Opinión

El Milagro. Por Enmanuel Camejo Zavala

El Milagro

Es la intervención divina, en el ejercicio de su amor supremo, lo que explica al Milagro. No es solo un hecho o fenómeno aislado que va mas allá de las leyes naturales. Los Milagros son parte de las leyes naturales al alcance de todos, son esos hechos de bien que solo se explican con la fe y el amor.
Hace mas de dos mil años, sociedad e institución judía, con la anuencia del imperio romano, crucificaban en público asesinato a un hombre bueno, al que se atrevió a señalar los errores de un modelo fallido, al que vino en nombre de un Dios que él, y quizá otros pocos en la tierra, conocían de verdad. El hijo del Dios vivo que venía a enseñarnos que todos éramos también sus hijos, el que desafió al imperio de la des sensibilidad y la injusticia.


Hace mas de dos mil años, durante escasos 33 años, el Milagro se hizo el pan de cada día para los pobres, los desahuciados, los excluidos, los desterrados, los inocentes, los hambrientos, sin que estos entregaran sus cuerpos o sus almas al esclavismo imperial o religioso.
Hoy, 2020 años después, necesitamos urgidos el recurso del Milagro, justo cuando estamos sumidos en una noche creada por el hombre. Cuando nuestros días desbordan de militarismo, narcotráfico, pandemias de laboratorio, corrupción, crisis de fe, dominación del intelecto y esclavitud del deseo a través de la internet. Cuando el hombre global con sus gobiernos miserables, controlan cada segundo la limitada existencia humana para apropiarse de la eternidad del alma.
Urgimos y reivindicamos el Milagro por encima de la ciencia y sus tecnócratas. El Milagro como consecuencia natural del amor, que trasciende taumaturgias y nigromancia, el que no nace de bula o patente alguna, el que no necesita matricular en el dogma.


Enmanuel Camejo Zavala

«El resto es humo» Luis Eduardo Aute

5 Comentarios

  • Ruth

    Gracias Emmanuel, no me canso de alabarte, como amigo y como escritor.
    No existe milagro igual para todos, pero lo que si es igual para todos es el reconocer el bien del mal y en ello ver el milagro real, que somos todos iguales, hijos de un D-s, y por igualdad, todos merecemos la oportunidad de ver milagros.
    Jesus, y no hablo si no de lo que yo humildemente comprendo, lucho por esa igualdad y en ello, milagros surgieron.
    Feliz Semana Santa de igualdad humana!

  • TuMónica L Márquez C

    Bendita la imperfección de mi espíritu que me permite vivir el milagro del amor por los demás y por mí misma cada día
    Muy hermosa manera de hablar de la figura única y refulgente de Jesús

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