a La Plata porque es el aniversario de la ciudad. Andate ahí». Así que se fué a La Plata, durmió al costado de la catedral, y al día siguiente Facundo Cabral, siendo apenas un niño, logró burlar el cerco policial alrededor del mandatario y su esposa, Eva Duarte.
Cuando un policía lo agarró para retirarlo, el presidente, que estaba saludando hacia ese lado, le dijo al policía: -«Déjelo venir»-, e hizo parar su automóvil descapotable que tenía un estribo al que Facundo se subió de inmediato y conversó con ambos. -¿Quería decirme algo?-, le habría preguntado el presidente. -Sí, ¿hay trabajo?-, respondió Facundo.
En un reportaje confesó que Eva Perón, en ese momento diría la primera «frase ética» que él escucharía en su vida, y que lo acompañaría por siempre: «Por fin, alguien que pide trabajo y no limosna». Gracias a esta conversación, logró que su madre obtuviera empleo y el resto de la familia se trasladara a Tandil.
Tuvo una infancia dura y desprotegida; se convirtió en un marginal al punto de ser encerrado en un reformatorio pues se había convertido en alcohólico desde los nueve años de edad. Escapa y luego cae preso a los 14 años por su carácter violento. En la cárcel, un sacerdote jesuita de nombre Simón le enseñó a leer y escribir, lo puso en contacto con la literatura universal y lo impulsó a realizar sus estudios de educación primaria y secundaria, los cuales llevó a cabo en tres años, en lugar de los doce que era el período normal en Argentina. Un año antes de cumplir su condena, Cabral escapó de la prisión, aunque recibió aún ayuda del sacerdote. Gracias a un vagabundo, Cabral conoce la religión, aunque declarándose librepensador, sin pertenecer a iglesia alguna. Poco después, se iniciaría como músico y cantante en el medio artístico”

(Fuente Wikipedia, Tele Sur y Dario El País)

Dos años después de aquél mágico y efímero encuentro en la ciudad de Maracaibo, muere asesinado el 9 de julio de 2011 en Ciudad de Guatemala, víctima de un atentado aparentemente dirigido al empresario Henry Fariña.
Hoy en Al Margen del Tiempo, recordamos a ese particular ser, especie de Ángel o humana quimera, en un video correspondiente a una entrevista realizada en Argentina a su llegada de un largo exilio en 1984.

Enmanuel Camejo

Facundo Cabral en una entrevista en Argentina con Juan Carlos Mareco (1.984)

7 Comentarios

  • Salvador

    Fantastico… yo recuerdo como el No soy de aqui ni soy de alla… se convirtio en uno de los himnos de mi adolecencia que solia tocar con mi guitarra… parte de mi repertorio en las noches de ron con los amigos… y que mi madre siempre pide que le cante salud por el gran Facundo Cabral…

    • Yeyo

      Cabral es esa rebeldía que nos sorprende en la adolescencia y que no podemos abandonar el resto de la vida.
      No tiene bordes ni orillas en lo que piensa. No tiene espacio para contra decirlo.
      Me quedé con la ilusión de oírlo y verlo en persona, pero tengo la dicha de haber comprado algunos de sus discos (en vinilo ) a precio de baratija cuando nadie lo conocía .

  • Miguel Alberto Zurita Sánchez

    Tuve el privilegio de estar en su, también, último concierto en el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela el 30 de Mayo de 2009, en su despedida, se lo notaba cansado, era algo así como el “último dinosaurio”, que estaba desandando, pues sería su último concierto en la U.C.V, de verdad, verdad; hubo una vez que lo dijo de esa forma “conmigo desaparecerá el último dinosaurio”.
    Cabral, ha sido uno de mis maestros, desde hace varios años, para no decir muchos, le he bautizado como el filósofo viajero.
    Cabral es y seguirá siendo, un referente y ejemplo de vida, consagrada a la libertad, a la verdad, a la vida, al amor y a la anti norma.
    Cabral es un profeta, en el significado correcto.
    Cabral nos enseña a decir y mantener la verdad y criterio, sin necesidad de ofender ni violentar a nadie.
    Gracias Enmanuel Gerardo

  • TuMónica L Márquez C

    Sigue siendo Facundo
    Allí está
    Solo tengo que decir
    Que recordé recién
    Mucho olvidado por ego por trabajo por ruido
    Gracias por este amanecer
    6:15 am
    Hoy

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