Opinión

El espejismo del “aquí y ahora”. Por Enmanuel Camejo Zavala

Comienzo a escribir este artículo, guiado por la intuición. (Apenas me sostengo a ratos en la razón para saber que sigo en la primera).
Uso el término espejismo en acepción de imagen, representación o realidad engañosa e ilusoria. No en la de realidad física de reflexión total de la luz al atravesar capas de aire caliente de diferente densidad, lo cual provoca la percepción de la imagen invertida de objetos lejanos, como si se reflejaran en el agua. (Aunque tal vez sea todo la misma cosa, la misma mentira).

El eterno retorno

Lo cierto es que “aquí y ahora” parecen ser solo una singularidad del espacio-tiempo, un punto o una seudo eternidad, donde no hay mas allá, donde se expresa perfectamente la condena del eterno retorno. Una promesa de trascendencia fallida que termina en la inevitable muerte. Un espejismo.
Sin embargo, el New Age y otras filosofías o formas de entender la existencia, asumen el “aquí y ahora” como un regreso al paraíso terrenal, una especie de inmediato Satori, de Valhala, de Nirvana… de lo único tangible y real para la finitud humana, pero lejos del compromiso dinámico de una existencia con sentido trascendental..
Todo esto pareciera un complejo crucigrama diagramado en lenguajes inexistentes, y tal vez sea inextricable para la razón. Y estoy de acuerdo, porque no es un tema para solo razonar y dejar la intuición a un lado..
Insisto en lo de espejismo, porque lo único que nos permite “doblar” el espacio-tiempo y ver mas allá es el amor, y no esa especie de Laissez faire et laissez passer, le monde va de lui même (Dejar hacer y dejar pasar, que el mundo va solo) y que representa la falacia del “aquí y ahora” como filosofía de vida.

Muerte y resurreccoón en el amor

Por tanto prefiero militar en la filosofía del amor. Ese amor que nos lleva a estar con lo amado mas allá de distancias y quebrando la supuesta implacabilidad del tiempo. Ese amor que nos permite el éxtasis de lo adimensional (al menos trascender las tres dimensiones que conocemos) a escapar del yugo y singularidad de la muerte. Por amor, estoy con todos mis hijos al mismo tiempo, aunque estemos a miles de kilómetros de distancia. Por amor, sigo estando con mi padre aunque haya muerto hace mas de cuarenta años. Pareciera, entonces, que solo el amor nos da la clave (visa y pasaporte) para salir del laberinto mítico de la muerte.

Realidad cuántica

En esos días cuando lo cuántico (penta o heptadimensional) acumula legajos de cálculos en los escritorios y ordenadores de los científicos. Ahora, cuando una Teoría del Todo, pretende hacer holística entre la realidad sub y supra atómica. Ahora, cuando pareciera que no solo de sangre y cuerpo está hecho el hombre, sino de energías sutiles que subyacen en la forma… creo que no vale la pena quedarnos solo en el «aquí y ahora», sino atrevernos a trascender en la odisea del amor, que se reinventa cada día y en cada lugar, sin perder el nexo con su origen y el camino al mas allá.

Enmanuel Camejo Zavala

«Crin Hirsuta» Texto José Martí. Música Sara Gonzales. Interprete Zuzana Navarová

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